𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒐𝒔

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El pequeño gatito acariciaba su vientre con preocupación, se hacía bastante tarde y su Alfa aún no regresaba. Repentinamente el sonido de su teléfono lo saco de sus pensamientos, con ansiedad y preocupación lo respondió rápidamente.

-¿Harry?- su voz se escuchaba preocupada.

-Gatito...- hablo con cariño, aliviando al pequeño Omega al otro lado de la línea.

-¿Pasó algo?, ¿Porqué tardas tanto Alfa?- los cachorros parecían inquietos en su interior y su vientre no dejaba de pinchar dolorosamente.

-Nos demoraron demasiado en la sala de denuncias, había otro caso y por lo poco que pude oír estaba demasiado fuerte...- suspiró con cansancio.

-O-ohh A-alfa E-

Un gran jadeo de dolor se escapó de sus labios, y sosteniendose de las paredes intento que el dolor pasará, pero este parecía hacerse más fuerte.

-¿Gatito?, ¿Que ocurre mi vida?, Siento tu dolor hasta aquí...- la voz del Alfa se escuchaba preocupada.

Un nuevo chillido más fuerte escapó de los labios del Omega, un extraño líquido comenzó a correr por sus piernas y asustado miro hacía abajo, sintiendo como la sangre abandonaba su rostro.

-¡¿Bebé?! ¡¿Que está pasando?!- el pelirubio se encontraba más que alterado.

-C-creo que l-los bebés e-estan en c-camino.. - apenas había podido vocalizar, por el gran dolor y las ganas insoportables que tenía por pujar.

-¿Q-que?, ¡Espérame bebé!, ¡Voy en camino con una ambulancia!- la llamada se cortó rápidamente y para ese punto el Omega respiraba por la boca, intentando intentando que el dolor menguara. Sus manos temblaban y su cuerpo parecía querer ceder por el inmenso dolor, pareció calmarse un poco, y después de unos instantes una nueva contracción, hizo que sus piernas cedieran y cayera de rodillas estrepitosamente al suelo. Su rostro se encontraba lleno de sudor y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-¡Gatito!- la puerta fue abierta con fuerza, revelando a un Alfa azabache completamente asustado, y 2 paramédicos que parecían acercarse hacia él, siendo está la última imagen que pudo observar antes de desmayarse por el dolor.

-¡Tienen que subirlo al quirófano!- alcanzó a escuchar el grito de un doctor.

-¡¿A donde lo llevarán?!- esa era la voz se su Alfa.

-Tenemos que llevarlo al quirófano para hacerle una cesárea, por que usted nos dijo es un embarazo triple y este al ser tan riesgoso, de alguna u otra forma requiere de la cesárea.

-Si.. Pero-

-Usted no puede pasar señor le recomiendo que se quede aquí, su Omega y sus cachorros están en buenas manos. - detuvieron a Harry a mitad del camino, a pesar de su desesperación y sus ruegos por poder pasar.

Tendría que ser fuerte sólo por su Alfa...

...

Los minutos se hacían demasiado eternos para el alfa, sentía que estaba a punto de colapsar por los nervios, caminaba de un lado a otro con preocupación y pensando lo peor... No debió haber dejado a su gatito solo.. ¿Y si sus cachorros habían perdido demasiado líquido?, Porque definitivamente se había tardado en llegar, tanto así que su pequeño Omega se retorcía del dolor en el suelo, hasta el punto de desmayarse. Se mordió las uñas y volvió a caminar en círculos, intentado respirar y calmarse.. su Omega estaba bien y sus cachorros también ¿Cierto?

- Harry Potter... ¿Es usted?- una enfermera se había acercado hacía él.

-¡Si!, ¡¿Mi Omega está bien?!, ¡¿Como están mis cachorros?!- la voz del alfa se oía desesperada y sus ojitos parecían brillar en viva preocupación.

-Dejeme decirle Señor Potter, que la cesárea fue un éxito, su Omega está fuera de peligro y sus tres cachorritos están muy bien. ¡Felicidades!- la agradable beta.

Los ojos de Harry se llenaron de lágrimas y parecía querer gritarle al mundo que al fin conocería a sus cachorritos, que por fin los podría tener en sus brazos.

-¿P-puedo p-pasar c-cierto?- su león arañaba con ansiedad y su corazón latía en felicidad, alivio y demasiado anhelo...

-Claro que si señor Potter. - la enfermera le sonrió simpática, acompañándolo hasta la habitación.

-¿G-gatito?- asomó su cabeza con ansiedad.

- Harry...- la sonrisa del Omega era cansada, y su piel se veía más pálida de lo normal.

-¡Amor!- corrió hacia su Omega, abrazándolo y besando sus labios con ternura, al comprobar que efectivamente su Omega estaba bien. -¡¿Y nuestros cachorros?!- se separó un poco del omega, mirando de un lado a otro la habitación.

-Estan en incubadora Harry.., podríamos decirle a la enfermera que los trajeran, tan solo para verlos un poquito. - los ojos de Draco se iluminaron con tan solo la mención de sus cachorritos recién nacidos.

-Yo mismo la llamaré- Harry salió emocionado en busca de la enfermera y Draco sonrió negando. Su alfita parecía un cachorro..

-¡La enfermera ha dicho que si dragón!, Solo que dijo que no podíamos mantenernos mucho tiempo con ellos...- puchereo triste.

-Pero la buena noticia aquí, es que si podremos verlos Alfa... - los ojitos de Draco se cristalizaron.

-Tienes razón mi vida.- los ojitos de Harry también se cristalizaron, dándole un suave beso en la frente a su pequeño Omega gatito.

En poco tiempo entraron 2 enfermeras, la primera con sus dos diminutos cachorros y la segunda con el tercero; se veían tan pequeños y frágiles que la pareja no puedo evitar llorar de la felicidad y la inmensa ternura que les producía ver a sus tres cachorritos envueltos en tiernas mantitas con diferentes colores. Los dos varoncitos tenían una mantita azul y la cachorrita una mantita color amarillo pastel. Las enfermeras sonrieron enternecidas y les entregaron los 3 cachorritos a la hermosa pareja. Harry con los dos cachorritos y Draco con la pequeña cachorrita.

-N-nuestros bebés Draco..- el alfa quería contener las lágrimas, sin embargo al ver a uno de sus pequeños bebés sujetar su dedo, con su pequeña manito; fue suficiente para que comenzará a llorar de alegría y una vez más, besara cortamente los labios de su Omega, que sostenía a la pequeña bebé.

Ambos se miraron a los ojos y volvieron a llorar, juntándose para ver a sus tres cachorritos.

-T-te amo... Gracias por haberme dado esta felicidad tan grande Draco Malfoy.- lo miro con amor contenido en los ojos.

-Y-Yo te amo más mi Alfa... Gracias a ti por amarme y soportar tantas cosas con mi embarazo.

Ambos soltaron una risita cuando los recuerdos de los primeros meses regresaron a su cabeza. Un pequeño beso que sello lo que habían pasado por meses y culminó en lo que parecía ser una hermosa familia de felinos.

¿Quién dice que Harry no podría hacer feliz a su gatito embarazo?.

Fin






























Hola! Solo falta el epílogo para la finalización de este fanfic y les quiero pedir su ayuda para los nombres de las bendiciones, no tengo mi la menor idea de que nombres ponerles 😭.

Leere sus comentarios y pronto subiré el último capítulo!

•|𝑴𝒊 𝒈𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐|• Hᴀʀᴄᴏ (𝑀-𝑝𝑟𝑒𝑔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora