¿Me concedes este baile? // One Shot

P. Única

Pov: Luz.

Era una tarde normal, estaba yendo de aquí por allá cortejando damas del reino, llevándolas a cabalgar en mi corsel, o teniendo charlas sobre como era ser la hija de la Reina. Algo de lo que, apesar de que no me gusta alardear, siempre me preguntaban tal cosa, y la señorita a la que estaba cortejando no sería una excepción a esa duda. Al ser las 4p.m fui a dejar a la damisela a su hogar.

—Y dígame bella dama —dije bajando de Daniel—. ¿Algún caballero la ha cortejado en estos días?.

—La verdad no, Princesa. No me gustan los caballeros —dijo mientras la ayudaba a bajar del corsel.

—Entonces eres como yo, te gustan más las damiselas que los caballeros.

—Asi es, Princesa —dijo riendo—. Gracias por el paseo en su noble caballo, me divertí.

—No es nada, me gusta llevar a cabalgar a bellas damas como tú, Charlotte.

—Tenga linda tarde, Princesa.

—Mis mayores deseos de que su tarde sea fabulosa, Señorita Bustie —me despedí haciendo una reverencia, en cuanto la chica entro a su hogar subí a mi caballo y tome camino hacia el castillo—. ¿No encontraré una dama digna...? Mi madre va a matarme si no encuentro con quién casarme...

Madre muchas veces me mandaba al pueblo solo para cortejar a las más finas damas y a las más prestigiosas del reino. Lastimosamente, las señoritas mimadas no me llamaban la atención. Por eso mayormente me iba por las jovencitas de la clase media o clase baja, conocer sus historias y saber cómo es la vida de esas pobres doncellas me motivaba para mejorar algunas partes del reino.

Suspiré pensando en que más podría hacer, llegue a la entrada de el pueblo y azote la rienda para que Daniel corriera, me hacía feliz correr hasta el castillo, que estaba relativamente lejos del pueblo.

Llegué y me detuve, mi sorpresa fue grande al ver un carruaje del reino de los demonios frente la entrada del castillo. Baje de mi corsel y uno de nuestros caballeros tomo su rienda para llevarlo al establo.

—Capitan Augustus —llame—. ¿Que hace un carruaje del reino de los demonios aquí?

—Sobre eso Princesa, la Reina Camila solicita su presencia en la sala del trono.

Trague saliva, había un carruaje de otro reino en frente del castillo, y mi madre esperaba mi llegada en la sala del trono, algo me decía que no sería algo agradable lo que allí me esperaba. Me puse firme y camine por el castillo hasta llegar a la sala del trono, dónde mi madre esperaba con dos invitados. El Rey Alador y la Reina Odalia Blight, gobernantes del reino de los demonios.

—Buenas tardes, madre. Buenas tardes sus majestades —salude con una reverencia—. ¿Solicitaste mi presencia, madre?

—Asi es, querida —dijo mi madre pidiéndo que me acercara—. Tenemos que hablar de tu... Compromiso —¿Compromiso? No tenía una dama de la cuál me enamorara o me llamara la atención románticamente todavía, ¿Que planeaba mi madre?

—¿Mi que?.

—Compromiso, Princesa Luz —respondió el Rey Alador—. Tu compromiso con nuestra hija, la Princesa Amity.