DANNA

EL DIA QUE ME ENCONTRÉ

30 de Noviembre de 2023

Contemplaba su fría expresión, mientras conducía por ese camino oscuro al interior del bosque, por momentos notaba su expresión de dolor e incomodidad, no le dejaba notar mi miedo, aunque era bastante notable que estaba sudando, me daba temor solamente pensar en girar mi cabeza hacia atrás y ver a cuantos metros de nosotros se encontraban, continúe mordiendo mis uñas.

— Vamos a estar bien Dan —pronunció, mientras me guiñaba el ojo, podía observar como intentaba calmarme, aún en ese momento donde nuestras vidas dependían de un hilo muy delgado. Asentí con la cabeza y suspiré.

— ¿Te duele verdad? — pregunté nerviosa.

—Me siento bien, no te preocupes- puso su mano por un segundo sobre mi mano.

— Sabes Dan... — cuando de pronto el vehículo comenzó a dar vueltas, cayendo hacia un precipicio podía sentir los movimientos bruscos intentando agarrarme fuerte, enseguida sentí el fuerte impacto y perdí el conocimiento.

Al abrír los ojos, estaba el vehículo volteado, y mi cabeza estaba tocando el techo del mismo, estaba lleno de vidrios alrededor, y sentí como escurría sangre de mi frente, no podía tan siquiera moverme, observe a Israel completamente cubierto de sangre, aún inconsciente, comencé a gritarle, sin moverse, al fin desate mi Cinturón de seguridad, y comencé a intentar salir por la ventana, la cual se hallaba desecha, caí de lleno sobre los vidrios y comencé a moverme hacia afuera, apenas pude salir el dolor de mi cuerpo era insoportable, tenía heridas en todas partes, corrí de lado del conductor, y desate el cinturón de Israel, realmente temía que estuviera muerto, cuando sentí su corazón aún latir, con dificultad comencé a sacarlo de adentro, cada vez se me hacía más complicado.

De pronto comencé a oír, el "asqueroso" sonido de sus naves, acercándose, al fin estando fuera, comencé a limpiar sus heridas de su rostro, estaba bastante lastimado, tenía su nariz rota "Reacciona, por favor" decía mientras pegaba mi oído a su corazón. Jalando su cuerpo hacía la cascada para tomar un poco de agua, y limpiar sus heridas, no sabía que había sucedido con el camión donde iban todos los demás.

Al llegar a la cascada que se hallaba a unos cien metros, escuché la voz en mi mente de esos bastardos.

- Acabenlos- dijo su repugnante voz, estaban detrás de mí, temblorosa y sin querer voltear, pensé que sería mi final.

Alcé el cuerpo inconsciente de Israel, sobre mi espalda, con mucha dificultad, cuando oí que dijo susurrando "Yo los distraigo pequeña Dan, tu corre" y se giró hacia ellos, cuando de pronto escuché la terrible detonación de una de las armas de aquellos repugnantes seres, enseguida vi una de las balas impactarse sobre su cuerpo, provocando que lo volará metros adelante, en ese momento me encontraba paralizada totalmente, acababa de presenciar la muerte de una de las personas más importantes de mi vida, sus ojos abiertos de par en par, se llenaron de tristeza y agonía, era la última vez que me miraría pensé y era terrible pensar el hecho la forma en que lo estaba haciendo, con el cuerpo destrozado aún me regaló una mirada . Temblorosa me giré y los mire, llena de rabia, miedo mis oídos comenzaron a zumbar de una manera atemorizante, mientras "ellos" me apuntaban con sus enormes armas, eran aproximadamente un total de cuarenta "Colonizadores" cómo solían llamarlos, sus figuras altas humanoides, con cascos, bastantes toscos, desconocía cómo lucían, debajo de esos muy incómodos trajes, cubiertos en su totalidad, ellos se comunicaban a través de la mente, y tenían armas que destruían a los humanos en cuestión de segundos, todos usaban algo parecido a enormes tanques de guerra, por dicho motivo ningún gobierno había podido enfrentarlos, nuestras armas eran inútiles en su contra, estaban destruyendo todo para reconstruir lo que algún día fue su civilización, sin duda éramos seres mucho menos inteligentes, y menos preparados que ellos, nuestras armas tanto nucleares, las dejaron inutilizables, debido a su tecnología mil veces más avanzada que nosotros, ¿Cómo podríamos enfrentarlos? Era un pregunta que nos cuestionábamos, los pocos sobrevivientes, hasta ese día.

