-Oh, vamos chicos... no lo volveré a hacer...
-Ni creas que podrás salir de ahí.
-Por favor, Nami, ¡No pasó nada! ¿verdad?
-¡CÁLLATE!
Luffy estaba encerrado en la jaula de castigo que sus nakamas le impusieron. Y su tripulación estaba esparcida por toda la cubierta, empapados en agua salada proveniente del mar. Aunque ya todos lo sabrán, no está de más decir quién fue el culpable: Monkey D Luffy.
El enjaulado capitán (además de moreteado), miraba a sus nakamas con un puchero de niño pequeño, esperando que se apiadaran de él y lo dejaran salir.
Para entender bien lo que pasó, debemos volver a esa mañana luego de la guerra llamada "desayuno".
Todos se disponían a hacer sus tareas matutinas: Sanji lavaba el desastre de la mañana, Zoro entrenaba, Nami revisaba las corrientes de aire, Chopper preparaba unas medicinas, Jinbe mantenía el curso del Sunny, Robin estudiaba un libro nuevo, Brook afinaba sus instrumentos y les daba mantención, Franky revisaba unos planos de nuevos inventos. Por otro lado, Usopp y Luffy permanecían en cubierta, jugando a distintas competencias, como el salto más largo o la mejor puntería. Eso hasta que Sanji les dio un nuevo entretenimiento: pescar.
De forma inmediata, ambos se propusieron una competencia de pesca. Sin embargo, Luffy seguía perdiendo todo el tiempo.
-Ya sabes, Luffy. No hay mejor pescador que el gran Usopp.
-¡No es justo, siempre haces trampa!- le replicó Luffy.
-No me culpes de tu mala suerte, mal perdedor.
-Pero tú siempre...
-¡Bien, el misericordioso Usopp te dará una última oportunidad!, ¡Quien saque el pez más grande, gana!
-¡Hecho!, ¡No voy a perder esta vez!- dijo Luffy, colocándose en su ya conocida posición de decisión.
Pasadas las dos horas en las que nada picaba, Luffy se levantó de un salto mirando a la lejanía. Un enorme Rey marino se asomó por las aguas, a unos 300 metros del Thousand Sunny.
Luffy, quien no iba a perder la oportunidad de ganar la competencia ni tampoco la comida, se paró sobre la barandilla y estiró su brazo izquierdo hacia atrás y lo enredó en la otra barandilla para sujetarse, mientras lanzó su mano derecha en busca de la desdichada presa.
Sin embargo, y como nada puede salir perfecto para nuestro querido capitán, la fuerza que ejerció para traer consigo al monstro marino fue lo suficientemente grande para que pasara por encima del barco y siguiera hacia el lado contrario. Y como Luffy había enredado su brazo en la barandilla, así como también se le atascó la mano entre los dientes del Rey marino, el barco cedió al tirón, haciendo que comenzara a volcarse.
-Oh, mierda...
-¡LUFFY!- le gritó toda su tripulación enojada.
Pero fue gracias a Jinbe que reaccionó de manera oportuna que no se volcaron, aunque toda la tripulación cayó al agua.
Y así volvemos a nuestra escena del principio. Luffy siendo castigado por su imprudencia una vez más.
~~~
-Shishishi, ¡Atraparme es imposible, Usopp!
-¡Eso lo veremos!
Luffy, Usopp y Chopper jugaban a capturar al otro por todo el barco, alborotando todo a su paso.
Ya habían pasado tres días del incidente con el monstro marino.
En la cocina, Sanji preparaba un nuevo platillo cuya receta consiguió en la última isla, colocando toda su paciencia y atención en su labor. Aunque no duraría demasiado.
-¡Bien, que tal por aquí!- se escuchó la voz de Luffy.
-¡Olvídalo, no me ganarás nunca!- la voz de Usopp.
-¡Oigan, esperen!- Chopper tras ellos.
Luffy se balanceó y luego se estiró, catapultándose sin malas intenciones contra la cocina, destruyendo la pared y creando un enorme agujero.
Cabe decir que toda la comida que estaba haciendo Sanji, quedó esparcida en todos lados. Y tampoco está de más decir que Sanji quería matar a su capitán ahora mismo.
Una patada firme hizo que Luffy cayera al suelo. Cuando se estaba parando, colocó su mano en la mesa para apoyarse y de pronto una cuchilla quedó ensartada en la mesa, justo entre sus dedos.
-¡S-Sanji!- Luffy habló nervioso.
-¿Me puedes decir...- habló antes de levantar su pierna y lanzarle una patada que lo hizo devolverse por dónde entró- QUÉ MIERDA CREES QUE HACES?!
-¡Lo siento, Sanji!
-¡No quiero tus malditas disculpas, capitán de mierda!, ¡Ven aquí y limpia este desastre, imbécil!
Luego de muchos intentos de que Luffy limpiara sin causar un desorden tras otro, Sanji se rindió y lo echó de la cocina nuevamente.
-Idiota inútil... ¡¿Cómo es que no puedes recoger algo sin romper algo más?!
Luffy bajó la mirada a modo de disculpa, pero Sanji ya se había dado la vuelta para ordenar su cocina.
Zoro apareció de pronto, bajando de uno de sus entrenamientos.
-Cocinero idiota, ¿Para qué sigue intentando que Luffy ordene algo?- bostezó para luego acomodarse al lado de la barandilla- A estas alturas todos sabemos que Luffy es sinónimo de desastre, ¿No es así, Luffy?
Luffy estaba sentado en el césped, aún con la cabeza gacha. Cuando Zoro terminó de hablar, Luffy se levantó, se quitó el polvo de la ropa y luego lo miró durante un par de segundos antes de sonreírle y asentir junto a un "Claro", luego preguntó si ya se avistaba alguna isla y se fue al mascarón de proa.
Luffy no salió de la cabeza del Sunny hasta que lo llamaron a comer.
ESTÁS LEYENDO
Mugiwara no Luffy: Los sacrificios del capitán.
FanfictionTodo aquel o aquella que lo ve, se pregunta lo mismo. Incluso nosotros como espectadores seguro nos lo preguntamos alguna vez... ¿Cómo es posible que él sea el capitán? Tonto, idiota, inmaduro. Son solo algunos de los adjetivos que siempre se le da...