Parte Única.

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-¡Jeanette! -

Athanasia gritó aterrada y preocupada. Las cosas se habían torcido. Aertemitas había logrado cambiar de cuerpo a último momento y ahora estaba en el de su hermana atormentándola al igual que hizo en su momento con Anastacius.

La masa oscura que rodeaba a la castaña se mantenía moviéndose alrededor de su cuerpo. Ella la estaba conteniendo.

Athanasia podía ver el sufrimiento de Jeanette desde su posición. El como ella resistía apretando su piel hasta hacerla sangrar.

Sintió el dolor instalarse en su pecho y la impotencia por no poder ayudarla.

Aún así, su mente trabajaba en busca de soluciones rápidas en donde su hermana saliera ilesa. En cierto punto de esto, Athanasia se fijó en Lucas.  Este no se movía pero mantenía su vista fija en Jeanette.

Pudo ver que los ojos de Lucas reflejaban temor. Quedó en blanco unos segundos hasta que vió al mago hacer un movimiento con su mano. Fue allí que ella reaccionó y casi saltaba sobre él para impedir cualquier cosa que estuviera a punto de hacer, asustada porque Jeanette saliera lastimada. Aún así este se detuvo a tiempo.

-La princesa no... Ella no... -

Jeanette aún inmersa en su mundo soltaba pequeñas lágrimas de rabia. El rostro de la joven estaba azul, parecía que había dejado de respirar debido a la fuerza y resistencia que estaba ejerciendo justo ahora.

-Debemos salvarla... -

Y Athanasia odiaba verla así. Lucas formó una mueca en los labios que pasó de desapercibida para todos.

-Je. -

Lo siguiente que pasó fue inesperado. Lucas salió del campo de protección que este mismo había creado dejando atrás a Athanasia y a Claude. Escuchó el llamado de la rubia pero no le importó. Mientras se acercaba a Jeanette sentía cada vez más fuerte el olor a magia negra.

-Esto es gracioso... -

Se abrió paso entre la oscuridad. El choque entre ambos tipos de magia era grande y peligroso aún así ningún cuerpo salió lastimado.

Lucas amplió su sonrisa.

-No me gusta tu rostro ahora quimera-

Comentó tranquilo.

-No te atrevas a perderte mujer. Regresa y recupera tus sentidos. -

Y así rodeó la cintura pequeña de Jeanette fundiéndose en un abrazo.  Un brillo tan fuerte que todos los demás  cerraron sus ojos. La humareda se alejo del cuerpo de Jeanette al instante que Lucas abrazó su cuerpo con fuerza.

Jeanette correspondió aferrándose como pudo con necesidad al hombre de cabello negro.

-Idiota...-

Él susurró.

-¿qué debo hacer contigo? Siempre te metes en problemas... -

Su tono era suave y se podía sentir la preocupación en el. La castaña sintió la sensación de flotar en el aire. Las lágrimas acumuladas recorrieron sus mejillas.

-Lu... Cas... -

Y perdió el conocimiento como el mago espero. La dejo posada en el suelo delicadamente siendo protegida por él. Su mirada rojiza brillo hacía la humareda aún aturdida de Aertemitas.

El mago alzó su mano dejando ver un símbolo mágico.

-La lastimaste ... Espero que estés atentando a las consecuencias de tus actos. -

Acabar con esa cosa no era tan difícil para Lucas ahora que estaba fuera y expuesta. Así que fue cuestión de tiempo para que Lucas le hiciera polvo.

-Adiós, pequeña m*erda-

Y así todo terminó dejando solo rastros pequeños de magia negra que se desvanecieron en el aire.

Lucas levantó en brazos a la castaña desmayada y se dirigió a Anastacius quien estaba arrodillado y herido viendo todo sin decir palabra.

-Princesa, me iré ahora. -avisó.-

Y antes de que ella dijera algo él había desaparecido con padre e hija del lugar.

No te atrevas a perderte [Lucajen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora