El día brillaba gracias a los cálidos rayos del sol,las personas se encontraban muy animadas, algunas mas que otras, la primaveraestaba en su punto mas alto, la brisa que envolvía junto a las deliciosasfragancias de los nuevos brotes florales que llegaban con la estación y conaquellas que habían abierto sus capullos realzándose como delicadas flores quese mostraban ante el mundo con la belleza y gracias del nuevo nacimiento, deuna nueva estación, de una nueva etapa. El sonido de las campanas replicando enla iglesia junto al fuerte aleteo de las aves en la compas de la brisa llamabanla atención de las personas, una llamada a su entrada, todo tipo de personasdesde niños, jóvenes, adultos y algunas personas mayores vestidos con gala parala ocasión, una boda, con sonrisas de felicidad y emoción, claro sin olvidarmencionar a aquellos que tenían un mar de lágrimas, no de tristeza, claro queno, si no de felicidad por el suceso, la unión de dos personas, la unión de unhombre y una mujer.
Todos con paso calmado comenzaron a ingresar a la iglesia entre charlas llenas de emoción y enternecidos por el suceso, dejando la explanada de la iglesia vacía mas que algunas cuantas personas pasando de aquí para allá
Pero, del pequeño parque que estaba frente a la iglesia, de una pequeña arboleda la sombra de dos mujeres podía verse caminar lentamente a la sombra de los árboles. Dos bellas mujeres de cerca los 30 años de edad, una de tez morena con un lindo vestido amarrillo sin hombros, pero con un pequeño saco a juego, de grandes ojos y cabellera rubia la cual le llegaba hasta la cintura con un peinado en forma de trenza y suaves brillos que resaltaban el color de su cabello. La otra mujer igual de hermosa, pero con un aire aristocrático de largo cabello lacio de color obsidiana con unos hipnóticos ojos rasgados del mismo color que su cabello, con un vestido largo negro de una pieza con un ligero corte en su muslo izquierdo
Si bien uno pensaba que en un día como este, cuando algún familiar o amigo une su vida con la persona que escogió para ello, para pasar todos los días, despertar cada mañana al lado de la persona a la cual ama, deberían de sentirse emocionado, con alegría y felices, en la mirada de ambas no había esa alegría, pues si bien la rubia si tenía una sonrisa algo triste, su ojos si brillaban en felicidad por el momento, pero en cambio su amiga era otra historia, en su rostro no había una sonrisa, no, su rostro mostraba el tormento que la envolvía en estos momentos, la tristeza, el arrepentimiento y resignación estaban plasmado en la forma de un rostro triste, ojos llenos de melancolía, el brillo, aquel brillo que se manifiesta en los ojos de las personas, que lucen ante la luz del gran astro por la presencia de los hermosos rayos que iluminan no solo el día a día de las personas sino también sus almas, sus sentimientos pues no hay nada más feliz que un cálido amanecer repleto de luz que llena de color y dicha el mundo de cada persona, si, un brillo que ya hacia apagado en su mirada, sus pasos eran como los de un fantasma, lentos, sin sonido, cargados de un sentimiento que los hacia parecer lamentos con cada pisar.
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PETALOS AL VIENTO
RomanceA veces las decisiones que tomamos basadas en lo que esperamos para un futuro diferente puedes ser contrarias a lo que esperamos, perder lo que teníamos, mirar como nuestros sueños y el amor se desmoronan por nuestras acciones, pero al final de eso...