3. Walker

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Me sobresalto y me siento rápidamente haciendo que un paño mojado caiga sobre mi regazo.

¿Estoy en una camilla? Miro a mí alrededor y no veo a nadie. Me duele la cabeza como el infierno.

-¡Al fin despiertas!

Una mujer vestida de blanco aparece por la puerta y me sonríe con simpatía. Es la enfermera.

-Disculpe... ¿qué me ha pasado?

-Nada importante querida, te has desmayado. Seguramente fue una bajada de azúcar por los nervios. ¿Es tu primer día? Tu madre apuntó en tu expediente que podrías tener bajadas de azúcar.

Oh, no.

- ¿Ha llamado a mi madre? -intento no sonar alarmada.

-No, ya que no ha sido nada grave, pero si usted quiere que la llame...

- ¡No! -reclamo y la enfermera me mira confundida- No... No hace falta, gracias.

Lo que menos necesito ahora es que mi madre me venga a buscar y que me lleve al hospital.

-Me alegro de que estés mejor, ese chico parecía muy preocupado por ti. ¿Era tu novio?

- ¿Qué chico?

-El que te trajo en sus brazos hasta aquí. Junto a él estaba una chica de tu misma edad, una chica rubia, creo.

Megan y ese chico...

Me muerdo el labio inconscientemente. ¿Estaba nervioso por mí?

- ¿Aun están aquí?

-Lo siento Gabriela, se tuvieron que ir a clase. Aunque no puedo negar que ese chico quería quedarse contigo.

Sonrío sin querer. Él se quería quedar conmigo.

-Bueno -la enfermera suspira y coge el paño que hace unos minutos estaba sobre mi frente-, ya puedes salir, el recreo empezará en unos 10 minutos.

-Gracias por todo, enfermera.

-Llámame Ana.

Le digo adiós con la mano y salgo de la enfermería, pero no puedo evitar mirar hacia los lados con curiosidad. ¿A dónde tengo que ir?

Suspiro y elijo el camino de la derecha. Este instituto es muy grande, no puedo evitar rodar los ojos al ver tantos pasillos y tantas escaleras. Estaría genial si fueran escaleras mecánicas.

Subo al piso de arriba y al girar la esquina, choco contra algo.

Mejor dicho, alguien.

- ¿Gaby, estás bien?

¿Enserio? ¿Tenía que verlo ahora?

Levanto la mirada y me encuentro con el rostro del chico de mis pensamientos. Tal como lo recuerdo lleva el pelo desordenado y sus ojos verdes brillan.

-Si, yo...

Levanta las cejas y me percato de que le estoy mirando la cara más de lo debido. Me sonrojo y aparto la mirada.

-¿Disfrutando de las vistas?

Lo empujo de inmediato y me cruzo de brazos.

-Tampoco es para tanto...-murmuro.

Empieza a reírse y se acerca hasta ponerse frente a mí.

-Me alegro de que estés bien, después de todo te has desmayado solo por verme, no sabía que era tan atractivo.

Lo miro con una ceja alzada y empiezo a reírme tímidamente.

-Tampoco te lo tengas tan creído, se me bajó el azúcar.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2015 ⏰

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