Era un hermoso día en la ciudad donde esta historia comienza, los pájaros cantaban alegres anunciando la llegada de la fría brisa matutina y los habitantes del lugar se levantaban de sus camas para empezar sus labores diarias. Precisamente eso hacia ____, quien disfrutaba levantarse un poco antes de la salida del sol para admirar la belleza de este asomándose tímidamente por las montañas. Después del romántico espetáculo de bellos colores, ____ se dirigió a la habitación de su padre, quien como sospechaba, seguía durmiendo.
No queriendo interrumpir su tranquilidad, fue a la cocina a hacer el desayuno, probablemente el olor a tocino despertaría al viejo dormilón. Verán, ____ había perdido a su madre hace ya varios años, y al ser hija única, deberia ocuparse de la floristería (el negocio familiar) y todas las demás tareas del hogar, ya que su padre estaba ya muy mayor y algo enfermo.
____ sorió al escuchar lentos y fuertes pasos acercarse, como lo había predicho, su padre no fue capaz de resistir el hipnotisante aroma.
-Buenos días, papá- saludó la joven ayudando al anciano a sentarse a la silla
-El desayuno esta casi listo
-Buenos días querida- sonrió el viejo
-Tuve un sueño muy extraño- río un poco, apoyando sus codos en la mesa.
-¿De veras?- la chica sonrió, mientras servia un poco de té en dos delicadas tazas de porcelana -¿Y que soñaste, se puede saber?-preguntó sentándose, tomando dos cubitos de azúcar y echándoselos a su té.
-Pues...- el anciano se quedó pensando un momento -Vaya, lo tenía en la punta de la lengua... ¡Oh, si! Estábamos es una especie de celebración, una boda para ser mas exacto. Todos nuestros conocidos estaban ahí, incluso tu difunta madre, y tu, querida, estabas en un altar, estabas vestida de blanco y un ramo de flores más exquisitas se encontraban en tus manos. Shopie estaba a tu lado sonriendo. Por alguna razón, no pude ver al joven frente a ti, pero si sé que tenia el cabello negro...
¿o era rubio?- El viejo terminó su relato, rascandose la cabeza tratando de recordar loa detalles.
-Ay papa...- suspiró ____ suspiro un poco sonrojada
-Que cosas dices
-Pues te has convertido en una señorita muy hermosa, no me sorprendería que algún día llegara un joven apuesto a pedirte tu mano en matrimonio- dijo el anciano con seriedad llevándose, un tocino a la boca.
-Como sea- la chica cambió rapidamente de tema -¿Crees que puedas quedarte solo al menos una hora o dos? Le prometí a Shopie que iría con ella a visitar a su hermana Lettie, desde que sus hermanas se fueron de la casa se a sentido un poco sola. Dejaré todo listo, regaré las plantas y limpiaré la casa, solo necesitaría que me ayudes con los clientes...
-Claro, por mi no te preocupes, soy viejo, no inútil. Pero ten cuidado, el castillo de Howl ha rondado por la ciudad estos días, no quiero que te haga daño- respondió con severidad
-Seré cuidadosa, lo prometo- ____ sonrió, levantándose de la mesa para recoger los platos y lavarlos.
-Bien, iré a dormir un poco más- dijo el viejo tratando de levantarse de la mesa, pero sus piernas no eran tan fuertes como antes -¿Me ayudas querida?- sonrió.
-Claro- la joven rió un poco -¿sabes? Podría pasar un momento a la carpintería para que el Señor Thomas te haga un baston
- ____ surigió, llevando lentamente a su padre a la cama y recostándolo en ella delícadamente
-No necesitó un bastón, estoy en perfecta forma!- refunfuño el anciano, cruzándose de brazos, pero esta acción ocasionó que sus huesos tronaran y el viejo se quejara de dolor -tal vez un bastón no sea tan mala idea...
____ rió un poco, inclinándose un poco para darle un tierno beso en la frente a su padre...
-Descansa
