❀𝒴ℴ𝓊 𝒶𝓇ℯ 𝓂𝓎 𝓇ℯ𝒶𝓈ℴ𝓃 ♪

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—¡Kibō! ¡Llegas tarde a tu primer día! Apúrate.-Gritaba la madre de Kibō.

—Mamá, no grites... Todavía es temprano.-Intentaba calmar la marea el mayor, Asahi.

—No me arruines la táctica...-Refunfuña la madre.

--Kibō sigue roncando--.

—¡Kibō! ¡Despierta maldita sea!-No hay paciencia de parte de mamá.

—Ya...Ya... Ya voy...-Dice Kibō frotándose los ojos.

Kibō se da una ducha rápida, se pone el uniforme y parte su camino con su hermano.

—Asahi, ¿En qué salón vas?-Pregunta Kibō a su hermano mayor.

—Estoy en el 3-3, Kibō. ¿Porque preguntas?-responde el mayor.

—Solo curiosidad, recuerda que por mis problemas de salud, será mejor que yo sepa a dónde contactar cuando me sienta mal.-Responde la peliroja.

—Jaja, bueno, claro. Pero será mejor que no pienses en eso.-Responde mientras acaricia la cabeza de la menor.

Al llegar a la escuela, los hermanos se despiden.

·Bueno, creo haber escuchado que me clase es... ¿1-2? Me fue bien en secundaria.

No sabía dónde quedaba ese salón, así que decidí preguntarle a algún estudiante que se me pasara al frente.

—¡E-eh!.. ¡Hola! --ignorada.

—¡O-oye! Hola te pu-- ignorada.

—¡H-Hola! ¿Puedo preguntarte algo?- Al fin Kibō logra hablarle a un chico que pasaba por ahí

—Claro...-La cara de ese tipo probablemente saldrá en mis pesadillas.

No tuve ni tiempo de procesar la situación y el tipo raro me tenía acorralada en la pared, con su cara de psicópata.

—Una chica con buen cuerpo no es fácil de encontrar..- Él no paraba de mirarme morbosamente.

Yo tenía mucho miedo en ese momento, las manos me temblaban y mi respiración se volvía cada vez más agitada, no podía mover nada, ¿Por qué le hablé? A este punto yo estaba cerrando los ojos, intentando que algo o alguien me salvara. Quizá parezca una inútil, pero la verdad es que en momentos de presión mi cuerpo se defiende dejando de responder.

—¡Oye! ¡Tu! ¡El imbécil que está acosando a la pobre chica!-Dice un chico de unos 1.70 y algo, como de segundo año y es rapado.

El chico que me acosaba lo miró feo y se fue- La próxima no te salvarás-Me dijo. 

 Yo caí al piso. El que me ayudó corrió hacia mi para ver si estaba bien.

—¡Oye! ¡Chica! ¿Te encuentras bien?-Preguntó-No entiendo cómo todavía hay hombres así de gillipollas, nos dejan en mal con las mujeres. De seguro por eso no tengo novia.-añadió.

—Gracias...De verdad, perdón por hacerte perder tu tiempo. Gracias por ayudarme, tenía mucho miedo.-Dije.

—No tienes porqué agradecerme, es algo natural de un hombre ayudar a una mujer.-dijo orgulloso.

—Jaja, si. Bueno... Una pregunta...¿Dónde queda el salón 1-2?-Aproveché para preguntarle.

—¡Ah! ¿Eres de nuevo ingreso? Bien, te guiaré al salón, y, si quieres, puedo enseñarte el lugar. ¿Cuál es tu nombre? El mío, Tanaka Ryunnosuke.-Me respondió.

—¡Gracias! Si, soy de nuevo ingreso, y, sí, si quieres puedes mostrarme el lugar. Mi nombre es Azumane Kibō.-le respondí. El chico parecía confundido al escuchar mi nombre, pero luego de unos segundos su cara volvió a cambiar y me habló.

