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Hola Hola
Much@s me han preguntado por esta historia asi que aquí esta de vuelta.
Aunque está acabando con mi paciencia 🤥
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🗡Inyección🪓
Temprano, la mañana siguiente. Había pasado la segunda noche de violaciones y torturas. El ama de llaves principal tuvo que golpear la puerta de Brush para que despierte y vaya a trabajar. Empezando por ayudar a las criadas a preparar el desayuno de Kendo.
En cuanto al hombre frío amaneció de buen humor. Por razones poco claras para el mismo, desppues de haber estado con Brush, terminó de lavarse y vestirse y bajó a comer antes de salir a ocuparse de sus asuntos legítimos que están bajo su cuidado.
“Señor, algo ha sucedido otra vez.”
El subordinado que se había recuperado tras ser alcanzado por la bala del jefe, entró al comedor.
“¿Qué pasa?” Preguntó Kendo con voz tranquila. Frío y quieto.
“Es su coche, señor. Ha evadido algunos impuestos. Ahora DSI ha solicitado al Estado trescientos ochenta millones en impuestos.
“Trescientos dieciocho millones” Kendo repite las palabras del subordinado que vino a informar. La voz es suave.
"Sí, señor Kendo. Porque ahora la sociedad está interesada en el caso del señor Kendo es especial. Por lo que el jefe me ordenó que fuera a ver ese asunto primero".
Kendo entendió muy bien las intenciones de su padre. En este momento, primero hay que hacer las cosas legales por su propio bien, pero pase lo que pase, incluso si DSI recauda impuestos atrasados. Kendo no quiere perder ese dinero. Asi que se tiene que ocupar de las personas en la investigación. Difícilmente tendría que perder nada si usara sus conexiones en el gobierno.
“Ocúpate de eso”.
“Sí, señor Kendo."
Así que Peng… ve y arrastra a Brush hacia mí”, dijo Kendo con frialdad. Hasta la criada que vino recoger el arroz (desayuno) sintió un frío glacial en todo el cuerpo.
“Sí, señor Kendo”, la voz de Peng se apagó y salió a buscar a Brush hasta el comedor y llevarlo frente al dueño de la casa.
“Aquí está, señor Kendo.”
“Deja todo.” Una voz fría habló, casi desmayando a los presentes. Los sirvientes siguen la orden junto con Peng y Kamjorn también. Porque ahora mismo, ninguno logra entender lo que hay en la mente de Kendo.
Cuando todos se van Kendo se puso de pie. Se alejó de la silla y se dio la vuelta, mirando a Brush que estaba parado con la cabeza inclinada.
“¿Qué voy a hacer contigo, bastardo?”
Brush escucha su voz pensando en como salir de esa situación.
"Estoy preguntando qué voy a hacer contigo.” La voz de un hombre que perdió más de trescientos millones en manos del estado esta mañana. Volvió a alzar la voz con fuerza, gritando en la cara de Brush que seguía parado con la cabeza inclinada.
"¿Qué quieres decir con eso Kendo? No lo entiendo", preguntó Brush con voz tartamudeante porque ahora estaba empezando a tenerle miedo.
“Eso significa que te voy a matar ahora mismo, ¿verdad?”
