Las gotas de lluvia golpeaban el auto, los cristales empañados parecían ser lo más entretenido del momento. Jeongin se encontraba apreciando la vista nublada, a los árboles bailando por el viento de la tormenta.Llevaban más de 4 horas de camino y parecía que nunca acabaría. Hacían varios minutos que dejó de prestar atención a la melodía en sus audífonos. Pensaba en muchas cosas, en cómo será su nueva casa, en si su habitación tendrá un buena vista, en si conseguiría hacer algún amigo en ese lugar.
Sabía muy bien que en cuanto terminaran de instalarse en la casa, serían contadas las ocasiones en que vería a sus padres y si tenía suerte, compartir mesa.
Cuando la propuesta a su madre de ser la gerente de la sucursal de Wings de aquel lugar llegó, sabía muy bien que debía comenzar a empacar aunque la idea no le gustase. El dejar ir todo lo que ya tenía en su antiguo hogar no le resultaba encantador, ni a su padre tampoco. El tendría que volver después de instalarse, había prometido viajar cada fin de semana para verlos.
No sabía cuánto divagó en sus pensamientos y dió un respingo cuando sintió una mano en su muslo.
- ginna, hemos llegado. - siguió el dedo de su madre hasta dar con la entrada de aquel lugar. Seguía consumido por los árboles, pero en esta ocasión, lograba ver a lo lejos infinidad de luces de todo color.
- ¿Que te parece? Es precioso, ¿No? - decía su padre dándole una mirada desde el retrovisor. Pudo apreciar que el lugar era rodeado por un espeso bosque.
Apesar de que la neblina cubría el lugar, podría jurar que todo era demasiado colorido. Las calles estaban desiertas, pensaba que se debía a la tormenta o que tal vez porque eran casi las dos de la mañana.
Viajaron por calles y más calles, hasta que vio un tienda de conveniencia en una esquina, sorprendentemente parecía estar abierta. En ella pudo ver a un chico de cabellos azules acomodar revistas en el aparador. La curiosidad en sus ojos fue genuina cuando sus miradas chocaron.
La inmensidad del bosque volvió a cubrirlos al igual que la lluvia, una pequeña colina con una casa preciosa se alzaron frente a sus ojos, fue hasta ese momento en el que sintió el peso de su pequeño cachorro sobre sus piernas. Con cuidado de no lastimarlo trato de levantarlo pero este se aferraba con sus pequeñas patitas.
- Bien chicos, hemos llegado al fin, mi culo tendrá un descanso .- dicho esto, Taeyeon golpeó a su esposo ganándose una estruendosa carcajada por parte de Jeongin.
- Kkami, por favor, No podemos quedarnos a vivir en el auto. - al ver la puerta abierta, el animal bajo corriendo, desconociendo el lugar enseguida. - Mira, todos esos árboles serán tu baño personal de ahora en adelante.
Al entrar, pudo sentir una vibra acogedora, era cómo si la casa los hubiera esperado todos estos años. El piso era de una madera muy bonita, las paredes cubiertas de un papel tapiz color hueso. Pudo notar al final una gran escalera que no dudo en subir.
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𝐌𝐚𝐠𝐢𝐜𝐚𝐥 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬¹ ° ʜʏᴜɴɪɴ (PAUSA)
Fanfiction(en pausa indefinida por corrección) Jeongin siempre se a sentido un poco solo, preguntándose porque la vida era tan monótona, hasta que un día por obras del destino Youtube le recomienda un vídeo muy particular que captó toda su atención ¿Que mierd...