Uno

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Ni-ki de 21 años vivía en el mismo apartamento que su novio Sunoo de 20 años, vivían juntos desde que Ni-ki salió de la universidad, pudo pagar un apartamento para ambos y conseguir un trabajo en el cual le iba realmente bien, tanto que podía ayudar a su lindo novio a pagar sus propios estudios.

Pero aquel trabajo le quitaba demasiado tiempo, incluso había veces que llegaba a casa y encontraba a Sunoo dormido en la sala de aquel apartamento en su intento de esperarlo y aunque aveces eso hacía que el corazón del mayor se encogiera y se sintiera culpable, todo era compensado al saber que podría tener a su novio con todas las comodidades y lujos que se merecía aquel lindo chico de cabellos recientemente pintados de un hermoso color rosa combinando perfectamente con sus mejillas levemente pintadas de un carmesí natural y ni hablar de aquellos lindos y esponjosos labios que el mayor siempre que podía, besaba.

Solo que solía dejar mucho tiempo solo a su pequeño y lindo novio, este aveces se aburriría de siempre estar solo pero jamás pensó en dejar a su novio, pues; lo amaba demasiado. Además, todo lo que Ni-ki hacía y trabajaba era para complacerlo, aunque el pequeño pelirosa quizá solo quería tener más tiempo  con su novio.

Recientemente Sunoo estaba concentrado en su último año de universidad para poder graduarse como veterinario y es que el amaba a los animales.

Ahora mismo se encontraba esperándolo para la cena. Había preparado la comida favorita de Ni-ki para darle la noticia que había aprobado todas sus materias con excelentes calificaciones incluso con felicitaciones de todos sus profesores y compañeros.

Pero no llego.

O si lo hizo pero demasiado tarde.

11:30 pm.

Ni-Ki se encontraba llegando a casa, había tenido un día ocupado y sobre todo cansado, lleno de citas y juntas, solo quería ver su cama y dormir todo lo que pudiera aunque este mismo sabía que no sería mucho. Al llegar a casa todo estaba oscuro a excepción de una pequeña luz en la cocina, se encargó de dejar su saco en el sofá y quitar sus zapatos, se dirigió a la cocina encontrándose con un platillo servido y tapado con una servilleta, una botella llena con dos copas a su lado, se sintió conmovido.

Al verlo sonrió, su pequeño le había preparado una rica cena ese día, la cual caía perfecta.
Subió las escaleras dirigiéndose a su habitación encontrándose un pequeño bulto bajo las cobijas totalmente en silencio, quito estas mantas encontrándose a su lindo novio dormido en la cama sin si quiera tener su pijama puesta y con su teléfono en mano.

— Sun - llamo a su novio para asegurarse que estuviera dormido y al no recibir ni un solo asentimiento del contrario supo que estaba completamente dormido en un profundo sueño.

Sonrió levemente y lo cambió a su pijama, puso su teléfono a un lado en el buró y lo arropó para que no tuviera frío, durmiéndose al lado de su novio abrazándolo, sin si quiera recordar aquella cena que lo esperaba abajo.

De nuevo llegando tarde por tu trabajo. Pensaba Sunoo fingiendo estar dormido, su novio siempre le dedicaba demasiado tiempo a su trabajo y el no quería ser egoísta por que sabía bien que Ni-ki trabajaba para poder darle todo lo que necesitaba, pero aveces lo que el necesitaba era un poco de tiempo de calidad con su novio.




...



Era domingo, Sunoo no tenía clases y por lo que le había dicho, Ni-ki no trabajaba hoy, oportunidad perfecta para pasar el dia juntos y recuperar un poco de tiempo que habían perdido por el dichoso trabajo.

— Podemos ir por helado, vi que abrieron un nuevo lugar y dicen que el helado de chocomenta es delicioso! - dijo Sunoo contento sentándose en el regazo de su novio mientras lo veía contento

— Ajá, puedo llevarte si quieres cielo. - Ni-ki estaba viendo algo en su laptop sin prestarle mucha atención al bonito pelirosa que tenía sentado en su regazo.

— ¡Yey! ¡Iré a arreglarme para verme bonito hoy! - le dio un beso a su novio el cual fue medio correspondido por el mismo y se levantó dirigiéndose al baño para estar fresco y lindo para la salida con su novio, la cual obviamente lo tenía más que emocionado.



...


Sunoo se había puesto unos lindos pantalones blancos apretados a su pequeña cintura haciéndolo ver muy lindo, acompañado de un hoodie celeste y unos tenis del mismo color que sus pantalones, finalizó su ouffit con un bolso negro y puso un poco de maquillaje en sus ojos y tinta con gloss en sus labios haciéndolos ver más esponjosos y bonitos.

Quería verse increíblemente lindo para su novio.

Pero cuando bajo se dio cuenta que su novio tenía puesto el traje que usaba para su trabajo y estaba viendo la hora en su reloj.

— Solo vamos por un helado, no tenías que estar tan elegante amor - rio un poco y se acercó a su novio dándole un beso corto, tenía un poco de esperanza en que este se vistió así para su cita y no para su trabajo —Igual te ves muy guapo.

— Oh no, perdóname Sun...me llamaron urgentemente del trabajo y tendré que ir a arreglar algunos asuntos - saco unos billetes de su cartera y se los dio — Pero puedes ir por el helado que tanto querías, con suerte no volveré tan tarde, adiós te amo. - besó la frente de su novio y salió de casa dejando a un Sunoo triste mirando el dinero que le había dado su novio.

— El helado no importa, quería ir contigo... - Ni siquiera le puso atención a lo mucho que se había esforzado en arreglarse para el, esto estaba empezando a ser cansado y a lastimarlo de más, pero tampoco quería terminar su relación de tres largos años.

Además, lo amaba demasiado.

When it was me; SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora