Stay

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La lluvia caía bruscamente, el sol estaba completamente oculto, y el viento se desplazaba con fuerza, causando que las hojas en los árboles volarán enfrente suya. El barro bajo sus pies lo hacía resbalar constantemente, pero mantenía sus piernas firmes para evitar caer y empeorar su situación.

El muchacho de cabello azabache cubierto por una beanie, corría desesperadamente por el bosque, en busca de alejarse del peligro. Había perdido rastro de su equipo en medio de una pelea, y su pareja, Shadoune, le pidió que huyera lejos. No quería hacerlo, pero lo aterrado que estaba hizo que cediera, huyendo lejos del bosque con rapidez. ¿Hacia dónde?. Ni él lo sabía.

Había estado corriendo desde hace media hora, sus pies dolían y sus piernas flaqueaban por la necesidad de descanso. Pero antes de que se rindiera, puso algo de atención a su alrededor, dándose cuenta que estaba en medio de una colina, donde parecía haber habido una explosión.
No había absolutamente nada alrededor, ni siquiera animales, nadie parecía acercarse, por lo que no parecía haber riesgo alguno.

Quackity hubiera verificado mejor su seguridad, pero estaba demasiado cansado para seguir caminando. Tumbandose en el pasto de aquella colina, terminando por mojar su cara con las gotas de lluvia que caían, llenando de aire sus pulmones y cerrando los ojos levemente. Sentía que estaba proximo a desmayarse.

Su cuerpo pedia descansar. Ya no prestaba atención a los leves raspones en su piel, ni a los cortes en sus manos, no podría importarle menos en ese momento.

Y hubiera caído rendido ante el cansancio, si no fuera por el recuerdo de su pareja rogándole que huya, que se aleje para poder salvarse.

Su corazón volvió a latir con fuerza de repente.
Debía volver, debía regresar ahora, no podía dejar que fallezca, no ahora.

Trato de ponerse de pie con rapidez, volviendo a cargar su hacha de diamante con dos manos. Pero mientras se preparaba mentalmente para ir a por su amado, termino escuchando una voz a lo lejos.

–¡Quackity!..– Gritaba el francés, desesperado, maltratando sus cuerdas vocales solo con la esperanza de encontrar a su prometido. Su cuerpo estaba colapsado por todo el esfuerzo, pero debía encontrar a Quackity, solo quería saber que estaba a salvo, que estaba vivo.

–¡Shadoune!– Gritó desesperadamente el mexicano, logrando llamar la atención de su pareja, quien no podía estar más aliviado de verlo vivo.

El menor no perdió tiempo y dejo su hacha de lado, solo para correr a los brazos de su pareja, siendo recibido entre sus heridos brazos, los cuales hacían el esfuerzo por sostener el cuerpo de Quackity, quien se aferraba con fuerza al magullado pecho de su pareja.

–¡¿Qué sucedió con los demás?! ¿Están bien?..– Preguntó angustiado el azabache,  haciendo una pausa hasta que volvió a gritar –¡¿Tú estas bien?!–

–Ellos.. realmente los perdí después de que trataron de noquearme..– Mencionó mientras bajaba su capucha, dejándole ver a Quackity una herida sangrante en su cabeza, preocupando aún más a este.

Quackity terminó notando algo más que la herida en la cabeza de Shadoune. Ya que notó como el anillo de diamante que llevaba en su mano izquierda estaba completamente manchado de sangre, la sangre de Shadoune.

–¿Qué es...?– No logro terminar la oración al ver una herida en la costilla de su pareja, había sido apuñalado, pero solo una vez, ya que Shadoune aún no se había desmayado por eso.

By your side [Shadouckity One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora