El viaje en busca de licántropos para convertirlos en híbridos de Klaus y Stefan cambia drásticamente cuando van al bar de Gloria, sólo para ser traicionados por dicha bruja. Lo que ocasionó que varios malos eventos, dependiendo a quien le preguntes...
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ˢᵗᵉᶠᵃⁿ ˢᵃˡᵛᵃᵗᵒʳᵉ. ʳᵉᵇᵉᵏᵃʰ ʸ ᵏˡᵃᵘˢ ᵐⁱᵏᵃᵉˡˢᵒⁿ.
(Créditos a quién corresponda.)
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Stefan abrió los ojos con lentitud. Parpadeando cuando las luces lo cegaron por un momento. Cuando alzó las manos para protegerse de la luz, se dio cuenta que algo sujetaba fuertemente sus muñecas y tobillos.
— La bella durmiente ya despertó. —La voz tranquila y burlona de Gloria lo saludó.
— ¿Qué es esto? —preguntó, intentando romper las cuerdas. Un siseo de dolor escapó de los labios de Stefan. Entre más intentaba romperlas, más dolor y cansancio sentía.
Gloria lo ignoró.
Stefan trató de pensar la forma de salir de ahí, pero los olores a hierbas lo hacían confundirse. Observó con ojos borrosos cómo la bruja colocaba velas alrededor de él.
Cuando terminó, camino hacia su forma tendida.
— Nada contra ti, cariño —se burló, colocando su palma en la mejilla de Stefan, mandando escalofríos desagradables a través de él.—. Pero es necesario.
— ¿Qué es necesario? —pudo terminar de preguntar sólo para que Gloria, sin previo aviso, tomará bruscamente su mandíbula y le hiciera tragar algo líquido.
Stefan tosió. Trato de escupir el líquido de su boca, pero era imposible. Todo el líquido pasó rápidamente por su garganta.
El tono amargo recorrió todos sus sentidos gustativos provocándole arcadas.
— Cuidado. No dolerá tanto. —dijo Gloria con voz tranquila y una sonrisa emocionada.
Y sin previo aviso las manos de Gloria se posaron a su pecho, sacando otro siseó de dolor a Stefan. No sabía lo que la bruja hacía, pero dolía, sus manos quemaban; y en cada segundo que estaban ahí, el dolor crecía.
Stefan no se dio cuenta de sus gritos de dolor, así como tampoco se dio cuenta de las palabras cantadas por la bruja. Stefan sólo no podía concentrarse. Sentía que todo su cuerpo era consumido en llamas. Y lo único que pensaba era que parará. Que parará el dolor.
Parecía una eternidad cuando, por fin, terminó. Atreves de sus ojos llenos de lagrimas pudo ver la mirada satisfecha de la bruja, mirándolo con intensidad.
— Perfecto. —susurró con extraño júbilo. Tan ocupada viendo su obra maestra, que no se dio cuenta de los dos vampiros originales detrás de ella.
Sin perder tiempo, Klaus decapitó a la bruja de forma rápida.
Rebekah, que había ido directamente a donde estaba Stefan, se paralizó.
— No puede ser. —exclamó cuando miró al lugar en dónde se suponía que deberia de estar Stefan. Una expresión incrédula apareció en su rostro al mirar el estado de su ex amante. No aparto la mirada en ningún momento, ni cuando Klaus apareció a su lado. Pero estaba segura que su reacción era la misma que la de ella, considerando lo quieto que estaba.
Klaus quedo estático, no se movió, y por primera vez en su vida no sabía que decir o que hacer.
Nadie podia culparlo. Cualquier persona normal reaccionaría asi.
Parpadeó, mirando el rostro hasta la ropa, y de nuevo el rostro.
En vez de Stefan, había alguien más ahí.
Una chica de cabello rubio.
Los dos hermanos se miraron con la misma expresión en el rostro, y muy seguramente, pensaron lo mismo.