—Tu apellido es como el de la estrella de mi equipo de club. Actualmente él no está activo, Jaja.-me dijo.

—Jaja, ¿Y en qué club estás?-pregunté.

—En el club de voleibol masculino ¡Obviamente!-me respondió.

—Wow. Mi hermano mayor también está ahí, quizás mañana u hoy vaya al club para saludarlo, Jaja.-Respondí.

El sólo me comenzó a analizar con la mirada y se puso muy nervioso, como si me quisiera decirme algo, luego salió corriendo.

—¡O-oye! ¿No me ibas a ayudar a encontrar mi salón?-grité en pregunta, no hubo respuesta.

Conseguí a otra persona que me ayudara a buscar mi salón, aunque llegué tarde, llegué. En las clases, conocí a una rubia muy tierna, su nombre es Yachi Hitoka, aunque es muy tímida.

—Azumane-san, pasemos el recreo juntas.-me dijo Yachi.

—¡Claro! No veo el problema.-respondí.

Pasé la hora de almuerzo con Yachi hablando sobre cosas como: El dibujo, la anatomía, diseño, clubs, Series, anime, peinados, tipos de chicos tareas y drogas.

Entrando la hora de clubs, al no tener ninguno, tenía dos opciones: Volver a mi casa, o ir a saludar a Tanaka y mi hermano al club. Pero odio mi casa y si es por mí no vuelvo nunca más; así que la segunda opción es la indicada.

Recogí mis cosas y me dirigí a la zona de clubs, exactamente al de voleibol masculino. Sé que a Asahi no le gusta este tipo de sorpresas, pero me gusta molestarlo así que, no hay otra opción.

Mientras me dirigía al club de voleibol masculino podía escuchar los movimientos de los zapatos, los golpes del balón y los chicos hablando. Pero, cuando finalmente llegué, vi a dos de primer año afuera en la puerta. Seguía siendo de día, así que reconocí a uno. El se llama Kageyama Tobio, viene de Kitagawa Daichii, lo conozco por el alboroto que causó con sus compañeros y creó una mala fama. No puedo creer que haya venido a Karasuno a manchar más nuestra reputación... Me parece una falta de respeto.

Los ignoré y seguí con mi camino, tocando la puerta.

Me abrió un chico peligris, con un lunar en la cara y un aura angelical.

—Eh hola, ¿Quién eres?-preguntó.

—¡Oh! ¡Eh! Perdón por no presentame. Soy Azumane Kibō. De primer año, un gusto-El me miró y me analizó con la mirada, luego se puso un poco nervioso.-

—Ah, ya. ¿Y a que vienes?-me dijo con una sonrisa nerviosa. 

—Oh, vengo a saludar un rato a mi hermano mayor, es de tercer año. Y si es posible, también quedarme a ver, mientras no sea un problema.

—Ah, eh... Eh... EEH... B-bien, pero, ¿C-como se llama tu hermano mayor?-Me preguntó.

—Mmm, Asahi-le respondí.

—A-Ah, y-ya veo... Este... El no ha asistido a este entrenamiento ¡Pero no te preocupes! E-el nos escribió que hoy no podía aparecer por algún problema...¡Pero si está asistiendo! No te preocupes.-Me dijo.

—A-Ah... Bueno. ¿Puedo pasar? También quisiera ver cómo practican, y si es posible, ayudar un poco.-Le respondí.

—¡Oh! Sí, sí. No te preocupes, pasa.-Me dijo.

Al entrar, todos me miraron extrañados, lo primero que noté fue una falta notoria de miembros.

—Oh, no sabía que habían tan pocos miembros.-Le dije al chico que me abrió la puerta.

—Sí, el voleibol masculino está teniendo problemas este año.-Me respondió.

—Que pena. ¿Cómo te llamas?-Le pregunté.

—Sugawara Kōshi-Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Voy a entrenar, cuando haya tiempo le diré a los demás que se presenten contigo.-Agregó, muy feliz.