Capitulo 7

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"TE EXTRAÑE"


Estuve a punto de gritar para alertar a mi papá y tía al ver a un tipo sin camisa en mi habitación revisando mis cosas, pero me quede estática al ver de quien se trataba, era Jake, pero estaba totalmente cambiado se había cortado el cabello y hecho un tatuaje, está mucho más fornido que antes y muchísimo más alto, además que dejo atrás las pocas facciones algo infantiles que yacían en su rostro haciendo ver bastante mayor a su edad.

No sabía que hacer, pero al otra vez verlo a los ojos sentí aquella corriente invasora por todo mi cuerpo que provoca esa parálisis temporal en mi corazón y acortando mi respiración. Mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas nublándome la vista, corrí a él para abrazarlo y Jake me levanto dándome una vuelta en el aire.

– te extrañé tanto – susurró a mi oído. Para ese entonces yo ya estaba llorando.

– yo también te extrañé Jake – le dije ocultando mi cabeza entre el hueco de su cuello.

Tomo asiento en la cama conmigo aún en brazos, levante mi cabeza para verlo mientras sorbía mi nariz y secaba las lágrimas en mis mejillas.

– hey no llores.

– perdón, pero en serio estaba muy preocupada por ti.

– no me hagas sentir peor, por favor – Jake secó las lágrimas restantes y me regalo una sonrisa.

El silencio reino entre los dos, solo nos mirábamos a los ojos, mientras él me daba caricias en mi rostro y cabello, lo notaba y sentía cambiado, algo estaba mal, lo sentía confundido, distante, preocupado, feliz y enfadado, era Jake, pero hay algo diferente en él.

El lobo – sentí un mareo al escuchar aquel susurro y tuve que apartar el contacto visual.

– ¿Qué te pasó Jake?... me refiero a que vienes aquí cuando se supone que sigues enfermo, pero yo te veo muy bien. Hasta mucho más alto y fuerte.

Me miró fijamente y en sus ojos vi como si me quisiera contar algo, pero no podía – es complicado. Solo te pido que... no digas que yo estuve aquí.

– pero... ¿Por qué nos abandonaste a los chicos y a mí? O ¿Por qué tienes el tatuaje del culto de Sam? ¿acaso... Sam te convenció de...

– no. No Courtney, no es lo que crees. Sam está tratando de ayudarme.

– ¿ayudarte con qué? Si tú y Quil me advirtieron sobre ellos, que no me les acercara.

– si lo sé, pero... - suspiro – solo necesito que confíes es mí y me creas cuando te digo que todo va a estar bien ¿sí? Te lo contare todo cuando se el momento.

Asentí – esta bien Jake. Te creo. Solo prométeme que no te meterás en problemas.

– te lo juro – Jake se quedó observando por un rato a la nada por unos segundos – me tengo que ir. Te veré luego ¿ok? – asentí.

Jake se paro de la cama dejándome en el suelo, tomo mi rostro entre sus manos dejando un beso en mi frente, luego se alejó y salió por la ventana, se oyó como si algo se estuviese desgarrando, pero al acercarme ya no había nada.

La noche se me estaba haciendo eterna solo daba vueltas en cama intentando conciliar el sueño o me quedaba observando el techo como si me daría las respuestas que busco.

Courtney...

Me senté de golpe en la cama al escuchar aquel susurro que se oyó como un eco por toda mi habitación, mis ojos estaban inquietos no paraban de revisar la habitación una y otra vez buscando a quién provoco ese ruido, pero nada, solo silencio.

¡¡Courtney!!

Está vez fue mucho más fuerte, mi piel se erizo y mis latidos se aceleraron, mi respiración era rápida y pesada, la ventana se abrió dejando entrar una ráfaga de viento al mismo tiempo que esa voz volvió a gritar mi nombre.

Se escucho alguien tarareando una melodía, que se me hizo bastante familiar, me pare de la cama acercándome a la ventana – ven Courtney. No tengas miedo. Acércate. Ven a mí – al llegar tome ambas puertas de la ventana cerrándolas y colocándole el seguro. Por un momento el silencio se volvió insoportable, solo oía mis acelerados latidos y respiración agitada.

Vi mi reflejo en la ventana y mis ojos estaban cambiando de color a un rojo escarlata, mi rostro se deformaba cambiando al de una mujer blanca y pelirroja con labios pálidos y una sonrisa que me helaba la sangre – ¡Courtney! – grito saltando del cristal abriendo la ventana de par en par, haciéndome caer y colocando sus manos alrededor de mi cuello.

Sentía como mi garganta se cerraba y se me dificultaba respirar, trataba de quitármela de encima, pero era demasiado fuerte, tenía un grito agorado en la garganta que tenía la necesidad de librar.

La muerte se acerca a Forks – la imagen de unas personas encapuchadas caminando sobre la nieve paso por mi mente, luego lobos corriendo, un lobo marrón rojizo viéndome directo a los ojos y al profundizar en ellos pude ver a Jacob, su imagen cambio a una en la que el se retorcía en el piso gritando, una mujer siendo quemada en una hoguera apareció en mi mente hasta se consumida por las llamas.












𝐄𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐓𝐎   ᴊᴀᴄᴏʙ ʙʟᴀᴄᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora