I ♡Nueva Escuela♡

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Los padres de Seokjin, estaban conscientes de que su pequeño niño, era distante a los estereotipos aceptables, y "normales" socialmente marcados para un infante de su edad. Incluso desde que era un bebé.
Resultado de una crianza bastante respetuosa y tolerante,  lo mejor que pudieron hacer, claro que no eran perfectos, sin embargo, en sus hijos siempre trataron de tener estas ideas liberales, enseñándoles siempre valores, modales e incluso ideologías buenas.

Nunca se les prohibió jugar con algún juguete, solo porque este no correspondiera a su sexo, o usar alguna prenda, ni siquiera les molestaba que su pequeño amara de pintarse las uñas de colores lindos, incluso su madre lo ayudaba para que no manchara sus deditos y quedara lindo.

De ahí que Seokjin fuera un niño tan "especial" y "diferente" según las personas. Porque claro, las críticas nunca faltaban.

¿Qué tenía de malo si su hijo era "más femenino" que el resto? era feliz, un niño normal, lindo y que era libre de expresarse como quería, eso no lo hacía menos niño, sus papis se lo habían explicado muy bien.
Un gran ejemplo de las consecuencias positivas de su esfuerzo como padres, era Yoongi,  el amor, criado con las mismas ideologías que sus progenitores.

Yoongi era ya un adulto, responsable, inteligente, lindo y talentoso, que orgullosamente estudiaba una buena carrera en la Universidad con uno de los mejores promedios, amaba la música y el arte, un chico sensible y caballeroso también. Que al principio también recibido burlas y critas, si bien, a la edad de su hermano también le daban igual, con forme fue creciendo, dolían más.
A tal punto que ya no gozaba de esa alegría y libertad de actuar, vestirse y expresarse como quería.

Ahora todo estaba superado, vivía feliz, y las críticas, aunque a veces dolían todavía, no eran un impedimento ahora.

Y si había algo que amara más que a la música, ese era su tierno hermano, quien quizás haya llegado al mundo un poco tarde, pues cuando nació,  Yoon ya tenía 15 años, una clara diferencia de edad. Pero eso no fue impedimento para amarlo completamente. 

Y a sus ahora 20 años, se sentía de alguna manera como un padre viendo crecer a su retoño.

Jin acaba de cumplir 5, y hoy era su primer día en la escuela media,  él sería quien lo llevaría,  pues, por suerte, la escuela contaba desde preescolar, hasta Universidad.

Universidad donde él estudia.

Un gran alivio para sus padres, porque si bien, es obvio que eran distintas zonas y horarios, el mayor podría, de vez en cuando, poner un ojo en Jin.

Se veía tan lindo con su uniforme, un poco grande, "dará el estirón y será un desperdicio comprar uno justo de su talla"
Había dicho la señora Kim.

Pero eso solo hacía a Seokjin verse más bonito y tierno, su cabello castaño perfectamente peinado, llevaba una mochila de spiderman que le pesaba mucho.

En preescolar solo llevaba unas cuantas libretas pequeñas, sus crayolas, y algún juguete. Ahora tenía que cargar con un montón de libros pesados! eso no le gustaba.

Pero no importaba porque su mochila es bonita, uf, su lonchera! Había querido tanto que ese día llegara para al fin usarla, con diseño de su juego favorito, Mario Bros, lo mejor es que la princesa Peach estaba ahí, con una corona y vestido con brillitos que adoraba.
Ya quería que todos los niños vieran su preciosa lonchera. 

— Seokjin ya desayuna, ¿en qué piensas? ¿Estás emocionado?~  — oh, esa era su mami, se distrajo tanto en sus nuevas cosas que olvidó comer su pan!

— sí, quiero ir a la escuela y hacer muchos amiguitos y quiero jugar mucho — respondió  con si tierna bocesita, a lo que su madre sonrió completamente encantada.

— Pero si no vas a jugar! — oh, Yoongi recién llegaba, vestido como siempre, de sus adorables sueters pastel con diseños muy lindos. 
Cosa que Seokjin amaba, su hermano era su gran admiración en casi todo, y le encataban siempre como vestía,  él quería verse así de bonito cuando fuera grande.

— Bueno, también voy a leer mucho,  pero no  me gustan las matemáticas — hizo un puchero — tú me vas a ayudar, verdad Yoonie? 

— uhm, por supuesto Jin, te ayudaré en lo que pueda — lo cierto es que Yoongi tampoco era muy bueno en matemáticas, pero bueno, seguro que la tarea de su hermano no era un reto.


Los dos hermanos se despidieron de sus padres, fue el pálido quien condujo a la escuela en su auto, y quien se encargó de dejar a Seok en su zona.

— Pórtate bien, yo voy a estar por allá — señaló un edificio mucho más grande no muy lejos de ahí, a lo que el castañito asintió — Puedes almorzar conmigo?

— Uh, no Jinnie, no me dejan venir aquí y a ti salir, esa zona es para grandes, pero yo sé que todos van a querer almorzar contigo porque eres el más guapo.

— Sí yo soy el más bonito! Adiós Yoonie — se acercó para dejar un besito en la mejilla de su hermano,  quien se encontraba arrodillado a su altura.

— Adiós cabezón ~ — si, amaba a ese niño.

Por lo que con una sonrisa miró como corría adentro,  para por fin dirigirse a sus propias clases, aunque notando algunas miradas curiosas de algunos compañeros que pasaban por ahí. 

Despacio se acercó a Hoseok, un compañero con el que a penas habia compartido una clase, pero le había caido de maravilla, quien lo miraba igual de curioso — ¿Qué?

— No me contaste que tenias un hijo.

— Idiota, es mi hermano.


Sin duda eso no se parecía a su  preescolar,  las paredes de los salones no estaban pintados con dibujos animados, ni de colores lindos,  lo único que había, es que las puertas estaban decoradas  de manera muy linda, por lo menos.

Por dentro le gustaba más, se parecían un poco más al preescolar,  con algunos carteles lindos con números,  palabras en inglés y dibujos que representaban el significado,  el abecedario y demás,

Ya algún niños estaban adentro, Jin se sentía un poco tímido,  no conocía a nadie y ya todos parecían hacerlo.
Sin embargo,  su timides no duró nada, cuando pudo ver al niño más bonito que sus ojos habían visto alguna vez.

Cabeza de coco café y unos ojos extremadamente grandes de bambi. Se acercó corriendo a ese niñito que parecía algo triste — Me gusta tu lonchera de spiderman! Mira, es como mi mochila — y dio una vuelta para que el chiquillo mirara su espalda con la mochila.

Pero el cabeza de coco no dijo nada, cosa que a Jin no le importó porque igual se sentó a su lado — ¿Qué tienes? ¿Estás triste?

Cabeza de coco asintió,  y en un todo muy bajita dijo — extraño a mi mami.

Lleno de ternura, Jin se atrevió a abrazarlo — Oye no te preocupes,  yo también extraño a mi mami y a mi papi, y a Yoonie, pero los dos podemos ser amigos y te puedo dar de mi Sandwich de Nutella para que no estés triste.

— ¿De verdad vas a ser mi amigo? — dijo tímido, pero aún así sus ojitos brillaban, Jungkook nunca había tenido un amigo.

— Sí! Todos los que les guste el hombre araña pueden ser mis amigos, pero tú puedes ser mi mejor amigo porque eres bonito — sonrió.

— Sí...mejores amigos

Urra! Cabeza de coco era su mejor amigo ahora.

El tiempo había pasado tan rápido con su amiguito Jungkook,  que cuando se dieron cuenta, el timbre que indicaba el inicio de clases, sonaba.

Jin se emocionó, porque ya quería usar todas sus cosas nuevas, así que sacó su libreta de el Rayo McQueen y su lapicera, ni siquiera prestó atención al gran hombre que había entrado a su salón. 

No hasta que escuchó la profunda voz que de inmediato captó su atención.

— Buenos días niños, soy su maestro Kim Namjoon.
El corazóncito de Seokjin dio un brinco, y en su pansita sintió lo que su hermano llamaría "mariposas en el estómago" porque sin duda, ese era el hombre más bello, precioso, bonito y guapo que en sus 5 años de vida había visto. 

𝚀𝚞𝚎𝚛𝚒𝚍𝚘 𝚂𝚛. 𝙺𝚒𝚖  🌼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora