Capítulo 12

10.1K 480 701
                                    

Pedri.

Cuando me llamó Ferrán era tarde. Muy tarde de hecho, y fue el primer motivo por el que mi preocupación se elevó hasta el límite. No había conseguido dormir en toda la noche por los posibles problemas que le podría suponer a Abril haberle contado todo a Nuria.

Y Gavi era otro factor que no me dejaba pegar ojo. Pero confiaba plenamente en Abril.

- ¿Ferri? ¿Todo bien? - Le pregunté al contestar su llamada.

El valencianó carraspeó y se tomó sus segundos para responder.

- Pedri, ¿puedes venir a por Abril? Ha bebido demasiado.

La presión que empezó a situarse en mi pecho me decía que algo había pasado. Que de una forma u otra alguien iba a acabar mal. Y no se por qué, mi instinto me decía que ese alguien iba a ser yo.

- Voy. No tardo.

Me apresuré lo máximo posible para poder llegar cuanto antes, pero la constante presión y los nervios me estaban consumiendo. Afortunadamente la discoteca no estaba lejos de mi casa, apenas un camino de diez minutos. Pero para mí fue un trayecto que duró toda una vida.

Aparqué de mala manera muy cerca de la entrada y al bajar del coche me sorprendió toda la gente que había esperando para entrar. Una multitud de personas que al verme aparecer empezaron a sacar los teléfonos móviles.

Gritos, llamadas de atención, fotos.

Escuchaba mi nombre por todos lados mientras intentaba hacerme paso para entrar en la discoteca, y el portero no me puso ningún impedimento.

Al entrar allí me sorprendió el panorama que me encontré. Abril estaba sentada en un banco junto a Sira, con la cabeza apoyada en su hombro y los ojos cerrados, como si estuviera realmente cansada. Frente a ellas estaba Ferrán, moviendo la pierna nervioso y cruzado de brazos, con una expresión seria. Al verme se acercó y me rodeó con sus brazos.

- Gracias a Dios que has venido, Pedri.

Correspondí su abrazo y no contesté. Mi mirada se dirigió a Abril, que seguía en la misma posición.

- ¿Qué le ha pasado? - Le pregunté a Ferrán a la vez que me arrodillé delante de ella y le acaricié el brazo en un intento de que abriera los ojos.

No escuché la respuesta de Ferrán porque cuando Abril me miró y me sonrió, me dejó de importar lo demás.

- ¿Estás bien?

Ella afirmó que sí con su cabeza y pude escuchar a Ferrán resoplar.

- No me fiaría de ese "sí". - Es lo primero que le escuché decir a Sira, pero la ignoré.

Me incorporé de nuevo y Abril se apoyó en mí, descansando su cabeza en mi tripa mientras yo le hacía caricias en el pelo.

Prestando un poco de atención a la situación, pude ver cómo Ansu estaba bailoteando con un grupo de chicas más jóvenes que él. Ya era casi una rutina.

Pero de pronto me di cuenta de que me faltaba algo.

Gavi.

- ¿Donde está Pablo? ¿Le ha pasado algo?

- En el baño. - Contestó inmediatamente Ferrán, como si tuviera la respuesta pensada.

- ¿Con alguien? - Insistí.

Ferrán negó con la cabeza y yo fruncí el ceño.

- ¿Qué pasa? - Preguntó él, confuso.

- Gavi no pisa nunca el baño de una discoteca si no es con una tía. Le ha pasado algo, ¿verdad?

Nuestro último baile - Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora