HARRY POV
«Comía sin tener hambre, besaba sin
sentir amor, sonreía sin estar feliz y reía
aunque nada le hiciese gracia pero cuando lloraba... Lloraba y las razones no le hacían falta» es una cita de Aglow, el libro favorito de louis, el dice que se siente identificado, yo también.Estuve pensando en varios párrafos
de ese libro mientras visitábamos
el barrio gay de Chicago, todos esos
colores, el ambiente, la música... Entre
casas de clase socioeconómica muy
alta, malteadas de arcoiris, brazaletes,
canciones de Lana del Rey y Hayley
Kyoko nos dio casi la media noche,
conocimos varias personas en apenas
esas tres manzanas, cada vez que nos
besábamos todos aplaudían, eso sube la
moral sinceramente.-Me casaría ahora mismo -dice el
dando saltitos, pero se arrepiente de inmediato.Le doy un beso en la mejilla y una sonrisa de esas que el adora para aligerar su expresión de pena.
-Casarse está sobrevalorado -me acerco
para susurrar en su oído, quiero ser lo
más tierno posible, que el sepa que yo
realmente lo estoy amando.- Nosotros ya somos mucho más.Me devuelve una mirada cristalina,
de esas que dicen muchas cosas, no
sé como puedo ser capaz de querer
alejarme de un niño tan precioso.-Feliz cumpleaños otra vez harry, estoy
muy feliz de que estés en mi vida.- Dice
simplemente, lleva todo el día con lo
de mi cumpleaños, no soy fan de los
cumpleaños, me dan una extraña mala
sensación, como de nostalgia...Se nos hace tarde, la media noche en el
barrio gay me hace descubrir todo lo que he ganado.La interminable lista; amar a un hombre me ha abierto las puertas de un mundo entero, colorido, extravagante, intelectual, mis ojos ya no ven las cosas de la misma forma, ya no ignoro.
Idolatro el cuerpo humano, ahora busco trasfondos y dobles sentidos, como si hubiese abierto una brecha mental que jamás podré revertir. Tampoco deseo hacerlo.
Ser gay, esta comunidad, toda la lucha, los miedos, todos los días de interminables búsquedas de identidad que jamás llegan a nada, el mundo se está transformado y estoy dispuesto a ofrecer mi vida a la causa.
Entonces volvemos a casa, -bueno, lo que ahora puedo llamar casa- y me quedo el resto del día hablando trivialidades con louis.
-Si pudieras vivir para siempre, ¿lo
harías? -Le pregunto.Estoy tirado en el piso, recibiendo el olor a madera húmeda mientras miro a mi novio pasearse de un lado a
otro, creo que intenta recordar algo, igual la vista es buena.-Si claro -responde sin titubear.
-Pero vas a quedarte solo en algún
momento, verás cosas horribles de
seguro -cuestiono.-Sí, pero ya no tendría ningún miedo, y
creo que llegaría a cierta edad en la que
estaría mentalmente preparado para
cualquier cosa.-¿Crees que estás preparado para
cualquier cosa?
El chico deja lo que sea que hacía y me
mira tiernamente, se arrodilla entonces
en el lugar donde estoy tirado.-No, tengo diecinueve años y estoy casi
seguro de que si moriré.Me gustaría preguntarle si tiene miedo
a la soledad, pero no quiero dejarle
pequeños detalles que repita en su
cabeza cuando me vaya y se pregunte porqué lo hice.