El crujir del cielo, retumbaba por todo el bosque, escuchaba el río que corría a partir de la cascada, algo dentro de mi comenzó a sentirse, combinado con el dolor que quemaba mi pecho, caminé hacia el cadáver de Israel, temblorosa, mientras ellos se preguntaban por qué el cielo había comenzado a crujir, de pronto cientos de truenos comenzaron a caer sobre los árboles, en ese momento los mire a cada uno, como si hubiese puesto a cada uno en la mira, iluminándose a través de enormes destellos luminosos, generando fuertes estruendos, que retumbaban en la tierra, a cada uno cayó un rayo sobre sus cuerpos, quienes comenzaron a intentar huir, pero era inútil cada rayo caía sobre cada uno como si fuesen perseguidos, cómo si cada uno hubiera elegido su propia mira. La tormenta más aterradora, empezó a caer, podría pensar que era un huracán en un lugar que no era costa, el clima se estaba volviendo loco, no era como que yo que me estaba volviendo loca, cada cosa que pensaba respecto al clima se estaba haciendo realidad, cuarenta cuerpos achicharrados enfrente de mi, un terrible olor a quemado, mi cuerpo cansado se desvaneció, en ese momento vino a mi mente, la pequeña Danna de ocho años con el corazón roto, llorando dentro del baño, después de haber escuchado una terrible pelea de sus padres, cuando apretaba mi puño, el aire golpeaba la ventana del baño, pensaba que estaba loca, y siempre pensé que tal vez todo era parte de mi imaginación, pero recordaba las tormentas que golpeaban el techo de lamina de mi casa, provocando terribles goteras, debía detenerlo, me postraba frente a la ventana y pensaba que se detuviera la lluvia, claro que requería que me concentrará, pero enseguida las tormentas paraban cómo por arte de magia.

Se llama meteorokinesis, según lo han llamado algunas personas que han escrito historias sobre súper poderes, y es una habilidad según algunos descrita cómo: "Control del clima" claro está que algunos solo pueden manipular el aire, y es algo que solo se ve en películas de ciencia ficción, dónde dicha habilidad es bastante servible, así mismo se hablaban sobre proyectos del gobierno que buscaban el control del clima, a través de máquinas, pero resultaba bastante poco creíble, creer que una mujer de 26 años de edad, de estatura 1.58, era capaz de controlar el clima, esto no era una película de ciencia ficción.

Apenas abrí, los ojos me percaté que apenas estaba amaneciendo el río estaba muy caudaloso, había ramas rotas por doquier, parecía haber habido un diluvio, mi ropa estaba húmeda, y a lado de mi se hallaba el cuerpo de Israel, caminé hacia el vehículo volcado, y saqué mi mochila, no paraba de temblar y comencé a cambiarme, era insoportable el dolor de cabeza, apenas mire el desolador paisaje, ¿Enserio? Yo había hecho esto, había matado a todos, me concentré de nueva cuenta en poder generar aire, y enseguida empezó un fuerte viento, pensé en lluvia, y cerré mis ojos, gotas empezaron a caer sobre mi cabello húmedo, resultaba increíble, sin embargo mi pecho dolía tanto, no podía evitar mirarlo ahí, con mi chaqueta lo cubrí mientras le pedía que me perdonará, vi como lo habían asesinado y no había podido hacer nada, mis lágrimas comenzaron a escurrirse de nuevo sobre mi rostro, mientras la brisa de la lluvia que había generado de nueva cuenta seguía haciéndose más fuerte, era un dolor tan indescriptible, tan duro, recordaba su sonrisa al despertar, cuando me contaba su vida, esa dulce mirada cuando tocaba el cristal de la oficina y me decía que me llevaría a casa.

"No debiste irte, no debiste hacerlo, era la primera vez que éramos solamente tu y yo, y te volviste a ir, peor aún para siempre"

El se había ido, y se había llevado lo último que me quedaba, ahora ya no tenía miedo a esas bestias, tenía odió, odió por esta vida, odió hacia ellos y odio por no haber podido controlar este poder antes.

Me ajuste mis botas, cambie mi ropa, tome su chaqueta de Israel, y lo cubrí con mi abrigo. Seque mi rostro, y me despedí de él, para siempre.