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Chapter 1

Recuerdo que nuestra historia comenzó el verano del 2016 en Goyang, Corea del sur.

09-01-2016

No había pasado mucho de que me mudara a Corea para cumplir mis deseos de poder trabajar como Médica en un lugar tan aclamado como Corea; Tenía decidió que al finalizar mis estudios, me mudaría de país para abrirme a nuevas experiencias, así como también adquirirla. Desde que comencé la universidad había tomado la decisión de completar mis niveles al máximo de Inglés, al lograrlo decidí continuar con Coreano para así tener más acceso en ese país y ser aceptada por su población.

Llegué a un lugar no tan espacioso pero me servía ya que no tenía un gran prepuesto para mandarme a vivir a un departamento de alto rango como siempre había soñado. Al principio la casera del lugar no me había recibido de una manera muy gratificante, ya que era extranjera y no se sentía cómoda que me dirigiera en inglés, luego de ver tal expresión, comencé a hablar en su idioma nativo, fue tal la sorpresa que mostró, que hasta me cambio a una habitación más espaciosa.

Poco después de mi mudanza y adaptación en la vivienda e alrededor, me di a la busca de empleo como médica, ya sea en un gran hospital o una sala pequeña, mientras pueda trabajar para solventar mis gastos. Hacía varias paradas para dejar mi currículum en salitas, hospitales, donde fuera que requieran un médico, siempre dando a entender que estoy calificada y que pueden hablarme en su idioma sin sentirse inseguro.

Ya habían pasado 2 semanas y aún no había sido llamada de ningún lugar, sabía a conciencia que no era aceptada debido a que era extranjera y no somos muy aceptados en el país. Mientras estaba en la espera de un contrato en algún sitio de salud, trabajaba como mesera en un restaurante no muy lejano de mi predeterminado hogar.

Recuerdo esa tarde cuando entraste al local, ese día no fue el mejor que tuve hasta que entraste al restaurante.

Era alguien alto, parecía que había salido de un cumpleaños por la sonrisa que traías de oreja a oreja, me sentí encandilada por tal belleza, es una exageración pero así me sentía.

- Hola buenas tardes, nos toma la orden – me sonrío ligeramente –

- Claro con mucho gusto, Me llamo ______ y hoy seré su mesera, díganme en que puedo ayudarlos – decía mientras sacaba mi anotador y sonreía en su dirección –

Eran un total de 4 personas, cada uno había pedido algo diferente, en cuestión de minutos, estaba yendo de nuevo a su mesa

- Disculpen las molestias, pero quieren algo para tomar es que no me dijeron cuando le tome su pedido - di una pequeña sonrisa nerviosa -

- Quiero Coca cola – me había vuelto a sonreír –

Empezaba literalmente a sudar y entrar en un estado nervioso.

- De acuerdo, y lo demás que prefieren – volví a tomar sus bebidas –

Al cabo de unos 30 minutos, me llamaron para llegar su pedido

- Bueno, aquí tienen su orden – empezaba a dejarle a cada uno su pedido – con su permiso, me retiro

Hice una reverencia y me retire a tomar órdenes de las demás mesas. Mientras esperaba a que estuvieran listas, miraba en su dirección para apreciar su belleza de una manera no tan sutil ya que no soy muy buena para disimular.

Debería darle mi número con mi nombre, quien sabrá cuando lo volveré a ver y tal vez esta sea mi única oportunidad de tomar iniciativa.

Cuando voltee con la servilleta que llevaba mi número y nombre, noté que los 4 chicos se habían marchado y dejado pagada la cuenta, eso me deprimió un poco, había perdido mi oportunidad de tomar iniciativa con aquel chico atractivo.

Nobody gotta knowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora