𝐇𝐓𝐄║ ❝ Una traición puede resultar lo peor pero, cuando estoy lejos de ti soy más feliz que nunca. ❞
『En donde tras amarse de valor, Cherlyn saca a relucir la doble cara de todos aquellos que le hicieron daño y de lo cruel que la ciudad de Hollyw...
═════════════ |▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓| ꒰ .✦˚HAPPIER THAN EVER ˚⁺♡ (chapter thirty eight)
.✦˚DATE 2022 ➶ ｡˚ / (April 23 ! )
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LA PELI NEGRA TERMINÓ de subir los últimos dos escalones hacia la sala de start donde su madre la esperaba. Una mueca de desagrado se formó a simple vista en su rostro a distinguir la silueta del canadiense al otro lado de la habitación.
—¡AGH! Volveré a mi habitación. —anunció de mal humor disponiéndose a dar la vuelta y volver por el mismo camino del que había venido.
Su madre se encarga de detenerla. —Cherlyn. —le llamó, la recién nombrada giro abrumada hacia con su madre.
—¡¿Que?! —exclamó irritada.
Ya varios días que todos debían de tratar con los cambios repentinos de humor de la chica, siendo sus episodios de enojo los más agotadores para todos a su alrededor. ¿Pero que más podían hacer? Cherlyn se negaba a ser atendida por un especialista y con gran frecuencia en los días permanecía encerrada en su habitación, siquiera con alguien hablaba ahora.
—Josh esta aquí. —explicó Heidi, su nadre pacientemente.
—Lo se, ¿y?
—Saldrán, creo que hace mucho tiempo no se ven y es necesario de que aclaran sus asuntos. —explicó. —Vamos, se que lo extrañabas.
—Fingiré que estás en lo cierto, mamá. —murmuró lo suficientemente alto como para que el chico la escuchara aún sin importarle el daño que esas palabras le podrían causar.
Richards conducía su auto en silencio con la peli negra en el asiento del pasajero distraída al ir jugueteando con un pequeño sobre.
El estómago se le removió al canadiense al sólo reconocer a simple vista lo que ese sobre contenía. Quería mentirse así mismo y fingir que sus sospechas no estaban en lo cierto. ¿Pero a quien engañaba? Cherlyn Damelio ya era una adicta desde hace meses, solo era cuestión de percatarse en las señales de comportamientos y actitudes de esta misma.
—Prepare un picnic. —optó por decir por fin, suponiendo que esas palabras le provocarían una ilusión a la chica que solía conocer. Ni una expresión de emoción se mostró en su rostro
—¿Y quieres que te aplauda o que? —bramó sobre su asiento.
El auto fue aparcado momentos más tardes frente a un mirador de la ciudad. Josh salió disparado del auto para así comenzar a organizar sus cosas sobre el césped, comenzando por extender la manta en la que se recostarían.
La peli negra bajo de mal humor del auto y tomó asiento en el tendido frente suyo, Josh imito sus acciones.
—¿Que se sintió ganar? —una vez más Richards optó por dar su mejor esfuerzo en lograr entablar una conversación con la chica que quería y que detestaba ver así. Comenzaba a extrañar a esa Cherlyn ingenua y con ilusiones.
Como respuesta recibió una expresión de pocos amigos. —Fue un asco.
—¿Bromeas? Cherlyn, ¡ganaste un Grammy!
—¡Y mira donde estoy! ¡Soy odiada por la mayor parte del mundo en redes, juzgada y acusada en todo momento! ¡Soy un asco! ¡Una desgracia! Es decir... yo me fracture la pierna en un escenario ¡un escenario! ¡¿Sabes lo patético que fue eso?! —sus palabras salían cargadas de odio y sarcasmo, una risa áspera abandonando los labios de la chica al finalizar.
Los ojos del canadiense se cristalizaron de pronto. Deseaba llorar. Le entristecía observar el dolor de ella y sin saber cómo curarlo o ayudarla. Esa persona frente a suyo era una persona irreconocible para el.
—¿Que te ocurrió? —por fin habló tras largos segundos de trance. —Cariño, tú no eras así.
—¡Mírame, Josh! ¡Esto es absurdo! ¡Ni siquiera se porque estamos aquí, yo no quiero estar aquí! —sus palabras fueron como dagas al corazón el chico. —Siquiera soportó verte. —admitió en voz alta.
¿Pero porque tanto odio hacia el? Josh había pedido perdón un sin fin de veces aún el no hubiera hecho nada. Es decir, solo hace un par de meses atrás llevaban una relación. La razón por la que Cherlyn le había echo a un lado era aún una que el no conocía. Lo único que deseaba era ser su amigo y ayudarla.
—Olvídalo, solo llévame a casa. —suplicó.
—Per-pero... si aún no comemos lo que eh traído.
—¡AGH! Caminare entonces, servirá qué pasó a ver a mi dealer. —las alarmantes palabras le hicieron caer en cuenta al canadiense que en cuestión de segundos se reincorporó al tiempo de la chica.
—No hace falta, te llevaré a casa.
Condujo de vuelta en silencio por las calles de Los Ángeles. La chica a un lado suyo siquiera parecía percatarse de lo de su alrededor e iba centrada tecleando en su teléfono.
—Gira aquí a la derecha. —le ordenó al canadiense unas pocas calles antes de llegar a su hogar.
—¿Que?
—¡Gira!
Richards obedeció y abruptamente giro el volante.
—Bien, me bajo aquí. —anunció, desprendiéndose del cinturón de seguridad con una rapidez y saliendo del auto no sin antes cerrar de un fuerte portazo.
Claro estaba que Cherlyn deseaba andar sola, y sin mucho más por hacer, Richards le cedió su deseo y arrancó de nuevo el auto.
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➶ ｡˚ Author's words yo volviendo a actualizar cada millón de años y con menos inspiración e ideas que antes pero con la presión de terminar la historia 😭
