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Toda la semana siempre es buena, allí Lionel se la pasaba con su amado, este siempre le dedicaba cariñosos besos y abrazos, salían a pasear, muchos le gritaban por su nombre y lo fastidiaban en sus citas, pero él, siempre estaba alegre con todo.

Estaba feliz todo el tiempo si es sincero, paso tiempo de caridad con su esposo comprándole todo lo que quería sin importarle las miradas de la gente, unas miradas que el deducía eran celos al tener tan esposo un hombre hcho y derecho, magnífico en lo que deseaba, sus ojos siempre iban dirigidos a su pareja, apreciando su estado y como este con cualquier cosa que se colocara, siempre seria el chico a quien ha amado.

Y cuando terminaron las compras, Guillermo dejaba que Lionel las cargara, ya que el estaba más feliz apuntando las tiendas que más le gusta y Messi cuál enamorado, quinceañero recién descubriendo al amor de su vida, atontado a la manera de ser de su Ochoa, cumplía cada uno de sus caprichos, hasta que él ya estaba lleno, todo sea por mirar en su esposo, la Gran sonrisa que le encantaba admirar, como el viento ondeaba de forma ferviente.

Una imagen de la cual el siempre está acostumbrado de apreciar, cuando llegaron al coche, suspiro con cansancio, dedicandole por igual su sonrisa que siempre tiene que ser a su amado niño — dios, estuvo muy pesadas las compras, pero ya te dije que tú no vas a cargar nada, ¿Eh? —vio como Guillermo rechistaba ocasionando le una sonrisa graciosa, pero esta vez solo se enderezó, doliendole su espalda, está vez solo vio su celular, el cual tenía una foto de Guillermo y él, solo que en esta, Guillermo se notaba demasiado cansado y con grandes ojeras bajo sus ojos.

Pero es una foto que él aprecia demasiado, viendo las notificaciones este vio que quién le mandaba era su amigo Kun, sonrió divertido para contestarle en calma mejor en llamada, era alguien demasiado fastidioso pero no por nada le hastiaba — ¿Aló?

—¡Lío te estaba mandando mensaje a mensaje! ¿Que es lo que hacés? —preocupado sonaba el argentino, quien Lío solo rodó sus ojos, viendo divertido a Ochoa quien ya sabía posiblemente quien era.

—nah solo fui a comprar un poco, ¿Que pasó? —le dijo con esa calma que le define perfectamente al chico, escuchando de la otra línea como este respiraba aliviado aunque le contestó como siempre —

—queriamos invitarte a tomar un poco, haz estado encerrado y bueno, al menos de que hagas otra cosa —hablaba el que había recibido la llamada en tranquilidad — aquí estamos De Paul y Lautaro, al menos ellos dos, vamos no seas así...

Lionel vio a su pareja, este solo asintio con calma, haciendo que Lionel sonriera ya que realmente no quería dejar solo a su amado, pero sabía que él lo seguiría, odiaba quedarse solo

—esta bien, iré así que no se preocupen, vayan preparándose —burlaba el contrario, escuchando como Kun festejaba a lo que dijo, parecía de verdad más que alegre, fue por ello que con emoción solo dijo con rapidez dónde se encontrarian.

Aquello relajo al delantero argentino, Guillermo solo acarició el hombro de su amado — te lo mereces mi amor, siempre eres tan dedicado conmigo, ¿Vamos entonces?

—claro, pero trataré de no tomar tanto, ¿Si no quien maneja? Tu dijiste que no deberías hace tres años desde la última vez que pasamos —solto unas risas bajas, contagiando lo hacia Guillermo.

Ambos se sonrieron y en paz, mientras Lionel manejaba, su mano derecha sostuvo la izquierda de Guillermo, uniendo los, allí mismo.

Detrás de él, en la cajuela, se encontraban las flores que Guillermo quiso que le comprase, unos claveles, lo pondrían en la maceta para plantar lo, así que estaría muy lindo en la casa.

Fue allí donde llegaron a su hogar, Lionel fue quien le dijo a Ochoa que no bajara nada que el lo haría, y allí, se vio con velocidad como el delantero corría de un lado a otro, sacándole gracia al mexicano.

Tendrían que estar listo en la noche porque se presentaría esa fiesta.



—¿Estás listo mi amor? —hablo Lionel en paz, donde al momento de voltear, se encontró a su amado, era demasiado hermoso como siempre lo ha visto que hasta su rostro se ruborizo, aunque le dedicó una sonrisa, verlo con una ropa elegante aunque no entallado, estaba con ropa que en sí es casual pero elegante — te vez... Hermoso, precioso —susurro de forma baja, acercandose hacia este, agarrando sus manos dandole la vuelta juguetón a Guillermo, solo para apreciarlo mas meticuloso.

—gracias, me gustó mucho este cambio de ropa... Es lindo —susurro de forma baja hacia el argento, quien solo asintio — tu tambien te vez... Guapo, demasiado —aquello inflo el ego al delantero, quien se acomodó sus ropajes que también eran ajustados, dejando mucho que desear.

—claro, si saldré junto a mi esposo —solto unas risas, y allí, ambos solo salieron del lugar.

Al final nadie iba a manejar, pasarían a por ellos Kun y compañía, tan solo salieron y esperaron unos pocos minutos en el que llegaron, se vio como Kun bajó con esa inmensa alegria, alzando sus brazos en donde fue casi corriendo hacia este, dedicandole un reconfortante abrazo que inconscientemente Messi se aferro.

—¿Cómo haz estado Messi? ¿Todo bien? —le pregunto con calma, con una sonrisa levemente torcida, ver como Lionel asentia le dió un alivio, allí solo lo dirigió dentro — vamos vamos que esos chupes no se toman solos —cuando ingresó Lionel, el solo se dirigió a la puerta delantera ya que era quien manejaba, Messi se espero a que ingresará Guillermo para cerrar la puerta y así arrancar.

Todo el camino fue tranquilo, Kun miraba de reojo a Lionel que se notaba relajado.

Guillermo solo los miraba en silencio, ya que no estaba incómodo.

—¿Y tú vas a beber mucho Lío? —pregunto Lautaro hacia este, escuchando sus risas, eso libro el pequeño incómodo silencio.

—tal vez solo un poco, aunque creo que no será así —le dedicó una sonrisa cálida

Ocasionando que todos se relajarán en Paz.

—pues hoy invito yo, así que beban hasta que pierdan todo, quien sabe a lo mejor yo no bebo y ustedes logren tomarse mis chupes —burlaba Kun, ya que después de todo estaba enfermo y tenía que cuidarse, aunque con ellos era imposible que pudiera cuidarse.

Seria una salida de lo más tranquila es lo que suponían, ya que hace tiempo no salían con todo el equipo, al menos con unos pocos estaría bien, además, así disfrutarían que Lionel pudiera despejarse un poco.

—¿A qué lugar iremos está vez?

—uy papá, lejísimos, pero dicen que está bueno el lugar de allá —con solo decir eso, los tres se emocionaron, contrario a Lionel, que mantenia su mano unida a Guillermo que solo estaba en silencio sus conversaciones.










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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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Lindo Clavel [MESSI X OCHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora