Capítulo 4

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Estamos despiertos toda la noche para divertirnos.
Get Lucky| Daft Punk

Malo, era absolutamente malo estar rodeado de tantos Slytherin

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Malo, era absolutamente malo estar rodeado de tantos Slytherin. Si en un momento había pensado que no, se estaba arrepintiendo. Llevaba todo el día sin hablar con sus amigos. Después de clase, huyó de todo el mundo para poder escribirle una carta a Sirius en la que le explicaba, muy por encima, todo lo que estaba viviendo. Cuando iba saliendo de la lechucería, siendo su siguiente destino la sala común de Gryffindor para así hablar con sus amigos, se encontró con Pansy Parkinson en la puerta. Pareció que estaba esperando a que saliera porque al instante lo tomó del brazo y se encargó de llevarlo a la fuerza hasta las mazmorras. Por lo que, en ese momento exacto, estaba en la habitación que compartía con otros cinco chicos, los cuales habían desparecido, dejándolo solo a su suerte en compañía de Parkinson. Ella se había dedicado a deshacer el baúl de Zabini, con el fin de, según ella, encontrar una prenda que fuera acorde con él. Lo había obligado a probarse dos túnicas ridículamente caras, mientras que insistía en que encontraría algo mejor que le quedase genial.

—¡Tienes que ser este! —añadió emocionada, parecía que esa túnica iba a ser el definitivo. Era verde aterciopelado, oscuro y parecía ser el más sencillo dentro de todo ese montón de ropa que Pansy había sacado—. El verde hará que tus ojos resalten. —Harry recordó que esa mañana, Malfoy le había dicho algo similar.

Harry entró una vez más a las duchas para vestirse. Se miró al espejo durante más tiempo del que le hubiera gustado, dándose cuenta de que Pansy tenía razón. Ese traje le quedaba infinitamente mejor que los demás, por mucho que los otros tampoco le quedasen mal. Salió del lugar, encontrándose con Parkinson y Nott, quien parecía realmente sorprendido al verlo, él también se encontraba vestido elegante. La chica, por su parte, sonrió victoriosa.

—¡Te ves espectacular, Harry! —añadió sumamente feliz.

—Nadie va a quitarte esa sonrisa de tu cara, ¿verdad? —preguntó Nott y en respuesta Parkinson sonrió aún más ampliamente.

—¿Para qué es todo esto? —Harry no entendía nada de lo que estaba pasando.

—¿No es obvio? —añadió Nott con una sonrisa—, es para tu fiesta de bienvenida a Slytherin.

—¿Qué? ¡No! Ni en broma —se quejó—. Tengo límites. Me he dejado arrastrar por vosotros todo el día. Me niego rotundamente a ir a un sitio donde todos me van a ver como un bicho raro. ¡Lo que me faltaba!

—Deja de quejarte —ordenó Pansy—. Nadie te va a ver como un bicho raro, Harry, eso te lo aseguro —añadió la chica con bastante insistencia, provocando sorpresa en la mirada de Potter—. Va, no me mires así. Draco me encomendó convencerte, cree que seré la mejor en eso y no quiero que alguien crea que no soy la mejor en algo que cree que soy la mejor. —La ceja alzada de Harry sólo provocó una pequeña risa en Nott.

Potter en SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora