different worlds [Jilix-Hanlix]

I

10:29 P.M marcaban las manecillas del reloj con forma de búho pegada a la pared de la habitación de Han Jisung. Era una noche fría y torrencial, no pasaba ni una mosca por las calles oscuras del barrio Hyomeong, o eso pensaba el pelinegro.

― Dahyun, hace mucho frío como para que quieras salir de la casa. ― Le reprochó el mayor a su mejor amiga virtual, Kim Dahyun. ― Tu lo dices porque vives en el sur del país y todos los días hace frío allí, pero acá con el calor que hace te querés pegar un tiro en la teta. ― Enuncio de manera vulgar la rubia. Jisung frunció su ceño al escuchar las palabras que uso su amistad al referirse a la cantidad de calor que hacía en la capital del país, Seul. ― Ya deja de ser tan... así. ― ― ¿Así como? ― ― Ya nada... Cambiando de tema ¿Quieres ver a Bbama? ― ― SIIIII, No sabes cómo amo a ese perro, por dios, lo amo más que a mí novia. ― Expreso su emoción la menor. ― Deja voy a buscarlo, de seguro que está abajo comiendo. ―

Jisung se levantó de su escritorio y seguido de esa acción se empezaron a escuchar rasguños que parecía venir de una  ventana de su cuarto o del baño. Este frunció su ceño cómo lo había hecho antes y se acercó una por una de las tres ventanas que tenía para así levantar su cortina y ver de dónde provenía el sonido, hasta que se acercó a su última esperanza para encontrar el lugar proveniente de los rasguños, que era una ventana redonda que se encontraba en la pared de su ducha. Abrió la ventana y vio la silueta de un gato empapado por la lluvia con su pelaje color naranja, con blanco en su pecho y patas y dos manchas negras en su rostro y en diferentes partes de su cuerpo. Han ladeó un poco su cabeza hacia un costado tratando de procesar como un gato que podría ser de raza podía haber llegado a su ventana sabiendo de que en su barrio ningún vecino tenía algún gato, o eso suponía el cachetón. El gato sin pedir permiso salto al pecho del pelinegro buscando refugio y calor en algún lugar incitando que Jisung diese un paso hacía atrás dando a entender que se había asustado.

― ¿Tú? ¿Quien eres? ¿Te perdiste? Yo no te puedo tener sí es que buscas dueño, mis padres te llegan a ver y te comen vivo. ― El gato obviamente no iba a responder. Era la primera vez que el interactuaba con un felino, nunca en su vida había visto uno porque sus padres se lo prohibían pero sabía la contextura que tenían basado en los comentarios de sus amistades. ― ¿Qué voy a hacer contigo? No te puedo dejar afuera pero tampoco te puedo dejar en mi casa.. ― Aquel cerró la ventana de la ducha y fue corriendo a buscar una toalla para así secar el pelaje del pobre gatito que se encontraba todo mojado y helado. Este no dejaba de maullar pidiendo calor y comodidad para así dormir ya que parecía que estuvo horas bajo la lluvia esperando y buscando a que alguien le abra las puertas de su hogar para así el ser bienvenido.

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― ¡Listo! Ya te seque y ya estás bien enrollado con una sábana bien suavecita para que duermas okay ¿Sí? Pobre de tí, gatito o gatita o lo que seas, de seguro estuviste horas bajo la llu.. ― " ¡Dahyun! " Se le vino el nombre de su mejor amiga a la cabeza recordando que la había dejado colgada. Fue corriendo a su escritorio y vio que ya no estaba el rostro de su mejor amiga en la pantalla, había cortado la video llamada por tanto esperar y además se tenía que ir. Jisung abrió el chat con su amiga virtual y vio varios mensajes de esta diciéndole que se tenía que ir y que mañana hablaban de nuevo, el cachetón la dejo en visto y cerró su laptop para así dirigir su mirada al gato durmiendo cómodamente en la cama de el

― Mañana si sale el sol, te tendrás que ir. Mis padres no van a dejar que te quedes porque odian a los gatos. Perdonalos, ellos tienen la culpa de odiar a bolas de pelo que de seguro son inofensivas e indefensas ― Le anuncio el pelinegro al felino dormilón. Se acercó a él para así acariciar su cabeza con mucho cuidado y delicadeza para que no se despertará; Era la primera vez que Jisung acariciaba un gato y parecía que le gustaba por la cara que tenía apenas hizo contacto con este. El mayor sospechaba con que la edad del gato era menos de 5 meses por lo pequeñas que eran sus patas y su cuerpo en sí, pero se estaba equivocando ya que el gato ya tenía más de un año y algunos meses de nacimiento