♤♡>*I'm obsessed with her *<♡♤

Seet

En Japón/Tokyo :

2:50 pm

Edificio de Bonten.

Se podía observar a un hombre peliblanco de baja estatura con apariencia ojerosa y descuidada, dentro de una habitación la cual tenía las ventanas cerradas y sobre ellas,
cortinas para evitar que cualquier rayo de luz se puede distinguir.

La habitación estaba sumida en un silencio sepulcral y se podía sentir la tensión que había en ella.

Ni siquiera los subordinados de él peliblanco querían ingresar a ese lugar.

Pues el hecho de que todos saben lo poco estable que es su jefe y aún más cuando se trata de su mujer, esa simple palabra "mujer".

Aquello había descolocado a los miembros importantes de Bonten, aunque de por sí para algunos "ese no era su asunto" hablaron.

Mientras que la otra parte sentía una inmensa curiosidad al saber que el jefe tenía mujer.

Ya que cada vez que salían a beber en los bares de propiedad de Bonten o llamaran para que vinieran prostitutas a dicho edificio, el peliblanco se mostraba reacio a todas las mujeres que se le ofrecían para pasar una noche.

Todos pensaron que simplemente debían respetar su decisión y no insistir, si no querían tener un bonito agujero en su cabeza.

Pero no tenían porque impacientarse ya que la mujer iba a llegar en tan solo 2 días y su curiosidad sería saciada.

El peliblanco se sentía abrumado por la intensa cantidad de emociones y pensamientos que lo recorrían.

Por fin podría dormir en paz al tener a Lilith junto a él otra vez.

Él sentía que en cualquier momento iba a colapsar, no pudo dormir ni un día desde que ella se había ido del país.

Eso lo inquieto mucho y entró en pánico pensando lo peor, tal vez ella ya no quería estar con él, tal vez se iba con otro hombre y lo abandonaría.

Manjiro observó todo a su alrededor al percatarse de que habían pasado horas, el reloj marcaba las 6 de la noche.
No pudo evitar soltar un suspiro al recordar que otra vez no había comido nada.

Pero para él, su bella Lilith era mucho más importante y prefería pensar en ella y no desperdiciar esos momentos para cosas insignificantes según él.

Tan solo debía ser paciente y pronto tendría a su mujer en sus brazos.

--- (No la dejaré ir otra vez. Me encargaré de que se quede a mi lado) --- Esos eran los únicos pensamientos que rondaban en su cabeza a todas horas de manera infernal.

--- Lilith, Lilith mi hermosa Lilith. --- Una sonrisa apareció en su pálido rostro y de manera inmediata soltó un suspiro enamorado.