Jungkook era una persona extraña, desconocia de emociones y no entendia del todo como interpretarlas, aún cuando se encontraban evidentemente frente a sus ojos.
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Historia original
No se aceptan copias u adaptaciones.
Aunque frecuentamos el bar nunca lograba verlo y mi interés se esfumó con el tiempo.
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Un mes había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Yo trabajaba como encargada en un local de ropa en el centro de la ciudad. Siempre me interesó la moda y quería tener experiencia y ahorrar dinero para comenzar con mi propio emprendimiento, hacer mi propia marca.
Una tarde como cualquier otra en mi jornada laboral lo volví a ver.
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"Hola buenas tardes, en que los podemos ayudar?"
Una de las empleadas lo atendió, a él y a sus acompañantes.
"Ya había reservado algo por internet, pero igual daré un vistazo"
Dijo una chica que llegó con él y otro chico más.
Yo me encontraba detrás del mostrador organizando la lista de lo que llegaría más tarde.
Será su novia?, Su hermana tal vez?... Naah ni se parecen. Mierda! Justo en mi trabajo lo vuelvo a ver?. En estos momentos agradezco que el CEO nos haga lucir pulcras y con maquillaje modesto, al menos no estoy tan mal... Pero ella, ella parece Idol.
El local tenia un sector para hombres y uno para mujeres, era bastante grande así que habían varias trabajadoras que se encargaban de atender a los clientes. Yo por mi parte me encargaba de mantener todo en orden, incluyendo lo nuevo que entraba, lo que se vendía, la caja, los pedidos y demás cosas. No era mi trabajo atender las necesidades de los clientes, así que no podía entrometerme hasta que llegaban al mostrador.
Mientras lo veía recorrer el local me limite a eso, solo observar.
Cierto! Nunca le agradecí correctamente por esa noche, pero no estaría bien acercarme de la nada... Sólo esperaré.
[...]
La chica que vino con él se acercó al mostrador, detrás él y el otro chico.
—Buen día, tengo un pedido a nombre de Cha Sara.— dijo amablemente con una sonrisa.
—Buen día señorita Cha, en un momento se lo tengo.
Caminé hacia el almacén y lo vi asentir con la mirada, me reconoció.
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Mientras buscaba el pedido, me preguntaba si era correcto saludarlo y agradecerle antes de que se fuera, tal vez no volvería a verlo, pero esa idea fue descartada, estaba en horario de trabajo y tal vez la chica era su novia, no quería causar ningún tipo de confusión.
—Muchas gracias por elegirnos, espero que vuelva pronto.— dije con una sonrisa despidiendo a la chica que me saludo muy amable antes de irse.
No quise ni mirarlo a él, solo vi su espalda mientras se marchaba.
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—Voy por un café, alguien quiere uno?— pregunté a las chicas que no dudaron en aceptar ni 2 segundos.
Lo bueno de trabajar en el centro era que tenia todo a mano, el café se encontraba justo en frente nuestro cruzando la calle.
—2 capuchinos... Un latte... Y de que era el otro?, bueno no importa.
—Pense que eras gerente...— dijo una voz masculina justo cuando salí del lugar. Miré hacia mi costado y no lo podía creer.
—Disculpa?
—No me recuerdas?, Caíste frente a mi en el Bar Barón.— respondió parándose de la mesa donde se encontraba.
Miré a los costados pero estaba solo.
—Te recuerdo.
—Es un alivio— dijo casi en un suspiro.
—Que?— pregunté sin entender pero él sonrió... Carajo sonrió.
—Yo te estaba esperando, no quería incómodarte en el trabajo así que espere aquí hasta que salieras.
—Que?... Me estabas esperando?— pregunté incrédula.
—Tengo algo que te pertenece— busco en su bolsillo y saco un brazalete. Mi brazalete—Se te cayó en ese momento pero tuve que salir corriendo y no te lo pude devolver, esperaba encontrarte en algún momento así que siempre lo tengo conmigo.
Tomé el brazalete y quería morir en ese instante. Debajo de esa seriedad se escondía ese tipo de chico?
—No tenías porque hacerlo... Gracias y también gracias por haberme ayudado en ese momento. Quería agradecerte antes pero no volví a verte en el Bar. Muchas gracias de verdad —dije sonriente
—Eso... No fue nada, solo hice lo correcto. Estaba esperando antes de volver al bar para que se olvidarán del inconveniente, pero te encontré aquí. Qué pequeño es el mundo... Por cierto soy Jungkook, Jeon Jungkook.
De verdad es pequeño...
—Soy Haneul, Choi Haneul.
Él sonrió, yo sonreí y el mundo se detuvo.
Como puede sonreír tan lindo?, Como... Cómo...
—MIERDA EL TRABAJO! Lo lamento pero tengo que irme, vine a comprar café pero ya tarde demasiado, DE VERDAD LO SIENTO— grite mientras corría y lo vi agitar la mano en el aire
—ADIOS CHOI! —lo escuché gritar detrás de mí y fue como una bendición para mis oídos.
