Jeimi Fox: La vida de una Boxeadora

Todos nacemos con un propósito en la vida, algunos somos doctores, enfermeras, abogados, bomberos, en fin un montón de oficios, pero en la realidad es...¿Todos cumplimos el propósito que queremos?, nacemos, crecemos, mientras vamos ala escuela, nos graduamos y empezamos a buscar la felicidad y el empleo. Para mi no, yo no naci para ser lo que quiero, naci para que alguien cumpliera el propósito de su vida en mi, soy una especie de experimento para el, solo hace lo que quiere y eso es de el, desgraciadamente no tengo opción la vida que me toco es así y se tiene que hacer lo que se tiene que hacer.

Esto empezó hace 17 años cuando una mujer da a luz a una niña en una casa de lamina y muy descuidada, ayudada por su madre, afuera de la casa hay un padre desesperado por saber que pasaba haya adentro, entre sus brazos trae a un niño de dos o tres años, la madre sale y les dice que puede pasar, al ver a esa bebe se llenan de emoción al ver a una niña con unos ojos llenos de ternura y tan hermosa, imagínate quien iba a pensar que esa bebe tan hermosa tendrá una vida tan desdichada.

Para no hacerla mas larga crecí normal, claro con carencia pero siempre feliz, mi padre era un hombre bueno, frustrado por un sueño que nunca pudo ser, mi madre una mujer buena, dulce, amorosa, capas de protegernos a mí y a mi hermano Jason. Digo que quien iba a pensar que sufriría pues mi clavario empezó cuando tenia trece años, saliendo de la escuela, recuerdo que estaba caminado sola y estaba muy frio pues no era muy sociable, de repente me caí con una piedra en el camino, alguien se me acerco era una voz tan ronca era de una hombre, lo volteé a ver era un chico de mi edad sus ojos eran color café claro, alto pelo castaño y delgado, lo vi le sonreí y le dije gracias, al día siguiente salí y el estaba recargado en un poste pensé que venia por alguien.