Namjoon es el dueño de un lindo centro de jardinería en un tranquilo pueblo a las afueras de Ilsan, Seokjin un lindo apicultor famoso en el pueblo por la deliciosa miel que cultiva, también el mejor y más frecuente cliente del moreno.
Jin quiere sab...
La campanilla en la entrada que indicaba que alguien habia entrado a su negocio, sonó a las 6:47 de la tarde ese caluroso lunes.
Pudo reconocer sin siquiera darse vuelta quien había entrado y lo observaba en silencio sin pronunciar palabra alguna.
-¿Piensas quedarte ahí parado mirando solo mi espalda? -dijo el moreno con diversión en su voz siguiendo con su trabajo de cortar con cuidado las hojas secas de aquella bonita suculenta que tanto le gustaba.
-¿Tú no piensas recibirme como se debe? -preguntó de vuelta el chico, balanceándose de un lado a otro. - Soy tu más lindo y fiel cliente después de todo.
El moreno rió encantado con las palabras del chico, tan perfecto y curioso como siempre.
Dio la vuelta para poder verlo por fin y no evitó que una bella sonrisa con hoyuelos reluciera de su rostro.
-Creí que ya no vendrías por hoy hyung. -dijo Namjoon acercándose a Jin sin dejar de ver sus brillantes ojos que lo veían con dulzura.
Podría verlos toda la vida si pudiera.
-Lamento llegar apenas. -se disculpó sin apartar su vista de la del moreno. -Tuve que esperar a que la nieta de la señora Choi llegara del supermercado para poder terminar mis entregas de la semana.
-No hay problema hyung. -respondió el Kim menor tomándose el atrevimiento de acomodar algunos pequeños mechones de cabello que tapaban la frente contraria.
La sonrisa de Seokjin se hizo aún mas grande ante esa pequeña acción.
Namjoon siempre era tan lindo con él.
La atmósfera repentinamente pareció ponerse mas cálida, pues en los planes de ninguno de los dos estaba mirar a otro punto que no fueran los ojos del chico que tenía enfrente.
El cálido momento fue roto por Nam, quien carraspeo para aclarar su garganta y hablar.
-Bueno, iré a cerrar la puerta trasera y entonces ya podremos irnos hyung. -dijo con un pequeño sonrojo cubriendo sus morenas mejillas. -No tardo.
Seokjin asintió tiernamente y se dispuso a recoger algunas cosas que el moreno tenía tiradas por ahí, con el fin de matar tiempo y que Namjoon no se demorara mas en cerrar la tienda.
Cuando el Kim menor regresó a la parte de enfrente de la tienda, se encontró al mayor distraido con algunas plantas nuevas que había traído de la cuidad, encargadas por un agradable anciano que al igual que Seokjin, frecuentaba el establecimiento.
-¿Te gustan hyung? -pregunta con voz calma haciendo dar un pequeño brinco al mayor del susto, quien le dió una mirada de enojo antes de asentir con la cabeza.
-Es un brote bastante bonito -dijo Seok acercándose a la puerta. -, ¿de qué es?
-Es un brote de lavanda. -respondió Nam abriendo la puerta para el mayor, saliendo detrás de este y asegurándose de cerrar bien la puerta de la tienda.
Se aproximó al ventanal con vista hacia dentro del establecimiento donde se encontraba recargada su bicicleta. La había comprado para hacer si traslado hogar-tienda mas rápido, pero desde hace unos meses, la usaba algo más.
Algo especial.
-Seguramente será bastante bonito cuando crezca. -menciona viendo la menor subir a su bicicleta sin despegas su vista de la colorida puesta de sol. Namjoon asiente a sus palabras.
-Bien hyung, sube.
Jin se acerca a la parte trasera de la bicicleta, y sujetando con cuidado los hombros del moreno cruza una pierna sobre la pequeña parrilla trasera donde desde hace tiempo, Namjoon lo lleva a su casa en agradables paseos.
Joon espera hasta confirmar que su mayor se ha acomodado bien para comenzar con el viaje, pero se sorprende al sentir los delgados de Seokjin cruzarse hasta abrazar su abdomen y no se pierde que éste se haya recargado en su espalda.
Momentáneamente la idea de acariciar esos delgados brazos lo tienta, mas solo atina a sonreír sin que es mayor lo vea.
Comienza a pedalear con una pequeña sonrisa en su rostro meditando sobre diferentes cosas. Entre ellas, como conoció a llegado a esta situación con el castaño que esta llevando a casa.
Y un lindo sentimiento de nostalgia le llena el pecho.
-Hey hyung, -dice llamando la atención del mayor. -¿recuerdas cuando nos conocimos?
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