Naruto Namikaze - El Hilo Rosa Del Destino.

Capitulo 5

Naruto Namikaze - El Hilo Rosa del destino.

Capitulo 5.

Pequeños Sollozos se oían en la fría y solitaria azotea.

Apoyada en la baranda de la solitaria azotea, Akari Watanabe sollozaba con las manos tapando su rostro.

El cielo nublado de kyoto comenzó a despejarse.

La puerta de la azotea se abrió.

Dejando pasar a un Peliverde, que caminaba con las manos en los bolsillos.

Sus ojos verdes azulados observaron la solitaria azotea.

Pero sus ojos no se perdieron a la Figura de su esposa, que estaba sentada en el suelo y con la espalda apoyada en las barandas.

—¿Akari-San? —Murmuró en un pequeño Susurro Naruto.

Sus pasos se hicieron más y más lentos al estar enfrente de su esposa.

"¡Estúpida Pelirroja!" Pensó molesto el chico.

Si esa mujer que se hacia llamar mejor amiga, se hubiera quedado callada, nada de estos estaría pasando.

—¡Shh! Calma, Akari-San. —Naruto colocó una de sus manos en la cabeza de la chica sollozante.

Los ojos azules verdosos de akari, observaron al dueño de la mano y las lágrimas no pudieron evitar salir.

—¡Naru! —Gimoteo la Pinkete, que se arrojó a los brazos de su esposo.

—¡Shh! —Susurro el Chico, que su espalda Golpeó el suelo duro y frío de la azotea.

Una de las manos de Naruto acariciaba la espalda de akari, la cuál lloraba apoyada en su pecho.

—¿Naru, Por qué? —Sollozo la chica pelirosada, que solo oculto aún más el rostro en el pecho del chico.

Naruto no supo que responder, solo pudo quedarse en silencio.

No tenía respuesta para akari, cuántos días habían pasado, 3 o 4 días y solo han habido problemas tras problemas.

—¡Hmpf! —Gruño Naruto un poco Fastidiado por tantos problemas—. ¡Calma, Akari-San!

Naruto se colocó en una posición más erguida, mientras colocaba a la pelirosada en su regazo.

Akari oculto su cara en el cuello de Naruto, ocultando su gran rubor al estar de esta forma con el chico Peliverde.

Pero de igual forma Watanabe, rodeo con sus brazos el cuello de Naruto y no se movió de ese lugar cómodo.

Algunas horas más tarde.

La tarde había caído y con ella se llevaba el día de escuela.

Los Susurros no se hicieron esperar, todos hablaban del problema que hubo en el aula del esposo infiel.

Algunas chicas sentían un poco de gratitud con el chico, por haber defendido a Akari-San, de alguien tan asqueroso cómo lo era ese acosador.

Pero en la otra cara de la moneda.

Muchos de los estudiantes masculinos, no veían esto con buenos ojos.

Puesto a qué habían perdido la posibilidad de estar con la tan sexi y tan codiciada Akari Watanabe.

Y de igual forma el 35% de la población escolar de la preparatoria, creían que Naruto trataba de sacarse las miradas de encima, inculpando a alguien más.

—¡Hm! —Bufo un poco molesto Naruto—. ¿Por qué te estoy cargando?

Una cabellera rosada estaba apoyada en el hombro del chico Ojiverde.