Un día me enamoré, todo desapareció, solo existia ella. Única entre todas, imagen perfecta de un sol inapagable, al igual que su sonrisa. Crecí en la discordia, con mi corazón sobre un alfiler, cada poco pesa más y se unde en la puntiaguda aguja de tu ser.
Palabras que no despiertan solo hierven, me destrozan, me remueven, se que ya no eres tu, que no eres, que no soy. Pensar en ti tapono mi tristeza, firmó mi sentencia.
Arrojé mi alma al vacio, para sentirme libre, para olvidar esta locura imparable, que no me deja pensar que no me deja olvidar.
Ojala algun dia se me presente una oportunidad, de mirarte a los ojos y decirte que ya porfin te he olvidado, tarde o temprano entenderé... Si de verdad existes, o solo estas en mi cabeza.
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Trompetas del destino
Ngẫu nhiênLa causa de nuestro existir, sensaciones únicas de un mundo tan endeble.