Verdades y Retos

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Zoe con las mejillas infladas en un puchero y el ceño fruncido miró al pequeño Daniel que estaba perdido en sus pensamientos murmurando distraídamente y casi automáticamente palabras como "Mm sí", "Tienes toda la razón...", "Claro..." para ocultar el hecho de que en verdad no le prestaba ni la mínima atención.

⚊ ¡Cerdito! Q-quiero decir... Da-Daniel ¡¿Me estas escuchando?! ⚊ tartamudeo golpeando el mostrador de embolsado del mini mercado, asustando al pobre Danielito que saltó en su lugar del susto.

⚊ ¿Qu-Que? Em.. ¿Si? ⚊ en lugar de escucharse seguro de su respuesta, se le escuchó dudoso de sus propias palabras.

A Zoe le pálpito la vena del coraje ⚊ ¡Tonto! ¡Estaba diciéndote algo tan importante, pero solo me ignoras! ¿Que pasa contigo? ¡Has estado actuando extraño! ⚊ se quejó.

⚊ No es nada Zoe, lo siento. No fue mi intención ignorarte, ¿puedes repetir lo que dijiste? Prometo que te escucharé esta vez ⚊ con una apenada sonrisa se disculpó rascando su regordete mejilla derecha con el dedo índice.

Zoe se ruborizo <tierno> es todo lo podía pensar al verlo de ese modo. ⚊ ¡N-No importa! Y-Yo tengo cosas que hacer, mañana vendré a la misma hora... ⚊ y diciendo eso se fue dejando a un triste Daniel que pensaba que había hecho enojar a su amiga y que por eso se iba.

Cuando la verdad Zoe solo huía del lugar con miedo de que Danielito escuchará los fuertes latidos de su corazón.

«¡Tonta, tonta, tonta, tonta! ¡¿Por que pensé que el cerdito era tierno?! » se reclamo alejándose del lugar con la cara muy roja.

Por otro lado, Daniel suspiro ante su torpeza, no había sido intencional ignorar a Zoe, es solo que no podía quitarse a Jay y el beso de su cabeza.
Daniel se humedeció los labios secos, pensando seriamente de nuevo en lo dulces que eran los finos labios de Jay y su cuello perfumado de colonia. El pequeño Park se hundió lentamente en los recuerdos vividos ayer, de como devoraba la boca de Jay y recorría su cuello dejando profundas marcas, dejando en claro que este cuerpo tenía dueño.

«Dueño...» a Daniel casi le dio algo cuando esa palabra pasó por su cabeza, ¡¿en que pensaba?! ¡¿Él el dueño de Jay?!

⚊ ¿En que estoy pensando? ⚊ susurro para si mismo, apretando sus regordetes mejillas.

Después de darse una pequeña regañada por sus pensamientos, prestó atención a la entrada del mini mercado cuando escuchó la campana. Vasco había ingresado y parecía algo nervioso. Y eso no era todo, detrás de EunTae se encontraba el culpable de su distracción.

⚊ ¡Vasco! ¡Ja-Jay! Bue-buenas noches chicos, ¿que buscan? ⚊ pregunto nervioso sintiéndose un poco intimidado por la presencia de Jay quien miraba distraídamente las cajas de chicles del mostrador.

⚊ ¡Danielito! ¡Ayudame! ⚊ grito de repente Vasco, Daniel se sobre salto y rápidamente quito su mirada de Jay para enfocarse en el suplicante Vasco, se podía ver cómo una lágrima se le había escapado.

⚊ ¿Que sucede Vasco? ¿Te sientes mal? ⚊ preocupado por su amigo, Daniel le pasó un pañuelo a Vasco para que se limpiará las lagrimas.

⚊ ¡Daniel grande no contesta mis mensajes! Necesito de su ayuda y por lo que se tú vives con él, ¿puedes llevarme con Daniel grande, pequeño Danielito? ⚊ pidió suplicante.

Y Daniel recordó que había olvidado su teléfono cargando en la pequeña vivienda que alquilaba. Además, no podía llevar a Vasco ahora o descubrirán que tiene dos cuerpos, a parte ¡¿por que vino a estas altas horas de las noches?! ¡Era prácticamente las tres de la madrugada! ¡Y mañana tenian clases! ⚊ Lo siento Vasco, pero no puedo dejar la tienda sola, espero que lo entiendas ⚊ se disculpó. ⚊ Pero si te sirve, puedo ayudarte en tu problema.

⚊¿En serio? ⚊ la mirada de Vasco se iluminó.

⚊ Si...

Y así, Daniel terminó dándole a Vasco algunas ideas sobre cómo invitar a salir a Jace, y no les tomó mucho tiempo idear un plan de citas perfecto para que Vasco dejara el lugar satisfecho.

En el momento en que Vasco salió del mini mercado, Daniel recordó a Jay quien había observado todo desde una aceptable distancia, en silencio.
⚊ Y Jay... ¿Que te trae por aquí? ⚊ pregunto algo nervioso.

Hong agarro una caja de chicle sabor mentas y lo dejó frente a Daniel antes de señalar a la silla extra a su lado. ⚊... ⚊ sus silenciosas palabras fueron claras para Daniel.

⚊¿Q-Quieres quedarte un rato conmigo? Cl-Claro que puedes ⚊ Daniel dejó que Jay tomara asiento a su lado.

Y un horrible silencio se apoderó de la atmósfera, al menos así lo veía Daniel que de reojo miraba como Jay masticaba sus chicles de mentas recién pagados. ⚊¿Y por qué estas aquí? Q-Quiero decir, no me incómoda que este aquí es solo que como mañana tienes clases ... ⚊ Daniel no era bueno con las palabras y eso era notorio.

Es que tenía tantas preguntas que hacerle, sobre los besos, las marcas que intercambiaron, sobre estos sentimientos, pero no podía, sería extraño que fuera él quien hiciera esas preguntas que correspondían a su hermoso cuerpo. Porque se suponía que "él" y Jay eran los únicos que sabían de las marcas que cubría todo el pecho de Hong, ya que Daniel no perdió la oportunidad de dejarle más marcas a Jay cuando se percató lo solos que estaban en el estacionamiento de la institución, hace un par de horas. Y aún se preguntaba por que había actuado tan atrevido con Jay.

Daniel se ruborizo de tan sólo pensar en los chupetones de distintas tonalidades manchando la perfecta piel de Jay, pero tuvo que salir de su ensoñación cuando el rubio se levantó de la silla de repente.

⚊ ¿Jay? ⚊ miro confundido a Hong, inmediatamente Jay le extendió un papel ⚊ ¿Q-Que? ¿Es para mí? ⚊ pregunto, Jay negó. ⚊ ¿Es para Daniel? ⚊ esta vez Jay asintió en afirmación con un ligero rubor.

Sintiendo un poco decepcionado, Danielito agarro el papel con una débil sonrisa y escuchó el favor que le pidió amablemente Jay, quien apenas dijo sus silenciosas palabras huyó del lugar apenado.

Dejando atrás a un Daniel que dedujo que tal vez no iría a clase por ir a una cita con Jay.

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