Hamburguesa de Pólvora en Otoño

La niña que solo quería huir

Rasgos Físicos: Lunar por el inferior de la comisura de los labios / Cuerpo atlético y ligeramente Voluptuoso / pelo oscuro, largo y rizado (Normalmente tintado a un rojo oscuro y peinado al estilo rasta) / Ojos marrones claros / Labios finos y carnosos / Grandes piernas / medianamente musculada / manos sensibles / Copa E+ / cejas gruesas y perfiladas / Nariz gruesa / Altamente sensible al frío / Poco sensible al calor / ojos pequeños

Introducción: Nacida en la misma estación que ama, Nashandra fue concebida el 65&#"!!!? en los bosques del Amazonas. Su madre, una figura desconocida por sus propios hijos, la crió como una más de sus múltiples hijos, tratando de que a diferencia del resto, ella fuera la sustituta perfecta para ocupar su lugar. Sin embargo, la futura sustituta no deseaba el lugar de su madre.

Nashandra ha amado a su madre con todo lo que tenía desde su nacimiento, siendo consciente de que tarde o temprano remplazaría el lugar de su progenitora, pero ella tenía una visión diferente. Una visión distinta a la que todos sus hermanos y hermanas compartían, ella deseaba libertad y estar en cualquier otra parte del mundo, alejada de su familia y rodeada de detalles que ella podría amar.

Decidida y sin preparaciones, ella marchó lejos, dejando atrás un rastro de desastres que su madre tuvo que arreglar con el paso del tiempo. A Nashandra no le importó, ella solo deseaba estar lejos y en un lugar donde se sintiera libre del toque de su madre.

Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, México, España, Francia, Rusia.

Nunca se quedó demasiado tiempo en cada lugar que visitaba, no por decisión propia, si no porque allá donde fuese, nada se acomodaba a ella ni ella podía acomodarse a nada.

Su madre tampoco se lo puso sencillo pues allá donde fuese, su presencia era notable.

No tuvo otra que escapar de Brasil, del yugo central de su madre.

En Latam no consiguió ocupar un lugar donde expandirse.

En Europa sus extremidades estaban demasiado frías como para crecer.

En México siempre pasaba Sed.

Entonces, tras años escapando se dio cuenta de algo más. Ella siempre estaba ahí, junto a ella, tras ella, frente a ella, abrazándola en todo momento y nunca podría librarse de ella.

Nashandra no odiaba a su familia, los amaba aunque estos no la dejasen en paz.

Ella comprendía perfectamente el porqué jamás podría escapar de los ojos de su madre, solo no quería aceptarlo.

Casi al borde de la rendición, un salpicón rojo intenso la rozó. En las fronteras entre México y EU, una mano débil la estaba tocando, una mano que se enfriaba lentamente, no era la primera vez que la tocaban pero si la primera vez la pintaban. Nashandra miró con atención esa mano que poco a poco se tornaba pálida, una mano bañada por el sol, una mano sensible y delicada. Un cadáver.

Sus múltiples ojos se posaron sobre el resto que estaba unido a la mano que la tocaba. Un cuerpo, un ser entero de tez morena que jadeaba con dolor y cansancio contra ella.

Nashandra miró estupefacta al futuro alimento de su madre, sus hermanos y lamentablemente, el de ella. Una mujer, una dama alta, delgada, atlética y con un cuerpo que otros llamarían ''voluptuoso'' la hija fugitiva estaba realmente curiosa ¿Como una mujer como ella ha acabado en los frondosos bosques fronterizos entre dos países que se odian?

Nashandra estaba curiosa, muy curiosa, en su longeva vida llena de escapes, esta era la primera vez que algo así le sucedía. La primera vez que miraba a la muerte directamente a la cara.