CAPITULO 1

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DALIA

Sujeto a mis hermosos bebés, Ian se fue a averiguar si ya me pueden dar de alta, Amira entra a la habitación, trae consigo un ramo de tulipanes.

—Cariño —me da un beso en la mejilla. - Y estás preciosas flores?

—Te los compré— los pone en el florero. Mira a sus hermanos y me mira - Están arrugados—me dice haciendo una mueca, ruedo los ojos.

—Tu padre también dijo lo mismo—le digo, ella se sienta en el sofá y se pone a probar unos chocolates amargos.

—Pues no sé equivocó—la miro, ella se encoge de hombros — Pero de todos modos son mis hermanos, lo bueno es qué mi tío me dio el 75 •/• de sus bienes- dice con una sonrisa lo último, iba a decir algo, pero la puerta se abre y entran mi esposo y mi mejor amigo.

—¿Cómo se encuentra la madre más bonita de los tiempos? — Guillermo me da  un beso en la frente.

—Mal, siento qué engordé mucho— Ian me mira.

—Te va a crecer la nariz por mentirosa— me dice, Guillermo suelta una risa nasal.

—Haz lo que dice tu esposo—. Me dice Guillermo.

El padre de mis hijos mira a mi primogénita y le indica que le dé un poco de chocolate.

—Te lo doy si me dejas salir con Derek a comer un helado —su padre alza las cejas sorprendido de lo que acaba de decir nuestra hija.

—Entonces no me lo des, prefiero comprar una fábrica de chocolates -—dice él.

—Tú te lo pierdes.

—Y qué te dijo él doctor? —. Le pregunto. Guillermo me pide permiso si puede cargar a Elek, Asiento, lo toma con cuidado y con cariño.

—Qué en unos minutos ya nos podemos ir— responde quitándole en un descuido un chocolate a mi pequeña.

—Eso significa que voy a salir con Derek— festeja mi hija.

—No hija de mi adorable vida—Amira lo mira a punto de perder la paciencia— Mejor te compro una fábrica de chocolates y de helados- le da un beso en su coronilla.

—Total ni quería salir—. Reímos ante la respuesta de mi hija.

***

Ian carga a Eira mientras qué yo a Elek, los dos nos encontramos en la habitación de los gemelos.

- ¿Le vas a comprar la fábrica de chocolate y de helado a nuestra hija? - le pregunto, dirijo mi pezón a la boquita de mi pequeño.

-Yo no le digo mentiras a mis seres queridos- responde mientras que detalla los rastros faciales de Eira- Prefiero que mi hija no se impresione por cualquier cosa que le ofrezcan, ella tiene qué tener las expectativas altas en todos los sentidos- habla otra vez.

-Entonces cuando ella sea más grande, y le regalen unas flores o algo por el estilo, ella va a responder: Mi papá ya me dio eso-. Él me mira pensativo.

-Exacto, mi hija no se tiene que conformar con poco, y si la quieran impresionar tiene que hacerlo a lo grande, más de lo que yo hice - termino de darle pezón a mi pequeño, para así darle a mi hija.

Ian apoya a Elek en su hombro para de esta manera sacarle los gases.

-Si a mí me regalaste un campo de tulipanes, un reloj valorizado en millones, una mansión y muchas cosas más- digo con voz emocionada- Entonces que le espera a nuestra hija?

- Más - con esa respuesta es suficiente para entender, Ian no quiere que nuestra hija se conforme con cualquier cosa, él no quiere un príncipe para Amira, quiere a alguien que maté, queme el mundo por ella; la valore y la amé hasta que no tenga límites, solo por Amira, su hija.

Cien motivos para Amarte ( FANFIC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora