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—Hola Choi.

Exclamó divertido el chico de rubios cabellos sentándose frente del adulido.

Estaba en una buena posición ese día, apartado de los demás, mirando la ventana en silencio, sin dudas ese fue el mejor momento para acercarse y cumplir con la rutina diaria, molestarlo y recordarle lo homosexual y absurdo que es.

Pero Soobin no se veía como en los días pasados, cuando levantaba la vista y le pedía en silencio que se retire. Esa ocasión es diferente. Simplemente levantó su mirada inexpresiva y regresó su atención a la ventana, ignorándolo de una manera tan sencilla que lo hizo sentirse humillado, no iba a dejar que eso sucediera.

—¿Tienes un teléfono nuevo? —tomó el aparato analizándolo, un iPhone 11, sonrió cuando el chico le extendió la mano, exigiéndole su teléfono. —¿Qué pasó con el otro?

—No te importa, ¡Dámelo! —exigió levantándose estirando más su palma para recibir su teléfono.

—¿Seungmin por fin te lo quitó? — cuestionó con diversión al ver el enfado plasmado en el rostro del chico quien lo tomó por el cuello juntando sus rostros.

Soobin había estado en una relación con Seungmin, era bien sabido que él lo amaba, ambos lo hacían, por lo que el chico le compró un teléfono como regalo por su año y tres meses de relación, pero hace unos días Seungmin le pidió a Soobin que terminaran su relación pues estaba enamorado de alguien más, Choi solo pudo aceptar y terminar siendo el centro de burlas de ya no solo Kai, y el echo de que todo el mundo se lo recuerde constantemente solo hace que odie más y más a Kai cada día.

—Apartate idiota. —Kai empujó al mayor quien solo le gruñó en la cara, sus puños estaban fuertemente cerrados, como si se contuviese de soltarle un golpe.

—Kai, lo dije ahora y no lo diré después. Dame mi teléfono. —extendió de nuevo su mano la cual fue vista y analizada por el contrario.

—Bien.... —soltó el teléfono haciendo que se estrelle al piso con un estruendoso sonido, el chico le dedicó una mirada incrédula.

—¿Por qué..? ¿Por qué mierda eres así?¿Necesitas más atención de la que te dan tus padres o qué? —cuestionó con odio en sus palabras, aquello fue deleite para los oídos de Huening quien sonrió con puro placer.

—Simplemente me gusta ver tu cara de imbécil a punto de llorar como el maricón que eres. —soltó con burla sonriendo, consiguiéndose la furia de Soobin quien en silencio se sentó donde antes estaba, admitiendo así que había perdido aquella discusión. —En fin...nos vemos después Choi.

Se despidió para después salir del aula y caminar por los pasillos.

Se despidió para después salir del aula y caminar por los pasillos

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𝐹*𝑐𝑘 𝑌𝑜𝑢 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora