Capítulo 17 : Las mareas de la retribución

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Otro día de intentar enseñar tontos. Otro día perdido. Severus Snape, con su túnica ondeando detrás de él, entró en su oficina y se detuvo con la boca abierta de asombro. Harry Potter estaba sentado con los pies sobre el escritorio personal de Snape hojeando un libro antiguo de pociones de valor incalculable como si fuera un libro de texto.

"¿Qué demonios crees que estás haciendo en mi oficina, Potter?"

"Buenas tardes Snivelous". Dijo el chico de cabello oscuro levantando la vista del libro. "Estoy aquí para averiguar algo. Tu respuesta realmente no importa; solo estoy alimentando mi propia curiosidad personal. ¿Sabes lo que sucede en tu casa?"

"Sal de mi oficina Potter. Haré que te expulsen por esto."

"Sí, sí," Harry hizo la señal rodante de 'acelerar' con su mano izquierda. "Todos los años, harás que me expulsen. Sin embargo, de alguna manera, todavía estoy aquí. Este año, el director podría incluso dejarte hacerlo. El problema es, por supuesto, que no me importa. Lo único que hará la expulsión será es darme más tiempo para destruir a tus maestros, a ambos. Siéntate Snivelous".

El maestro de pociones sintió que la fuerza lo rodeaba y luego lo obligó a sentarse en la silla frente al escritorio.

"Supongo que debería estar agradeciéndote. Si dirigías una casa con alguna medida de comportamiento civilizado, entonces Hermione aún podría estar tratando de lidiar con lo que le sucedió, pero tú y tu negligencia le han dado un motivo en el que concentrarse. ¿Sabía que tenía al menos a una mujer joven bajo su cuidado que fue violada repetidamente en los últimos cinco años?

"Eso es lo que son las mujeres para Potter. Los hombres las quieren. Los hombres las usan. ¿Cuál de las mozas se quejó?"

"¿Cuál? Maravilloso. Te equivocas Snivelous, eso no es para lo que están las mujeres. Era tu responsabilidad protegerlas". Harry negó con la cabeza. "Sabes, si te matara ahora, te estaría haciendo un favor. Mis esposas conocen las actividades de tu casa y van a destruir tu pequeña y feliz banda de violadores. Si tú mismo has tocado a una sola chica, te Te sugiero que empieces a correr ahora. No te hará ningún bien, pero el ejercicio no te hará daño".

"¿Te atreves a amenazarme Potter?"

"Snivelous, ¿no te preocupa en lo más mínimo el hecho de que puedo controlar tu cuerpo sin una varita o un imperius? No te estoy amenazando. Te estoy diciendo lo que va a pasar. Eres un matón y un cobarde, pero nunca pensé que fueras estúpido. Abre los ojos, tus dos amos se irán dentro del año. Ya no tienes a nadie detrás de quien esconderte.

… -ooo000ooo-…

Draco recuperó lentamente la conciencia. ¿Qué ha pasado? Había estado saliendo del Gran Comedor después de la cena, contemplando la muerte de su padre, la desilusión del matrimonio de sus padres y la carta de su madre diciéndole que se acercara a Potter sombrero en mano para rogar su protección, luego nada.

"¿Nos estamos despertando?"

La atención de Draco se centró en la mujer de pelo tupido que tenía delante. Su sonrisa era depredadora, descubrió que no podía moverse.

"¿Qué me has hecho sangre sucia?"

La rodilla que se enterró en su ingle pertenecía a la belleza de cabello negro que estaba de pie junto a Hermione Granger. El mundo de Draco se disolvió en uno de agonía teñida de rojo. Fue sólo el hechizo de atar y pegar el cuerpo lo que lo mantuvo erguido.

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