Andrei estaba plácidamente dormido en su cama de blancas sábanas, soñando, recordando... Sufriendo internamente...¿No me creen? No tienen porqué hacerlo... Aunque creo que nuestro guardia ruso tiene razones para refutar sus argumentos.
"¡Mátenlos a todos!" gritaba un hombre bielorruso hacia un conjunto de soldados enemigos. Entre ellos estaban Harkov y Petrenko.
"Ha sido un honor Dmitri" dijo Andrei algo cabizbajo y con pocas. Si no ninguna esperanza de vivir.
"yo no diría eso amigo" decía Dmitri con una sonrisa malévola. "Verás. Ustedes los rusos odian el capitalismo y todo lo que venga de el, tácticas militares incluidas... Pero... Se te olvidó que nuestros superiores son bielorrusos y yo también" decía mientras su sonrisa se hacía cada vez más grande al punto de parecer un monstruo (no voy a decir a que se parece la sonrisa porque cada vez que pienso en eso lo recuerdo... Dios. Incluso años después sigo recordando cosas que no quiero). De repente, aviones (sí, en plural) Mikoyan MIG-29 llenaron de napalm el sitio. Todo fué un caos y probablemente la más surrealista representación del infierno. Hombres gritando órdenes, gruñidos de dolor, gente quemándose, carpas reduciéndose a cenizas, avalanchas de nieve, el caos personificado.
"¡AHORA CAMARADAS!" gritó Petrenko y un convoy de helicópteros Kasatka K-60 (ya sé que el helicóptero es viejo pero la pistola Colt 1911 se fabricó hace un más de un siglo y sigue siendo una fina pieza de armamento fiable) vinieron a rescatarlos a todos.
Cuando estaban a bordo, Andrei Harkov miró a la cara de Petrenko pero solo vió esto:
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(esta imagen me vino de PERLAS porque tiene algo colgando del cuello como si fueran las placas de identificación)
"¡¡¡¡ES TU CULPA CABRÓN!!!!¡¡¡¡PODRÍAS HABERME SALVADO PERO EN SU LUGAR HICISTE EL TONTO Y YO TUVE QUE SACRIFICARME!!!!¡¡¡¡NO MERECES VIVIR ESCORIA!!!!" gritaba el hombre sin rostro que en algún momento tuvo un nombre.
De repente Andrei Despertó y oyó una extraña voz en su cabeza que sonaba algo alemana (no, no era yo. Esta sonaba como Edward Richtofen de CoD Zombies en su doblaje español latino específicamente)
"hola amigo" dijo con orgullo. "¿Que carajo?" pensó Andrei en voz alta mientras trataba de buscar una explicación a esto. "mira te lo explico luego. Para hallar tu iluminación deberás perdonarlas a todas" dijo la voz y luego se esfumó de la mente de Harkov. "hey...¡HEY!¿Que estoy haciendo?Intentar hablarle a una voz en mi cabeza que diablos" decía desesperado pero nada. Ni una oración, ni una frase, ni una palabra, ni una letra, ni un sonido, nada de nada limonada dijo esa misteriosa voz en su cabeza traumada forjada en frío, sangre, pólvora y otros artefactos industrializados.
Se habían hecho las 21:20 am muy rápido pero...¿Quienes somos nosotros para juzgar?¿Acaso no es la percepción del tiempo lo suficientemente confusa (un día tiene 23 horas con 56 minutos y 4 segundos según la NASA) como para que ahora se la compliquemos más a nuestro guardia? No importaba. Andrei quería olvidarlo y simplemente continuar con su vida que si no fuera por su perro Korobov, él ya estaría muerto desde hace varios días (60 como mínimo). Dejando eso de lado, decidió ir a jugar un poco en su PC. Él no era demasiado sociable y no tenía muchos amigos además de T/N, Korobov y el difunto Dmitri... Todo ello le deprimía pero cada vez que recordaba que tenía amigos... La fé volvía en sí. Este trago amargo fué semi-endulzado por el sonido de la PC al encenderse. Luego se dirijió al escritorio y abrió Escape from Tarkov para jugar un poco. Al poco tiempo se aburrió y prefirió jugar Mark of the Ninja remastered. Normalmente usaría la senda del silencio, equipamiento pacífico que no contaba con una pizca de letalidad y estaba centralizada en evadir a los guardias más que en matarlos... Desde la muerte de su amigo Petrenko, el había preferido la senda de las pesadillas, equipamiento con énfasis en que los guardias encontrasen cadáveres para así estos se aterrorizaran. Por más que se tratase de un videojuego, a Andrei parecía satisfacerle la cara de horror y dolor sentimental que emanaban los guardias del juego. Un buen rato estuvo... Hasta que se hicieron las 23:00 y sonó la alarma de metal gear solid 4. Andrei se apresuraba a ducharse y al salir, fué donde su vehículo para ir más cómodamente a la pizzería.
