Heung-Min se levantó con un dolor de cabeza horrible, miró la habitación, recordando todo de golpe. Su pareja, el accidente, el cono despertó aquí, y aquel tipo frente a él. Reparó la mirada por todo el lugar, dándose cuenta que las persianas estaban cerradas por metal, dejando todo oscuro e iluminado por una lámpara.
La puerta estaba siendo abierta, dejando ver al mismo tipo de ayer con una bandeja de comida y agua, se hecha hacia atrás en la cama teniendo que al contrario le hiciera algo.
- Tranquilo - vestía un lustroso traje negro señido, sentándose al borde de la cama le miró atento apoyando con cuidado la bandeja en la cama - no quiero hacerte daño, sólo vengo a ver como estás.
- Estoy bien - hablo con dolor al sentir su garganta seca por la sed - dónde estoy?
- Eso te lo diré a su momento, ahora por favor, come algo - tomó la bandeja para acercarse más a él y ponerle la bandeja en sus piernas - por cierto, soy Cristian Romero.
Heung-Min miró la comida, se sentía extraño, había sopa, pan tostado, huevo revuelto y tocino, un vaso de jugo y una jarra de agua y un vaso extra sin nada. Tomó la cuchara removiendo la sopa con ella, tomó un poco para llevar el cubierto con aquel líquido a su boca. Su estómago se regocijo de placer al recibir alimento. Impaciente empezó a comer rápido, bajo la atenta mirada de Cristian que sonreía complacido, al parecer aún tiene el toque al cocinar.
Heung-Min al terminar de comer, lleno el vaso extra de agua, dando un trago largo dejando el vaso vacío en la bandeja y miró a Cristian que no se había ido desde que empezó a comer.
- Lo siento sino me presenté - murmuró apenado con la cara toda roja.
- No te preocupes!, Tenías hambre y que comas bien es importante - tomó la bandeja para dejarla en la mesilla al lado de la cama - ahora si, cómo te llamas?
- Son Heung-Min - bajo la cabeza para luego alzarla, como una reverencia - ahora me dirás, dónde demonios estoy?
- Estás en mi casa, te traje después de tu accidente - llevo su mano al caballo del otro, procurando no mover el vendaje de la cabeza del otro.
-¿En tú casa?- murmuró sin apartar la mirada de Cristian - pero....por qué?!, Tendría que estar en el hospital, no aquí!!
Su respiración empezó a ser irregular, llevo su mano a su pecho apretando su ropa entre sus manos en el proceso, daba bocados buscando aire.
Cristian solo se acercó hasta él abrazándolo, acariciando el pecho de Heung-Min, logrando tranquilizarlo dejándolo de nueva cuenta dormido.
- Tranquilo....todo estará bien, lo prometo - susurro besando la frente de Heung-Min, dejando con cuidado su cuerpo en la cama, cubriéndolo con las sábanas. Se levantó con cuidado tomando la bandeja y dirigiéndose a la puerta - esta vez, no habrá nada que nos separe.
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╹╹Pasos, escuchaba pasos acercándose a él, levantó la mirada justo en el momento en el que las puertas de aquella oficina se abrieran. Una mujer de piel pálida, cabello azabache y ojos carmesí le miraban expectantes. Dejo los papeles a un lado para entrelazar sus dedos sobre la superficie del escritorio.
-¿Necesitás algo?- hablo entre susurros sin apartar la mirada de la contraria.
-¿Qué hace un mortal en mí aquelarre?- le pregunto avanzando con paso decidido hacia el otro.
- Lo que yo haga o lo que no, ya no es tu asunto - le respondió intentando tomar los papeles.
Pero una daga fue incrustada en su mano manteniéndola pegada al escritorio. Solo ladeó la cabeza con confusión para ver a la mujer.

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Por Una Gota de tu Sangre (Cutison)
FantasySon Heung-Min sufrió un accidente automovilístico estando totalmente inconsciente luego de haber chocado, mas su cuerpo no fue encontrado en el accidente. Mas al despertar vé que no esta en una habitación de hospital, y eso le pareció extraño. Y más...