Le cuesta encontrar los botines de trabajo en la oscuridad de su habitación desordenada, con sigilo intenta moverse hacia la habitación de su hermana mayor para rebuscar entre sus cajones algunas medias decentes, y entre murmullos escupe algún que otro comentario de odio para la morocha que duerme plácidamente en su cama. A el también le gustaría tener un novio que lo pase a buscar en moto y llegar al colegio en menos de tres minutos.
Pero es difícil encontrar varones con moto y licencia en esa ciudad, y es aún más difícil encontrar varones que reúnan esas dos cosas y, además, sean homosexuales. Maldice el día en el que aceptó que le gustaban los varones, si hubiera fingido un poco más, quizás podría haber conseguido alguna novia linda con moto o auto.
Cierra la puerta con cuidado, porque, aunque la envidia, no quiere despertar a su pobre hermana. Sabe que trabajó hasta tarde y se sentiría eternamente culpable si por su culpa no puede dormir una hora más.
También aborrece ser tan lento para alistarse, si fuera un poco más eficiente a la hora de organizar sus cosas, seguramente no tendría que estar levantándose a las cinco menos cuarto cada mañana, sabiendo que la entrada a la escuela es recién a las siete y media.Pero es lento, y también toma ese tiempo como un ritual, ya es parte de la rutina que lo acompaña desde que decidió meterse a un colegio técnico.
Sin tardar más de lo que ya lo ha hecho, finalmente se coloca el uniforme, bajando despacio las escaleras para aproximarse a desayunar.Saluda a sus padres sin muchos ánimos, realmente levantarse temprano no es lo suyo, pero su humor siempre cambia cuando saluda a su mejor amiga en la entrada, y un poco más lejos, a su mejor amigo. Nicolás y Karen siempre han sido increíblemente activos, y a él siempre le sorprende la manera tan caótica que tienen de hacer las cosas. Y como todas las mañanas, ese es tema suficiente para que pierda su mirada en algún punto fijo de la cocina.
Su cabeza divaga entre todos los trabajos que debe entregar, y entre ellos, la cantidad insufrible de horas que pasará la siguiente semana dentro de las instalaciones educativas. Le alegra saber que ya es jueves, que el fin de semana está cerca y que no falta tanto para sus vacaciones.
La fantasía en su cabeza se cristaliza al oír la conversación que sus padres mantienen, la lista que menciona su madre de tareas por hacer lo descoloca, porque cada vez que su querida progenitora hace eso, sabe que es para pedirle un favor. Y, por desgracia, no está equivocado.
Un suspiro escapa de sus labios al oír la petición de su madre, quiere putearlos a todos en cincuenta idiomas distintos, pero asiente mientras revuelve la chocolatada que recién preparó en la taza del Rayo McQueen.
—— Dale Cristian, no me pongas esa cara, no te estoy pidiendo que te arranques el corazón y me lo dejes en la mesa. —— Su mamá le reprocha, guardando varias cosas en su cartera.
—— Sería más fácil arrancarme las vísceras con esta cuchara. —— Romero levantó el cubierto mencionado, volviendo a dejarlo en su lugar segundos después.
—— ¡Ay Cris! Que exagerado que sos, hijo. Tenés que ir media hora antes a la casa de tu abuela y decirle al cuidador que es lo que tiene que hacer, nada más. —— Rosa le sonrió dulcemente, acariciándole el cabello con cariño.
—— ¡Pero si la abuela me odia! Desde que le dije que me gustan los varones me hizo la cruz, seguro se hubiera puesto más contenta si le decía que le daba a la keta. — Cuti se encogió de hombros mientras bebía finalmente la chocolatada, totalmente resignado.
—— ¡Ay Cristian! —— Su madre lo miró horrorizada, negando con la cabeza.
—— Cuando se muera la vas a extrañar. —— Quito, su padre, se levantó de la mesa, proporcionandole un gesto a su mujer para que ya se vayan de una vez.
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¡ CUIDADOR ! ㄑ lisandro martinez x cuti romero | cancelada.
FanfictionCristian agradece que su mamá no haya puesto a su abuela en un geriátrico, porque Lisandro es el cuidador más lindo que sus ojos han visto. - Normal Life Au. - Angst leve, slow burn. - C. 18 / L. 19 - crack ff.