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La última vez que vi a Wei Ying fue hace tres años.

No debería estar aquí, pero durante este tiempo constantemente pensaba en él.

En secundaria era un niño travieso y desobediente, actualmente se ha convertido en lo que siempre creí; un caos.

La música vulgar sonaba y el olor a cigarro y sudor flotaba en el aire, en el centro de este terrible lugar bailaba Wei Ying al ritmo provocativo de la música.

Tantas personas cerca de él, probablemente la escena mas asquerosa que he visto, un hombre tocando íntimamente a otro.

Salí lo mas pronto posible de aquel lugar, sorprendentemente la persona que creí haber dejado atrás, se encontraba enfrente de mí, se sostenía fuertemente de la puerta trasera del antro y vomitaba hacia el basurero hasta hacer sus piernas temblar.

Pensé en darme la vuelta y seguir mi camino, pero jamás había visto a Wei Ying tan mal y débil, ¿y si tomo alguna bebida adulterada o alguna droga?

De todas formas, es su problema lo que él haga y muy probablemente ya este acostumbrado a pasar por algo así. Todavía seguía intentando vomitar, pero estaba claro que no había nada más en su estómago.

-¿La-Lan Zhan!?

Él se dio cuenta de mi presencia, pero no quería que lo hiciera, mientras la sorpresa brillaba en sus llorosos ojos grises, le di un pañuelo y me fui.

Espero jamás volver a verlo, espero no volver a verme reflejado en esos ojos.

Un amor roto (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora