unico

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—Armin, hola.

Saludé una vez llegué al departamento de Eren, encontrando a Armin sentado en uno de los sillones esperándome.

Había recibido una llamada suya hace exactamente media hora, en ella el rubio me rogaba que viniera a ayudarlo.

Ya que él no podía seguir cuidando al terco de nuestro mejor amigo.

—¡____________! —exclamó mientras se levantaba de su lugar, mire su semblante, parecía realmente aliviado de verme.

Alzé una ceja, intrigada —¿tan mal está?

Armin suspiro dejando caer todo su cuerpo hacia atrás, cayendo sentado de nuevo en el sillón.

Asintió con la cabeza mientras me indicaba que me sentara a su lado —no quiere comer, no quiere salir de esa tonta cama, mucho menos quiere darse un baño —hizo una graciosa mueca en lo último —y eso es lo que más falta le hace, créeme.

Por mi parte sólo pude arrugar mi entrecejo, muy preocupada —¿desde cuando está así?

—esta así desde hace días, excepto lo de comer, hasta ayer estaba comiendo bien —dijo con tono cansado.

—perdón por haberte dejado solo cuidándolo —hable apenada.

Yo sabía que Eren estaba atravesando un mal momento desde hace exactamente una semana, pero por varias circunstancias no pude desocuparme para venir a cuidarlo. Dejando a Armin a su cuidado durante todos estos días, pues los papás de Eren no se encuentran en la ciudad.

Armin negó con una leve sonrisa —no te preocupes, sé que estas teniendo un mal momento por dinero. Y en serio, yo seguiría cuidando a Eren para no molestarte pero es que ayer y hoy ha sido imposible —finalizó para después restregar sus ojos, estaba muy cansado, era evidente hasta en sus ojeras.

Apoyé mi mano en su hombro —hoy es mi día libre, así que ahora puedes ir a descansar. Créeme, haré que coma hasta las migajas de lo que sea que cocine y lo obligaré a darse un baño —dije con seguridad.

No podía dejar de imaginar al apacible de Armin intentado hacer que el terco de Eren comiera o se bañara.

Lo que se necesitaba hacer con Eren en estos casos era ser firme.

Pero estoy segura de que a última hora cuando lo tenga enfrente seré todo menos firme. Siempre he tenido una debilidad por esos ojos verde esmeralda.

Armin río y se levantó comenzando a caminar hacia la puerta, después de despedirse y agradecer una última vez desapareció de mi vista cuando la puerta se cerró.

Apreté mis ojos fuertemente preparándome para lo que sigue.

Verlo triste siempre ha sido muy difícil para mí, por suerte he tenido la fortuna de haberlo visto de ese modo en limitadas ocasiones, pero esta al parecer es la más grave de todas.

Eren es alguien que siempre se repone casi al instante de cualquier mal momento.

Pero en este caso no fue así.

Me levante del sillón y camine a paso calmado hacia su habitación, cuando estaba frente a su puerta a punto de tocar, pare bruscamente mi acción.

Suspire dándome fuerzas mentalmente.

Firme.

Tengo que ser firme con él porque si no lo soy terminaré igual de agotada y harta que Armin.

Sobre todo porque Armin es la persona más paciente que conozco, y si Eren logró sacarlo de quisio no puedo ni imaginar como reaccionaré yo, que soy todo lo contrario a Armin en ese sentido.

Jacuzzi and a bad moment || eren j.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora