Capitulo 1

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Se podía ver a un peli-verde caminando por las calles de Musutafu en una noche fría y oscura, estaba sumido en sus pensamientos recordando a una villana de la cual se enamoró y con la cual tuvo una hija que nunca conoció , estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dió cuenta que se chocó con una mujer y su hija, cuando se dió cuenta se incorporó y extendió sus dos manos para ayudar a levantar a la mujer y el niña, pero cuando ocurrió el contacto de los tres, sintieron una sensación de extrañes, anhelo y tristeza.

Luego se que se incorporaron Izuku procedió a disculparse.

Izuku: Lo siento no mire por dónde estaba caminanba - haciendo una reverencia.

Himiko: No es necesario que se disculpe nosotras tampoco estuvimos prestando atención al camino - igualando la reverencia del peli-verde.

Cuando se miraron a los ojos al instante les recorrió un escalofrío.

Izuku: Himiko ¿Eres tú?.

Himiko: Lo siento me tengo que ir - agarrando la mano de la infante e iba a caminar en la dirección contraria pero el peli-verde la agarro de su muñeca.

Himiko: Izuku por favor suéltame tengo que irme - lo dijo intentando liberarse de su agarre.

Izuku: No, quiero respuestas y solo tú me las puedes dar - lo dijo con unas lágrimas que se estaban cristalizando en sus ojos.

La pequeña que solo miraba pregunto.

Inko: Mami ¿Quién es el señor? - lo dijo mientras lo miraba a los ojos y sentía que su corazón se empezaba a calentar.

A Himiko se le empezaron a caer lágrimas lentamente de sus ojos.

Izuku estaba anonadado no sabía el porque pero quería abrazar a la pequeña que lo miraba a los ojos.

Himiko dejo de forcejear y se paró con la mirada gacha.

Izuku: ¿Qué te parece si vamos a comer algo? - lo dijo con la esperanza de que pudiera conseguir las respuestas que por tantos años quería saber.

Himiko: No, tengo cosas que hacer.

Inko: Mami tengo hambre - ella no sabía porque quería acercarse a aquel hombre que aún sostenía la mano de su madre.

Himiko: Mi niña comeremos en la casa - lo dijo con la esperanza de que no dijera nada más.

Izuku: Por favor Himiko vamos a comer algo, además la pequeña tiene hambre

Himiko: Ya te di... - Izuku se acercó a su oreja y le dijo.

Izuku: O quieres que te entregué a las autoridades.

Himiko se quedó helada, ella sabía que en esta situación tenía todas las de perder porque se trataba del héroe número uno del país, además que por su historial criminal le podían quitar a su pequeña que era su motivo para seguir viviendo.

Himiko: E...está b...bien - tartamudeo con muchos nervios.

Izuku: Genial conozco un buen lugar por aquí - dijo mientras ponía una gran sonrisa.

Ambos adultos y la menor emprendieron camino hacia el restaurante, cuando llegaron pidieron una mesa y procedieron a sentarse.

Izuku: Mira pequeña que tal si vas a jugar por ahí - señalando con la mano a una zona infantil.

Inko: Mami puedo ir - pregunto con la esperanza de que la dejara ir.

Himiko: Está bien mi niña - dijo resignada a la siguiente plática inevitable con el peli-verde.

Inko: ¡Jupiii! - exclamó con una sonrisa parecida a la de Izuku.

Cuando se fue la infante reino el silencio en la mesa, ambos adultos no parecían tener la iniciativa por distintas razones, Izuku por el hecho de que se encontró a la mujer que por años busco y que posiblemente esa niña es su hija, y ella por la culpa, tristeza y arrepentimiento que sentía al escapar con su hija y negarle el conocer a su padre y viceversa.

La Familia MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora