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Jeno ya estaba desvistiéndole. Primero le quito la camisa blanca y la dejo caer al suelo antes de comenzar a besar cada centímetro de piel que había dejado al descubierto; los hombros, el cuello y su pecho.

Luego sus labios volvieron a ascender beso a beso hasta regresar a la boca de Renjun, al tiempo que sus manos no dejaban de acariciar su abdomen y parte de su espalda. Comenzó a acariciar el borde del pantalón de pijama del castaño dándole a entender que dentro de poco estaría completamente desnudo.

— Jeno... la señora Minyoung — Murmuró — ¿Y si se levanta...?

— Le eche el pestillo a la puerta al entrar.

— Si, pero si se despierta o alguien del servicio y si nos oyen sabrán exactamente lo que estamos haciendo.

Cuando Jeno lo miro veía el deseo en sus ojos.

— Me da igual que se enteren.

El hecho de que no quisiera ocultarlo hizo excitar aún más a Renjun, y lo cierto es que él tampoco quería que parara.

Jeno tiro de su pantalón hacia abajo hasta que cayó en el suelo junto a la camisa blanca y cuando lo atrajo hacia sí y su piel rozo el pecho desnudo de Jeno, se estremeció por completo.

— Tus labios son adictivos... — Susurro Jeno antes de tomarlos de nuevo, en un beso profundo.

Le quito el bóxer y cuando por fin tuvo al castaño desnudo frente a él dejo que sus ojos recorrieran su cuerpo de arriba abajo.

Sin embargo, Renjun no quería ser el único que estuviera desnudo, así que cuando comenzó a besarlo de nuevo le quito los pantalones del pijama a Jeno también.

Se tumbaron sobre la alfombra y continuaron besándose y tocándose sin prisa alguna, tomándose su tiempo para estimular todos los puntos erógenos que habían descubierto aquella primera noche que habían estado juntos.

— Háblame Renjun — Le susurro Jeno — Dime que quieres de mí.

— Lo quiero todo, Jeno — Respondió el castaño en un jadeo.

Sin apartar la vista de su rostro, Jeno deslizo una mano a su parte baja y más sensible para tentarlo con leves caricias.

— ¿Cómo esto?

— Si — Gimió Renjun.

Sin embargo, cuando alargo una mano para tocarlo él también, Jeno se lo impidió.

— Ya te llegara tu turno luego, Renjun. Ahora quiero ser yo quien te de placer.

— Pero es que yo también quiero darte placer — Le dijo un poco molesto Renjun.

Intento tocarlo de nuevo, pero Jeno le agarro la muñeca y con firmeza le subió el brazo por encima de la cabeza y se lo inmovilizo contra la alfombra.

— Esto también me da placer a mí — Le dijo antes de agachar la cabeza para tomar un pezón en la boca.

Renjun sintió como un cosquilleo eléctrico descendía por su interior hasta alcanzar su ya duro miembro el lugar en donde estaba aún la mano de Jeno, subiendo y bajando lentamente por toda su longitud.

Renjun gimió y cerró los ojos.

— Me pregunto si ahí abajo sabes igual de bien — Murmuró Jeno.

Sus labios fueron dejando suaves besos por el cuello del castaño, bajando luego por su pecho, hacia el ombligo... y cuando por fin alcanzaron su destino, cuando Renjun sintió su miembro en la cálida boca de Jeno se estremeció entero y arqueo las caderas. Posando la única mano que tenía libre en su cabello acercándolo más hacia él.

Embarazado de un Millonario | ♡ NoRen ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora