Descanso: Odiame.

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Era de tarde, tocaba mi piano mientras ella observa, como tocó las teclas de aquel piano viejo en mi casa.
Sus manos, su miraba todo ella era perfecto hasta que me tome mi descanso y fui a mi habitación, a tomar una soga y ponerla en su precioso cuello y ver como muere y se pone azul.
Llévame colgado en tu garganta como una medalla te estirare mucho, me encanta verte ahogandote, tu piel se hace azul y no te vez tan mal.
Tu piel se hace azul y no te ves tan mal.
Escuché eso en mi mente, tal vez estaba loco, o porque ella lo sabia.
Pero que pasa ella ya estaba muerta, y estaba azul.

Para Ti Con DesprecioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora