Japón, país asiático oriental, es bastante hermoso a decir verdad. La cultura y las ciudades eran bastante únicas. Sin embargo, como todo lo bello, también tiene puntos negativos, ¿el de japón? La homofobia.
Homofobia, la aversión hacia la homosexualidad. Cualquier persona que se considere homofóbica suele tener una actitud despectiva, degradante, discriminatoria, ofensiva o desfavorable hacia las personas de orientación homosexual.
Y la homofobia en Japón ha llegado hasta tal punto que las relaciones homosexuales han sido censuradas, es decir, que amar a alguien de tú mismo sexo se ha vuelto totalmente ilegal e inmoral.
No obstante, ¿es eso realmente un impedimento? Podría decirse que para una persona común sí, lo es. Pero, no todos entran en la categoría de "común".
———————
Caminaba por las frías y concurridas calles de aquella bella ciudad japonesa, Yokohama. Eran aproximadamente las seis de la tarde y el sol ya se había puesto hace unas horas.
Escuchó a su acompañante bostezar con fuerza mientras pasaban por un parque. Lo entendía, llevaban bastante tiempo dando vueltas sin sentido por la ciudad. Se habían aburrido en el trabajo a causa de que ya habían completado todas su misiones, así que habían decidido salir para pasar el rato en busca de algo interesante que hacer. Sin embargo, llevaban como dos horas ya y aún no había pasado nada. La única razón por la que seguían dando vueltas era para no regresar a trabajar.
— Hey, Chibi — Dazai Osamu, quien caminaba a su lado, llamó su atención — Mira allá — Siguió la mirada de su compañero y vio un grupo de gente que se acumulaba, parecían estar rodeando algo.
Con curiosidad para nada disimulada, se acercaron y se abrieron paso entre el pequeño cúmulo de personas que tenían expresiones horrorizadas, como si estuviesen viendo un brutal asesinato. No obstante, lo único que lograron ver fue un espectáculo un tanto extraño; dos hombres, que no tenían pinta de ser criminales, estaban siendo arrestados por un par de oficiales.
— Disculpe... — Con educación, Dazai llamó la atención de una señora que estaba junto a ellos mirando el espectáculo con la misma atrocidad que el resto. Cuando recibió la mirada de la mujer, preguntó — ¿Qué es lo que ocurrió aquí? — La señora lo miró con extrañeza, como preguntándose cómo es que no lo sabía — La verdad es que llegamos recién y no hemos logrado ver lo sucedido — Se llevó la mano a la nuca y sonrió con falso nerviosismo.
— Bueno, la verdad es que es algo un poco tabú — La vieja lo pensó un poco antes de acercarse al castaño como si fuese a decirle un gran secreto. Dazai, con aún más intriga que antes, compartió una mirada de reojo con Chuuya y le prestó atención a la señora — Ellos eran maricas y estaban aquí, en la plaza, tomados de la mano — Se alejó y su cara mostró una expresión de repugnancia pura — ¿Lo puede creer? Que descarados, es simplemente desagradable — Con eso, la señora volvió su atención al "show". Osamu se acercó nuevamente al pelirrojo.
— Nada interesante, al parecer eran homosexuales, los vieron tomaditos de la mano — Le dijo en un tono bajo para no llamar la atención del resto de los espectadores.
— ¿Sólo eso? — Alzó una ceja con intriga.
— Pues si, ya sabes, es ilegal — Se encogió de hombros con desinterés — Y eso es lo qué pasa si no sigues las leyes — Señaló nuevamente a los hombres; víctimas de los oficiales, quienes les daban un trato para nada agradable, y de los transeúntes, quienes los juzgaban con la mirada y los observaban como si fuesen fenómenos.