PRÓLOGO

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Tuve que pasar por varios corazones rotos, desamores y derramar mil lágrimas para entender que uno no puede simplemente ilusionarse por aquel muchacho que dijo palabras bonitas un día. Los amores juveniles de ahora, no son los mismos a los de antaño, y no les voy a mentir, a veces me resulta preocupante cómo será el de las generaciones futuras. 

Soy creyente de que la vida trae personas nuevas a nuestras vidas para fortalecernos y hacernos crecer como personas; aunque, también aparecen otras que intentan derribarnos para hacernos comprender una que otra lección de vida.

«Una acción vale más que mil palabras.», suelen decir aquellos que ya han vivido infinidad de experiencias. 

Estoy casi segura que pronto encontraré al príncipe azul del que siempre me hablaban los cuentos que leía de pequeña. El que me va a amar con mis altos y bajos, y nos tendremos el uno al otro sin importar qué.

En fin, no puedes culpar a una chica por intentarlo.

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