A penas logré reaccionar el sol se encontraba apagado... Cientos de nubes habían bajado a la ciudad y no se lograba distinguir nada, las gotas de lluvia recorrían cada esquina de mi cuerpo, al igual que las gotas de sangre que provenían del cuerpo de Tomo... Un carro había parado justo frente a nosotros, éramos a penas unos pequeños seres vivientes, Tomo siempre me cuidaba a pesar de no ser hermanos de sangre, ahora ¿Cómo le explicaría a su madre lo sucedido? Ella siempre detestó la idea de que yo viviera junto a ellos, a penas podíamos comer todos y yo... Solo era una carga.
- Tomo... Hermano, por favor no me dejes, no cierres los ojos sí?
- Kaz... Eres el mejor hermano que pude haber deseado
- Descuida traeré ayuda, solo espérame por favor, te lo ruego.
- No Kaz, quédate conmigo. No quiero morir solo, al menos quiero saber que pude cuidarte hasta mi último aliento.
- No digas eso, Tomo por favor ir- iré por ayuda sí? - las lágrimas no paraban de caer sobre mi rostro, estaba frente al cuerpo de mi hermano todo ensangrentado, y yo... Estaba ileso sin ningún rasguño...-
- Te quiero hermanito, dile a mamá y papá que los amo, y cuídalos por mi ¿Está bien?
- Te lo juro por mi vida.
- Te cuidaré siempre, lo prometo...
- Tomo... Tomo, por favor no me dejes, ¡Maldición Tomo abre los ojos! No te vayas, hermano te necesito, por favor vuelve.
Intenté abrazar lo más que pude el cuerpo de Tomo, me negaba a dejarlo ir, no obstante el cuerpo de Tomo se tornó helado y fue ahí donde supe que no podía hacer nada más para que él volviera a mi... El auto que nos chocó se esfumó sin decir nada ¿Quién en su sano juicio puede no sentir remordimiento al atropellar a 2 gatitos?
Era hora de regresar a lo que sabía dejaría de ser mi hogar, debía avisarle a la mamá de Tomo sobre lo sucedido...
-Ho-Hola... Ya llegué. - dije al recién abrir la puerta de nuestra pequeña casa.
- ¿Eres tú Tomo? - dijo la mamá de Tomo desde la cocina
- No...
- Ah, ¿entonces sos Kazuha? Dónde está Tomo, ya es noche para que se encuentre afuera. - dijo acercándose hacia la puerta en dirección a Kazuha.
- ...
- ¿No vas a contestar? Pensé que ya se te habían olvidado los malos hábitos de gatito abandonado...
- Señora... Lo siento mucho, yo intenté hacer todo lo que pude pero él...
- ¿Que pasa...? Y por qué tú... Traes sangre en tu pelaje, ¡Dios mío! Le pasó algo a Tomo, en qué hospital está?
- Él está en el jardín, decidí que era mejor esperarlos a ustedes, así que aún no he terminado de excavar el hoyo.
- No puede ser... ¿tú mataste a Tomo?
- ¿Qué? No, no fue así, un carro iba a toda velocidad y nos atropelló a ambos, cuando iba a la mitad de la calle sentí que Tomo ya no corrió junto a mi y era por qué el carro le había dado a él...
- ¡Maldito desgraciado, tú debías de morir y no él! Te odio gato infeliz.
- Lo sé, yo también debía morir.
- También??? Eras el único que debía morir, no tienes nada que perder en la vida, Tomo era un excelente y prometedor cazador.
- Lo lamento tanto... Tomo dijo que los amaba mucho a usted y a su Padre.
