III

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La orquesta del gran salón realizaba su música cada vez más rápido, las danzas se movían energéticamente como si fuera imposible dejar de bailar y el vino se deshacían en los estómagos de los invitados. La noche estaba pasando rápidamente y algunos jóvenes sentían como si su vida se fuera con el movimiento de la luna, temían de la aparición del amanecer.

Más y más rápido, los invitados seguían bailando, nadie se había percatado de la joven pareja bailando en su alrededor, jóvenes que intentaban escapar de la realidad con una danza torpe. Uno de ellos de pasos rígidos e impresos huía del amor forzado y a una vida no deseada, el otro joven no se sabía bien de que huía, pero se encontraba ahí, arriesgando su futuro por un miedo desconocido.
Apesar del malestar de sus pies debido a las continuas pisadas que recibieron entre si, ninguno podía decir que no era un agradable baile, las risas ligeras igual que la brisa escurridiza y una charla tímida de ser escuchada por aquellos oídos ajenos hacía que la noche sea más llevadera para ambos chicos.
Su alrededor no dejaba de moverse, como si el mundo bailará junto a ellos, era una sensación de total embriaguez sin la necesidad de haber bebido una sola gota del dulce vino, las risas no cesaron y ambos se sentían extraños de la repentina confianza y cercanía que experimentaban con alguien que apenas sabían su nombre, pero ninguno se detuvo por eso.

Por primera vez desde hace mucho tiempo Scaramouche se sentía libre y él mismo era consciente de su ligera sonrisa, en su cabeza pasaban muchas preguntas, pero la que más lo mareada era ¿Quien es este chico? Sabía que se llamaba Kaedehara Kazuha y que era uno de los futuros representantes de Liyue, pero sentía extrema curiosidad de conocer a profundidad a Kazuha, no al futuro gobernante de Liyue, no al príncipe de su pueblo tampoco al Kazuha que seguramente aparentaba con sus padres, Scaramouche quería conocer al verdadero Kazuha sin la presión de ser alguien que no es y sentía que había logrado ver algo de él en este baile.
Scaramouche sentía como todo se estaba moviendo con demasiada velocidad, escuchaba como el piano cada vez iba más y más rápido sin perder el toque mágico que llevaba a todos a un paraíso de ensueño e irreal. Para cierto punto a ninguno le importo no estar siguiendo la estructura del baile del resto, ya no miraban al resto para copiar un baile adecuado, ahora ambos se movían de manera propia a la voluntad de la música, eso había llamado la atención más de una pareja del lugar, algunos miraban curiosos y otros también querían sentir la libertad de bailar así sin preocuparse de los demás. Pero no todos los ojos que se posaban en la pareja era de admiración curiosa.

Scaramouche y Kazuha daban vueltas agarrados cada uno de la mano del otro para no perder el equilibrio, ambos se dejaron llevar por la música y la brisa que los despeinada. Kazuha tenía los ojos cerrados, así era su manera de disfrutar el momento por su parte Scaramouche le gustaba poder mirar cómo todo se movía como si se tratará de un carrusel sin la palanca de freno, le gustaba ver la expresión en la cara de Kazuha lo hacía sentir con la opción de que él también podía disfrutar del momento.

Pero algo en la vista de Scaramouche lo asustó, deteniendolo abruptamente, debido a eso ambos chicos cayeron al suelo. Como si alguien hubiera tirado una gran roca en su carrusel. Kazuha aún reía por el golpe sin darse cuenta de las personas que los rodeaban, Scaramouche podía reconocer a algunas personas del lugar y sabía muy bien quienes eran la pareja enfrente suyo. El peliblanco viendo la cara del contrario siguió su mirada encontrándose con la razón de esto.

Ningguang y Zhongli, la definición pura de matrimonio arreglado, y sin ninguna pizca amor y aún más importante, los padres de Kazuha. Detrás de la espalda del gran hombre, se podía ver a un joven muchacho.

Scaramouche se encontraba totalmente inmóvil, no sabía bien de donde salía tanto miedo, pero no podía hacer nada y menos cuando vio como el hombre se acercó a Kazuha y agarró de la coleta de cabello de este. Aún tirado en el suelo por la anterior caída, Zhongli se agachó para llegar bien al oído de su hijo sin solar el agarre.

-Nos desobedeciste, te dimos una orden. Veo que no estás con Xiao si no con este chico. Te dijimos explícitamente que está prohibido relacionarte con personas de Inazuma.- Demandó el hombre tirando con más fuerza del cabello de Kazuha, este tiraba su cabeza hacia atrás debido a la presión, parecía que el peliblanco también se encontraba sin poder hacer o decir algo.

La escena hizo sentir a Scaramouche un horrible dolor en su cuerpo, quería que todo parará ¿Por qué le hacía eso a su hijo?¿Por qué decía eso? "Prohibido estar con gente de Inazuma" ¿Qué quería decir con eso? No entendía nada. Cuando el nudo en su garganta se hizo insoportable, había decidido hacer algo para ayudarlo, pero la fría mano en su hombro lo detuvo de todo movimiento o pensamiento. Todos los presentes lo miraban, no más bien, miraban a alguien que se encontraba detrás de él. Zhongli fue el único que sé atrevió a romper el dominante silencio.

-Baal, es un gusto volverte a ver después de tanto tiempo.- Zhongli por fin soltó a Kazuha para dirigirse a la mujer.
Un ambiente incómodo entre ambos gobernante de la regiones se impuso por todo el gran salón.

El peliblanco con apenas la oportunidad aprovecho para correr y refugiarse detrás de la espalda del muchacho que anteriormente estaba con Zhongli, ese debería ser ese tal Xiao que habían mencionado, pensó Scaramouche mirándolos fijamente.

- Es curioso que digas que es un gusto, se suponía que habíamos mentido un contrato de convivencia pacífica, pero veo que tus insinuaciones hacia mi gobierno aun siguen.-

-¿Él es tú hijo?- Ignoró a la mujer por completo.

Scaramouche sentía como la presión de cada ojo de lugar se posaba en él, juzgando y opinando.

-Así es ¿Hay algún problema con él?- Preguntó desafiante.

Ahora Scaramouche se sentía más pesado con los ojos de Zhongli fijos en él.

-Creo que no eres demasiado dura con él, le falta educación. -

En ese momento todos miraron a la mujer, esperando lo peor, pero solo hubo una mueca de disgusto, Scaramouche no podía descifrar si era por él o por Zhongli.

-Quizás usted debería dejar de preocuparse que hace mi hijo y mejor tratás de controlar al suyo.- Baal agarró firmemente la muñeca de su hijo. -Nos veremos en otro momento.- Y de esa manera, ambos se alejaron de la escena aunque las personas seguían persiguiendolos con la miraba.

-No te cansas de avergonzarme ¿Te pareció gracioso todo esto?-

Scaramouche no podía sacar ninguna respuesta de su boca, simplemente aún no podía reaccionar a lo que estaba sucediendo. Eso hacia enfurecer más a su madre.

-Ya hablé con los Kamisato, esperemos que después de esto aún quieran mantener el trato.

No hubo respuesta verbal, pero Scaramouche sentía como el nudo en su garganta se volvía más grueso y como sus ojos ardían, amenazando con la salida de algunas lágrimas.

-Y una cosa más.

Scaramouche miró asustado a su madre, sin tener la menor idea de lo que saldría de su boca.

-Tienes prohibido acercarte nuevamente a ese chico. Nadie de Liyue es amigo de nosotros.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2023 ⏰

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