"No puedo seguir así."
Se dijo mentalmente la chica.
Gotas de sangre caían por sus manos, mientras con su mano derecha sostenía una hojilla, se seguía maltratando a diario, aunque sabía que no lo merecía, sabía que no merecía la pena hacerse daño a ella misma.
Toda su adolescencia se baso en llorar, lastimarse y emborracharse hasta perder la conciencia.
Recién estaba cumpliendo los 17, todos pensaban que estaba mejor, pero no, ella aún seguía con su lucha mental constante.
—17 años y aún sigo con la misma mierda de siempre, estoy cansada de lo mismo, de todo en general.
...
—Feliz cumpleaños pequeña, estás creciendo muy rápido, pero siempre serás mi chiquita.
—Mamá, no es necesario que digas tus estupideces tan temprano.
La madre de sky ya estaba cansada de su comportamiento, le dolía, por más que intentará remediarlo, sabía que jamás cambiaría.
—No me hables así Skyler, soy tu madre y estoy feliz de que estés otro año más con vida, sabes muy bien lo que pasó el año pasado y no quiero...
—Y no quieres que vuelva a pasar, lo entiendo, no quieres que mi padre te culpe por mi muerte y te tachen de mala madre, ¿Cierto?
19 de octubre del 2021.
—Eres una desgracia para esta familia, ya no te soporto Skyler, todo el tiempo sales con tu maldita mierda, tus traumas innecesarios, tus estupideces, ya me tienes harta, cómo quisiera que nunca hubieras nacido, ¡ME ARRUINASTE LA VIDA, ERES UNA MALDITA ESCORIA SKYLER, LÁRGATE DE MI VISTA QUE NO TE QUIERO VOLVER A VER MAS NUNCA!
Silenciosas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, las palabras de su madre quemaban dentro de ella, sabía que nunca iba a remediar todo lo que hizo, pero que su propia madre le dijera todo eso, le afecto más de la cuenta.
—Quiero que sepas mamá, que a pesar de todo lo que me estás diciendo, te amo como no tienes idea, ¿No me quieres volver a ver?, Bien, pero no quiero que te arrepientas de lo que estás diciendo.
Salió del cuarto de su madre, fue a la despensa a buscar una botella de Jack Daniels, para luego encerrarse en su cuarto.
—Solo tengo 16 años, no debería estar pasando por todo esto, no lo merezco.
Eran las 3:45 de la mañana, y ya estaba pasada de tragos, busco con la mirada su caja fuerte y saco de allí una hojilla.
—¿No me quieres volver a ver?, Bien, la próxima vez que me veas será en un ataúd.
Presiono con fuerza la hojilla en su brazo derecho, haciendo un corte profundo, siguió así hasta tener varios cortes lo suficientemente graves como para desangrarse.
Y se desmayo...
Actualmente
—Nena feliz cumpleaños, ¿Dónde se va a armar el fiestón está vez?
Camila, su mejor amiga, estaba fuera de Londres, pero la comunicación era constante, la extrañaba y mucho.
—Me parece estúpido que digas esas mierdas sabiendo que estás al otro lado del mundo.
—No me hables así, sabes que no fue mi culpa, mi madre dice y yo obedezco.
—Lo se lo sé, te voy a dejar que tengo que entrar en la universidad.
—Vale Piccola, te extraño muchísimo.
—Yo más Camí.
