pasillos de hospital

esperar

Pasaron un par de días y yo no podía sacar tu sonrisa de mi cabeza, así que contra todo mal pronóstico escape de mi habitación y fui directo a la que recordaba era tuya, más mi sorpresa fue que tu ya no te encontrabas en ella.

—disculpe señorita— pronuncie con un poco de pena a la enfermera que se encontraba limpiando la cama que anteriormente fue tuya

Ella volteó hacia mi, y al momento de verme suspiro.

—jungkook cuantas veces te hemos pedido que no salgas de tu habitación, pronto te harás nuevos análisis y no queremos que te salgan nue..

—si, si, si ya se—interrumpo ya cansado de lo mismo —es solo que venia a buscar a el paciente que se encontraba en esta habitación.

—lo cambiaron de área— dice también cansada de ser ignorada por mi terquedad de no quedarme en mi habitación —lo bajaron de planta ya que se encuentra mejor—dijo mientras seguía tendiendo la camilla— pero no se el número de habitación en el que lo colocaron

Se giro hacia mi sonriente y colocando sus manos en mis hombros me volteó para la salida y con un suave empuje me dirigió a mi habitación. Al llegar a ella me soltó

—por favor no salgas más hoy— ya del otro lado del marco de la puerta me sonrió— yo investigaré  sobre tu nuevo amigo.

Viendo como cerraba la puerta, decidí confiar en ella y esperar información sobre ti.

Espere dos días y no volví a ver a la enfermera, me tome unos minutos para pensar si seguir esperando por ella o yo mismo ir a buscarte.

Elegí la segunda opción y fui directo a recepción y meditando un par de palabras para decir y convencer a la recepcionistas de darme tu información.

Al estar cerca pare unos segundo para tomar un poco de aire y valor para acercarme.

—muy buen día señorita BongSu— dije mientras sacaba mi mejor sonrisa y mostraba mis ojos más encantadores

Girando hacia mi y mostrando me su rostro ya cansado de tanto trabajar horas extra, pero que al verme surgió una sonrisa enorme, me hizo sentir mejor.

—pequeño, hace tiempo no te pasabas por aquí— pronuncio mientras que con su mano daba suaves palmadas en mi cabeza y me alborota un poco el cabello

—bueno es que—me mostre un poco tímido a la señora ya mayor— no había podido escaparme mucho estos días

—es bueno saber eso, pero dime a quien vienes a buscar hoy— dijo mientras se acomodaba bien en su silla y teclea en su computadora— será una chica, un niño, una señora, a un joven hombre o visitaras de nuevo a los pequeños bebes— haciendo pequeña mímica para referirse a ellos, sus ojos se posaron sobre mi

—de hecho conocí a un chico hace una semana y me gustaría saber en que habitación se encuentra— bajando un poco la voz para que solo ella pudiera escucharme pronuncie tu nombre pero me di cuenta que nunca dijimos nuestros apellidos

Haciendo un sonido inconforme por la poca informacion que teníamos, tecleo en el ordenador buscando tu nombre, comenzamos a descartar a los hombres mayores de 20 años ya que no parecías mayor, después a los pocos que acababan de ingresar y solo quedaron dos personas con tu nombre

Uno un chico de 18 que acababa de ser dado de alta hace dos días y otro un niño de apenas 7 que se encontraba en pediatría.

Resignado me despedí de Bongsu y me fui directo a mi habitación, por haber esperar tanto para buscarte.