6 a.m

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—Bueno, gente, hasta acá el directo de hoy. Mañana vuelvo, vamos a ver sí hacemos un "Hola Spreen" ¿les parece?—el pelinegro se despedía de los usuarios que lo acompañaban—"noo, quedate" Pará, loco, estoy hace seis horas en stream y vengo de no dormir hace un día, no sabés el hambre y el sueño que tengo—contestó al comentario dicho en el chat.

Iván continuó con su despedida. Tanta gente pidiendo por unos minutos más estaba por convencerle pero al ver que ya eran las cuatro de la mañana prefirió cortar.

—Los dejo con Rob. Donenle así está más tiempo con eso del extensible—Bromeó mientras preparaba una donación generosa para el directo de Tomás.

Estaba escribiendo un mensaje divertido para la alerta de bits cuando escuchó un ruido de llaves y luego la puerta abrirse. Se quedó quieto observando lo poco que alcanzaba a ver en dirección a la entrada de su casa.

Su corazón se arrugó cuando vio pasar a Rodrigo con su cara roja y los ojos notablemente hinchados.

—Perdón, no sabía que estabas en stream—fue todo lo que dijo Carrera. Símplemente giró en la cocina y agarró algo de la alacena. De seguro café en polvo (que cabe aclarar: Spreen no toma café, pero como a Carre le encanta, compra seguido, solo para él).

Iván ni se molestó en apagar stream. Saltó de su silla como sí esta le quemara y, por poco, corrió hasta donde estaba el castaño.

—Ay, Ro—Buhajeruk no sabría explicar sí eso fue para su novio o para él. Pareció mas un desahogo para sí mismo por la tristeza que lo habia inundado al ver a Rodri así.

Al principio, Rodrigo no se inmutó al sentir el contacto de Spreen.

—Hoy fue un día de mierda—rio, aunque claramente esa situación no era graciosa en lo absoluto.

Al cabo de unos segundos, correspondió al abrazo con todas sus fuerzas.

Se aferró al cuerpo ajeno casi rasgando la remera de Iván, con una angustia descontrolada. Se notaba que estos sentimientos los venía guardando desde hace tiempo. Carrera no sabría exactamente cuanto, sólo se notó más cabizbajo durante días y ahora parecía largar todas sus emociones en lágrimas...

—Shh. Tranquilo, ya esta, ya pasó—empezó Iván—Ey, estoy acá. Estoy acá con vos, para vos, lo que necesites. Acá me tenés ¿sí? Estoy orgulloso de vos y de todo lo que venís logrando. Pasaste por un montón de cosas, boludo. Lo que sea que se venga también vas a superarlo y yo voy a estar ahí para acompañarte.

Rodrigo sintió esas palabras como un abrazo al corazón, tanto que lo hicieron derrumbarse aun más, al punto en el que sus piernas comenzaban a temblar y perder estabilidad.

Los dos se arrodillaron quedando Carre con sus manos tapando su rostro e Iván rodeandolo totalmente con ambos brazos. Pasaron un rato así, en su burbuja.

Rodrigo jura que no sabía cuanto necesitaba un abrazo de ese tipo hasta que Iván se abalanzó en él.

Spreen fue a apagar el directo sin sar ninguna explicación a los viewers, solo pulsó el botón que decía "finalizar transmisión" y se devolvió con el contrario. Para este punto, el castaño ya estaba más tranquilo, se encontraba en el sillón de la sala de estar de su novio con un café con leche caliente y una manta sobre su espalda para no sufrir tanto el frío del invierno.

—Listo, después pongo alguna excusa en twitter y ya fue-habló.

—Joya—"respondió" Rodrigo, aunque, en realidad, lo hizo por inercia, para ser sincero no prestó atención ni a una palabra en toda la frase.

—Ro, ¿pasó algo con Amir?

—Eh... Sí... Bah, no sé—se frenó a recordar bien aquél momento para responderle—. Yo ya venía medio bajón y después Amir me dijo no-me-acuerdo-qué y yo salté a bardearlo por la bronca que tenía—dio un sorbo a su café para, luego, dejar este en la pequeña mesa ratonera en frente de ellos—y empezamos a discutir medio fuerte y... Y al final me terminé yendo de casa. Igual no fue su culpa, yo vengo raro desde hace mucho, no sé, me siento muy—estiró la "Y" mientras pensaba sus siguientes palabras—... ¿Presionado? ¿O angustiado? Algo de eso creo.

—Uh, bueno, mañana sí querés podemos ir a tu casa y hablar con Amir, y, bueno, ver sí solucionamos las cosas. Seguro que sí, él es un buen pibe, seguro entiende.

—Sí... Supongo. Igual no quiero hablar ya de eso, me hace sentir peor.

Hubo un largo silencio, pensativo para Rodri y admirativo para Iván.

—Bueno, ¿qué necesitas? ¿Querés dormir? Podemos ver 'Fairy Tail', todavía me quedan 'lays' de limón. Sino también está la play. No sé, decime lo que quieras.

—¿Y coger no está?—soltó Carrera risueño mientras Iván reía por el comentario—No, igual, ver fairy está bien.

El pelinegro al escuchar eso se puso manos a la obra prendiendo la tele en 'HBO' y sacó las papas de su determinado cajón.

Enseguida volvió con su novio y se sentó en el sillón. Rodrigo se acomodó en las piernas de Iván echando su cabeza hacia atrás para apoyarla en el hombro ajeno.

La serie empezó en el capítulo favorito de Rodri. Ambos se sentían cómodos con el otro. Se reían de alguna boludez y comían papas a más no poder. Quizás alguno que otro beso se colaba entre el anime pero no les molestaba perderse algunos minutos del capítulo que habian revisto, mínimo, cinco veces.

Y poco más de la mitad del capítulo, Rodrigo se habia dormido en la suavidad de las caricias que recibía en su pelo.

—Ro—llamó el pelinegro apenas sacudiendolo—Rodri—musitó otra vez—Ya se durmió—terminó dándose por vencido con sus intentos.

Consultó la hora en su celular. Claro, era obvio, el reloj marcaba más de las 6 a.m.

Se levantó del sillón con cuidado de no despertar a Rodrigo y lo cargó como pudo hasta la cama. Dejó allí el cuerpo de su novio. Le sacó la manta y el buzo que traía y los dejó a un costado, lo tapó con las sabanas y el acolchado a la vez que él también se acostaba en el colchón.

—Ivi—murmuró casi dormido Carre recibiendo como respuesta una mirada—Te amo, ga-gracias por hoy.

Iván quedó perplejo. Está bien que ya eran pareja hace varios meses pero el 'Te amo' nunca había salido de sus bocas, al menos no hasta recién.

—Yo también te amo—terminó por decir Iván luego de unos segundos sin palabras para expresar.

Rodrigo lo agarró por el cuello y lo atrajo hacia sí mismo para caer en un hermoso beso, nada muy pasional o brusco. Lento y tranquilo, una muestra de todo el amor que se tenían.

—¿Me abrazas? Todavía no me siento bien—concluyó Rodri al separar sus labios.


Buhajeruk no lo dudó y al instante junto sus cuerpos para así dormir cómodamente luego de ese largo día.

Rodrigo estaba destrozado cuando cruzó aquélla puerta; e Iván hizo lo que nadie podía por más veces que lo intentara.

Iván tenía el talento de hacerlo sentir bien solo con un comentario, un abrazo o simplemente una mirada. Rodrigo estaba seguro de que nadie podría consolarlo como Iván lo hace.

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𝘿𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙈𝙞𝙚𝙧𝙙𝙖 - 𝘙𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora