Be Whit You

I think You look cute.

Genial, no hay clases hoy. Suspiró, dejando el teléfono sobre la mesa mientras continuaba terminando su desayuno, charlando con sus padres.

Pensó en la reunión con alguien, debatiendo si presentarse o no. Con eso, comenzó a hablar de nuevo.

—Hola chicos, tengo algo que hacer más tarde. No les importa si llego tarde al trabajo, ¿verdad?—Les preguntó a los dos que compartieron una mirada el uno al otro.

—No siempre tienes que ayudar, ¿sabes? Ve y diviértete por una vez. Además, mientras estás fuera, hazme un favor, ¿quieres?— Su madre habló en voz baja, sacó un pedazo de papel y se lo entregó a su hijo, quien se lo quitó.

—Nos faltan algunos ingredientes, así que es mejor si conseguimos más.

Miró a los dos por un momento antes de sonreír suavemente y asintió, levantándose de su asiento y tragando su jugo mientras tomaba su teléfono de la mesa.

—Lo haré y una vez que me aburra, volveré. Fin de la discusión— Quackity sonrió ganándose una risita de sus padres. Se acercó y plantó un beso en la mejilla de su madre.

—Cuídate, cariño— ella sonrió, apartando su flequillo de su vista y besando su frente a cambio.

—Lo haré. dijo, dándole a su padre un golpe de puño antes de salir, metiendo tanto la lista como el dispositivo en su bolsillo.

La puerta de vidrio se estaba abriendo y el sonido de la campana se disparó. El hombre caminó hacia su bicicleta, se subió a ella y se alejó.

Dejó que la brisa fresca le diera en la cara, disfrutando del paseo en bicicleta por la ciudad que le gustaba.

La gente que lo rodeaba era amable y lo suficientemente amable como para saludarlo o incluso mantener una pequeña conversación con él. Como creció en ese ambiente, conoció a mucha gente a su alrededor e incluso los comerciantes que solía visitar le tenían cariño.

El hombre se detuvo frente a una tienda y estacionó su bicicleta, sacó el papel y lo revisó.

—¡Aquí voy, TESEO!—Dijo un hombre en voz alta cuando se escuchó el sonido de la risa de un niño. "¡Nooo! ¡Wilby sálvame!"

Al principio, realmente no le importó, pero cuando escuchó el nombre en particular, se congeló cuando su ritmo cardíaco se aceleró. No puede ser, ¿verdad-? Se burló y sacudió la cabeza. No, solo lo estás pensando demasiado.

"Oh, detente, Techno. Lo estás asustando" habló una voz familiar a la que los ojos del hombre se abrieron, dándose la vuelta para darse cuenta de los tres.

Una vez que se dio cuenta del británico, rápidamente se dio la vuelta y estaba a punto de escabullirse y rezó para que el otro no lo notara.

—quackity-?— Llamó a lo que se congeló en el lugar ya que su corazón se sentía como si estuviera a punto de estallar en cualquier momento. Se quedó allí como un buen minuto antes de volverse lentamente para mirar a los tres.

—Ahaha-heeyyyy—Le dijo torpemente al británico rascándose la barbilla por costumbre.

Como si sintiera la incómoda tensión entre los dos, Techno tomó la mano de su hermano pequeño y retrocedió lentamente.

—Vamos, Tommy, deshagámonos de él— Le susurró a el chico de cabello rubio que sonrió y asintió, alejándose con la pelirrosa.

Tenía curiosidad por el varón mexicano aunque- ¿Era amigo de su hermano? ¿Su hermano tiene amigos? Era una pregunta que siempre pensaba.

Verlo encerrado en su habitación, enterrado en una pila de libros o tareas, no parece que tuviera tiempo para otras cosas pero ay que equivocado estaba :)

Tommy les dio una última mirada a los dos antes de irse a hacer travesuras con su hermano. Ni siquiera sentir algo diferente de la morena. Caray.

Al darse cuenta de que sus hermanos se fueron, Wilbur miró hacia donde se fueron, mentalmente culpando a Techno por dejarlo solo con su maldito cru-

—Yo- uhm- de todos modos uh aha cómo estás—.

Se encogió de sí mismo y sonrió de dolor por lo ridículo que probablemente sonaba en este momento.

Quackity se rió un poco y se encogió de hombros, mirando el carro.

—¿Molesto, y bien aburrido? No sé para ser honesto, y tú?— Él sonrió.

El británico se rió entre dientes, suspirando suavemente.

—Llevar a tus dos caóticos hermanos es doloroso—al escuchar la respuesta de Wilbur, se rió.

—¿Te refieres a esos dos allá atrás?—hablo quackity

—Sí, el más joven es Tommy y el otro es Techno. Montón de gremlins— resopló, pero pronto sonrió ante la reacción del otro.

—Caramba, no me parece tan mal— Quackity simplemente le dijo a Wilbur, quien negó con la cabeza.

—Confía en mí, es peor.— habló el británico.

—¿Entonces preferirías tener una madre que te haga hacer un mandado para ellos con una lista tan larga?—Sacó el papel, levantando una ceja.

—No me parece mucho—Wilbur inclinó un poco la cabeza, de lo que el otro se burló.

—¿Querés apostar?

—En realidad sí— el británico sonrió, lo que molestó al hombre.

—Te arrepentirás al final de esta lista.

—Pruébame— Quackity puso los ojos en blanco ante la respuesta que recibió y se alejó, empujando el carrito.

—Vamos, idiota—se rió entre dientes mientras Wilbur sonreía de felicidad, siguiendo al macho más bajo como un cachorro.

Los dos conversaron, bromearon y se rieron del dolor de otras personas como si el beso nunca hubiera ocurrido y parecieran dos mejores amigos reales que no se han contagiado.

Wilbur caminó detrás del hombre mientras lo observaba revisar la lista una y otra vez, claramente confundido por la forma en que se veía. Se rió entre dientes antes de tener una idea solo para meterse con Quackity.

Cuando el hombre más bajo estaba a punto de agarrar algo, el británico se acercó detrás de él y colocó sus manos encima de las suyas en el mango, apoyando su barbilla en la cabeza del otro.

Quackity se detuvo y se sonrojó por sus acciones, apartando las manos.

—¡¿Yo-Wilbur, qué diablos, hombre?!— Se dio la vuelta, mirando al británico, claramente disgustado.

El moreno se rió, todavía sujetando el mango, bloqueando la salida del hombre como si lo encerrara en el lugar entre él y el carrito.

—¿Qué?—Él sonrió, riéndose por la reacción que obtuvo.

—Oh, Dios mío, ¿qué-?— El hombre mexicano se dio cuenta de la posición en la que se encontraban cuando su rostro se iluminó, empujando al hombre
más alto.—Tú- tú PERRA—. Él resopló mientras el otro jadeaba, agitando su mano.

—Lo siento.

El hombre más bajo comenzó a regañar a su amigo en español, escupiendo cualquier maldición que se le ocurriera al idiota jadeante.

En la distancia, dos británicos se pararon mirando todo lo que sucedió como si fuera entretenido para ellos.

—Ew se están besando?—. Tommy preguntó, mirando al más alto.

"..." El hombre mayor optó por ignorar que alguna vez había escuchado eso de su hermano y se mantuvo en silencio.

—Definitivamenente se están besando.— agrego el rubio.